Tú, siempre (SIEMPRE #1)

4. Fiesta en casa de Janna

No es la primera vez que voy a casa de Janna. Años atrás había ido a su cumpleaños cuando no teníamos ese odio mutuo y, por ende, aún me acuerdo de cómo llegar a su casa gracias a mi buena memoria.

Jake y yo nos quedamos mirando la entrada que era más grande que mi casa. Ya había personas bebiendo en vasos de plásticos rojos mientras charlaban, reían o gritaban. Mi hermano, Archer, pertenecía a una de esas personas.

—Si son mi hermana y mi amigo —abre sus brazos para rodearnos por los hombros—. Pensé que no vendrías, bro —se dirige a Jake.

—Dije que vendría.

Para mi sorpresa Jake le lanza una sonrisa. Como si hace un rato no hubiera mencionado que las fiestas no son de su agrado. Arqueo una ceja. ¿Por qué mentir ahora? No lo entendía. ¿Me mintió a mí o a Archer? Jake Foster podía ser todo un enigma a veces.

Dejo a los chicos atrás y entro a la casa notando que ha cambiado desde la última vez que vine. Todo era más tecnológico y tenían muchas más cosas que se notaba desde lejos que eran costosas. Lámparas de porcelana decoraban muebles de madera blanca y lujosa. Un espejo con forma de óvalo había a mi derecha, con una mesa de caoba alta y circular y un jarrón púrpura con detalles dorados que contenía peonias en él. Y eso que solo estaba en el vestíbulo.

En la vida se me ocurriría hacer una fiesta con una casa así.

Me adentro al salón decidida a encontrar a mis amigos. No puedo permitirme esta vez observar con atención los objetos de la casa de Janna.

Analizo con atención a las personas que me rodean: gente bailando en el centro (los sillones fueron removidos junto a la pared), gente compitiendo en juegos con tragos, parejas besándose en los rincones más ocursos o a plena vista —la casa es tan inmensa que me digo que deberían irse a una de las habitaciones—. Mi mirada se detiene en un chico bailando de pie sobre la mesa una mesa de centro. Su baile era un meneo de caderas mientras que con una mano hacía girar su camiseta en el aire a la vez que daba gritos de euforia. A su lado, bajo la mesa, una melena rubia se movía haciéndole compañía. Sin duda, esa era mi amiga. Y el chico sin camisa debía de ser Oliver. O eso espero, no le veo el rostro desde aquí.

Apenas doy un paso y alguien me interrumpe.

—Paris Boldman, no te echaré de mi casa solo porque Archer está acá.

Y esa es otra de las ventajas de tener a tu hermano en el equipo de la escuela.

Ignoro lo que dice y digo:

—Con permiso, Janna —le doy una sonrisa falsa.

Si hay alguien que detesto más que a Jake Foster es a Janna Battle. Janna era una de las tantas exnovias de mi hermano. Afortunadamente la ruptura de su relación fue por mi culpa y Bola de Pelos.

Cuando un día se fue a quedar en casa, Archer y ella se fueron a encerrar a su habitación. Y como yo sabía que iba a pasar a continuación, me fui a mi habitación a ver The Vampire Diaries. Veinte minutos después escucho unos gritos... y no, no esos gritos. Eran gritos y groserías por parte de Janna. Sin más tuve que ponerle pausa a la serie y fui hasta ellos. En el momento en que pongo un pie en su habitación, Janna me lanza una mirada furiosa, y entonces me doy cuenta de su pequeño rasguño en la mejilla y que estaba agarrando del cuello a Bola de Pelos. Mis ojos se habían nublado de furia y entro arrebatándole mi gato de sus manos. Al parecer les había arruinado la diversión. Janna comienza a decirme que era una imbécil y que solo se comportaba bonito conmigo por ser la hermanita de Archer y que yo y Bola de Pelos nos fuéramos a la mierda.

Eso bastó para Archer, porque un segundo después terminó con Janna. Me defendió diciéndole cosas peores a ella y la echó de la casa. Ahora bien, él puede venir a su casa a hacer este tipo de cosas porque nadie más sabe de aquella ruptura. Los rumores decían que Janna lo botó a él.