La semana fue todo un caos. Y con caos solo tengo una palabra, o más bien un nombre:
JAKE FOSTER.
El muy infeliz se sentó a mi lado en todas las clases que tenemos —afortunadamente sólo compartimos tres— para hacerme la vida aún más miserable de lo que ya es. Según él, que yo le tire mis comentarios en la cara era una forma divertida de pasar el día y, por lo mismo, se aburre menos en clases.
Ahora estábamos en casa. Papá caminaba por toda la casa mientras que yo intentaba sacarle información.
—¿A dónde crees que vas? —me cruzo frente a papá cuando veo que no tiene escapatoria.
—¿Importa? —mientras rebusca sus llaves de la casa, sus labios silban en un ritmo alegre.
—Claro que sí, sino no preguntaría.
Mi padre decidió vestirse formal, afeitarse, bañarse... Bueno, no es que no se bañe. A lo que iba, es que esta noche anda muy misterioso. Más misterioso y raro que su comportamiento de toda la semana. Sé perfectamente que no se trata de una simple reunión del trabajo, que fue lo que dijo momento atrás mientras me esquivaba.
Aquí hay gato encerrado.
Como si hubiera pensado en voz alta, en ese momento Bola de Pelos entra en el salón en busca de compañía. Decide ponerse en el regazo de Archer, quien le acaricia la cabeza mientras sus ojos están puestos en la entrada de la casa, donde papá y yo estábamos de pie.
—Señor Boldman, ¿cómo puede tenerles tanta paciencia? —Lisa, con su mirada fija en su celular, toma asiento en el sofá. En el extremo opuesto de Archer.
—Lo mismo me pregunto hace diecisiete años —papá le responde.
Viendo que sí le responde a mi mejor amiga y a mí no, decido intervenir.
—Bien, aún no me respondes —me acerco aún más para aspirar su aroma—. ¿Perfume? ¿Y del caro? —lo escudriño de arriba hacia abajo—. Ese peinado, recién afeitado, el traje. Suéltalo, Rick.
Papá se rehúsa a mirarme los ojos desde que le estoy haciendo las preguntas. Otra razón de que es algo importante.
—Ya les dije que es una reunión del trabajo y, si no sales de la puerta, Paris, te quedarás castigada. —Quería sonar amenazante, pero lo dice con una sonrisa demasiado dichosa como para creerlo.
¿Por qué no nos dice la verdad y ya? Así no estaría actuando como una cría. Palabras de Archer, no mías.
—¿Y la reunión queda precisamente en ese restaurante? Oí tu conversación, no finjas —alzo los brazos exasperada.
—Paris, deja a papá y ven a ver Los Simpson con nosotros —Archer mira a Lisa que sigue muy concentrada en su celular—. O conmigo.
—Si no llegas antes de medianoche... —pienso—. Pues... pues eso —me rasco la nuca. ¿Por qué no se me ocurrió algo bueno que decirle?
Con un movimiento suave, me toma por los hombros y me hace salir de mi sitio. Me deposita un beso en la coronilla antes de salir. Cuando oigo el sonido del motor de su auto, a regañadientes me voy a sentar en medio de Archer y Lisa
No pasan ni diez minutos cuando siento los ojos de Archer clavados en mí. Y entonces me fijo en su sonrisa. Conozco esa sonrisa. Esa sonrisa perversa en donde nada termina como él espera y de alguna manera siempre termino implicada con él.
Trama algo.
—¡Ey, perdedores! Llegó el alma de esta casa —Jake entra como si nada a la casa. Agita sus manos enseñándonos un paquete con comida chatarra y en la otra una botella de refresco.
ESTÁS LEYENDO
Tú, siempre (SIEMPRE #1)
Teen Fiction¿Qué pasa cuando el niño que solía molestarte de pequeña se va, pero ha vuelto luego de unos años? Y no como un niño, sino como todo un adolescente, donde los sentimientos juegan con uno. Así es la vida de Paris Boldman. Hace unos años cuando era...