¿Qué pasa cuando el niño que solía molestarte de pequeña se va, pero ha vuelto luego de unos años? Y no como un niño, sino como todo un adolescente, donde los sentimientos juegan con uno.
Así es la vida de Paris Boldman.
Hace unos años cuando era...
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Team Edward o Team Jacob?
. . .
Era por la noche y nos encontrábamos haciendo una pijamada en plan como en los viejos tiempos. Estaba apoyada boca abajo en la colcha de la cama y acababa de terminar con mi última uña. Cierro el esmalte color rojo vino y comienzo a soplar mis manos para que se sequen más rápido. Muevo mis dedos admirando mi obra. Luego miro a Lisa, quien estaba frente a mí apoyada en el respaldo de su cama mientras revisaba su celular.
—Dime... —comienzo, a lo que ella levanta la vista. Estaba con una mascarilla facial—. ¿Qué pasó con Mike?
Ella abre los ojos ante mi repentina pregunta. Sin embargo, esa expresión no dura mucho, porque rápidamente la cambia a una indiferente.
—Pues nada. Aún somos amigos.
—Y no hay... —sospeso mis palabras—. ¿Otro chico?
Lisa se queda en silencio, frunciendo los labios.
—No.
Estrecho los ojos escudriñándola. La conozco. O no está segura o no me quiere decir.
—¿No?
—Bueno...
Noto como duda en continuar. Lo mejor es que no diga nada. Si digo algo entrará en pánico y no hablará. Así que solo la miro con una atención genuina.
—Realmente, no lo sé —me da una sonrisa. Una que no le llega hasta los ojos—. ¿Qué me dices de ti? ¿Ya nada pasará con Sean?
Me pienso la pregunta. Aunque no mucho porque sé cuál es la respuesta.
—No. En realidad, estoy viendo que no me gusta. Digo, me gusta, pero como persona, no como algo amoroso o más allá. ¿Entiendes? Creo que para mí siempre fue como un crush o un amor platónico, pero más allá de eso no.
Lisa asiente totalmente convencida.
—Por supuesto que entiendo. Eso es lo que siento por Mike. Quiero decir, es lindo y tierno pero la verdad es que estamos mejor como amigos. Nunca hubo sentimientos altos que nos hicieran pensar otra cosa. Por eso quisimos cortarlo —se encoge de hombros.
Una de las razones por la cual estábamos en su casa era porque queríamos estar lejos de los hombres. Si bien, Lisa vive con sus dos padres, pero ellos ahora mismo estaban en una junta de amigos, y su hermana andaba en casa de su novio. Si estuviéramos en la mía, Archer no nos dejaría de molestar.
Y no piensen que nos olvidamos de Oliver o que lo dejamos de lado. En realidad, estaba por venir, sin embargo, sus abuelos, tíos y primos habían llegado de visita. A Oliver se le había olvidado que su abuela estaba de cumpleaños. En su defensa, tiene tanta familia que olvida los cumpleaños de todos.
