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La escuela era un caos, los estudiantes que tenían una presentación se juntaban en grupos a intentar calmarse con charlas apresuradas para así bajar sus angustias, los que preparaban la decoración o escenografía corrían de un lado a otro para terminar de preparar todo, y en algunos rincones despejados, uno que otro bailarín repasaba sus pasos.

Todo en ese ambiente hicieron poner nervioso a Haechan, que comenzó a jugar apretando su ropa o la ligera grasa de sus brazos para intentar calmarse, mientras sus ojos comenzaban a brillar con algo de miedo.

-Haechanie, lo harás perfecto. - dijo Mark, notando lo tenso que estaba.

El menor lo miró y sonrió con sutileza.

-Anda. - Mark abrazó su cintura. - ¿Beso de la suerte?

Haechan rió, antes de tomar las mejillas de Mark y juntar sus labios, el pelirrojo lo acercó a la pared del pasillo para besarlo con un poco más de ganas, moviéndose con sutileza sobre aquellos esponjosos labios, rozando sus lenguas con cariño, lamiendo los labios del otro y apretando sus belfos mutuamente, en un beso lento y algo húmedo.

Se separaron y Haechan sonreía con más tranquilidad.

-Creo que no te di suficiente suerte, ¿otro?- dijo Mark, haciendo a Haechan reír aún más fuerte, el castaño rodeó su cuello con sus brazos, volviéndolo a besar de forma más intensa.

-¡Mmh!- Haechan se apartó de golpe, notando los ojos confundidos de su novio. - El maqui-llaje. - dijo, con temor a que se haya corrido.

-Oh, no, Haechan, estás perfecto...

-Te quedó. - comentó, mirando los labios de Mark, pasó su pulgar por el labio inferior de su novio.

El degradado de un suave tono rosado en unión con un violeta apagado, que Margarie había realizado con esfuerzo para resaltar sus labios se había mezclado, pero algo del color se había quedado en los finos labios del pelirrojo, dejándolo de un tono morado.

Mark sonrió un poco avergonzado, pero giró el rostro y besó la palma de la mano de Haechan, haciendo que el otro se avergonzara un poco más que el.

-Deja, así saben que te he besado, que el mundo lo sepa.

Haechan asintió, concordaba con la idea.

Su mirada se desvió un poco a unas par de chicas que pasaron, quienes practicaban una canción que seguramente estaría en la presentación, y creyó que sería mejor hacer lo mismo.

-¿Podemos prac-ticar?- preguntó, a pesar de que ya se sabía todo el baile de memoria y Mark podía interpretar la canción sin ver las partituras, necesitaba relajarse un poco con el baile.

El pelirrojo asintió.

-Claro, amor. - dijo, antes de tomar su mano para ir hacia la sala de instrumentos, esperando que hubiera un piano libre para tocar.

LOUD «𝐌𝐚𝐫𝐤𝐇𝐲𝐮𝐜𝐤»²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora