Después de mucho me encuentro riendo.
La jornada terminó y nos encontrábamos yendo hacia afuera. Oliver acababa de contar un chiste que, en opinión de Lisa, fue el peor jamás contado. Pero vamos, Oliver lo cuenta de una manera tan exagerada que daba mucha risa.
En el momento en que salimos hacia el exterior, una ráfaga de viento pasa, lo que hace que mi pelo se me pegue al rostro. Intento apartarlo, pero como el viento corría y corría solo hace que se me meta a la boca y comience a escupirlo. Lisa me ofrece su liga que acepto sin dudar y me hago un moño alto.
Y ahí es cuando lo visualizo. Apoyado en su 4x4.
Jake.
Jake cuyo vestuario consistía en una camiseta negra arremangada, unos jeans que le quedaban a la perfección, unas botas militares, sus lentes de sol y una gorra de béisbol.
Jesús. Se veía tan guapo. Y creo que no verlo durante días hizo que mis ojos se deleitarán aún más ante su mera presencia.
Los chicos se detienen a mi lado mirando lo mismo que yo.
—Oye —comienza Oliver—, hablamos después, ¿sí?
Me da una palmada en el hombro y Lisa me lanza un guiño antes de irse en dirección contraria.
Yo, por mi parte, comienzo la caminata para llegar junto a Jake. No era un largo camino, pero así se sentía.
A medida que me voy acercando, mi corazón se pone cada vez más frenético. Más loco. No tenía ni idea si ya se había percatado de mí. No con esos lentes puestos.
Finalmente, cuando llego frente a él, doy un respiro hondo antes de decir:
—Hola.
—Hola —dice.
Ni un atisbo de sonrisa.
—¿Qué haces aquí? —pregunto—. ¿Llegaste recién?
Asiente.
—Archer me contó que querías hablar conmigo.
Me pongo rígida al instante. No sabía si los lentes de sol ayudaban o no. Por un lado, quería ver sus ojos, pero por el otro... me daba miedo ver lo que había en ellos.
Jake estaba con una expresión tan seria que lo único que pienso es que probablemente me quiera mandar a la zona de amigos.
—¿Y te dijo la razón?
—No, por eso vine. Siento mucha curiosidad de lo que me tienes que decir —se inclina para quedar cerca de mi altura—. Mucha.
—Está bien —asiento, sin mucha convicción.
Entonces Jake se saca los lentes y ahí es cuando contengo la respiración al ver esos ojos azules. Llevaba muchos días sin verlos así de cerca.
Estaba tan serio. Tan no él. Él, que siempre estaba todo sonrisas. Cualquier tipo de sonrisa, ya sea arrogante, feliz, sarcástica... Que se me fue todo el valor de decirle lo que siento por él.
Enarca una ceja, atento, esperando a que diga algo.
Asiento una vez más para darme valor. Es ahora o nunca, Paris.
Abro la boca, dispuesta a decirle todo, sin embargo, la vuelvo a cerrar. Repito de nuevo el proceso sin muchos resultados.
Jake se endereza de golpe, claramente sin esperar esto.
—Bien. Te haré las cosas más fáciles —se aleja del capó para acercarse más a mí y suelta, sin ninguna chispa de alegría: —Me estuviste evitando.
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Tú, siempre (SIEMPRE #1)
Teen Fiction¿Qué pasa cuando el niño que solía molestarte de pequeña se va, pero ha vuelto luego de unos años? Y no como un niño, sino como todo un adolescente, donde los sentimientos juegan con uno. Así es la vida de Paris Boldman. Hace unos años cuando era...