Capítulo No.806

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Capítulo 806

"¡Ay! ¿Qué haces, Kiki? ¿Te convertiste de gatito a Lobo feroz, o qué?"
Frunciendo el ceño, KyuJong trató de averiguar qué estaba pasando. A pesar del dolor que sentía, no tenía intención de soltar a HongKi.

Tenía que enseñarle a acostumbrarse su presencia y ternura. Odiaba ver cómo enmascaraba su verdadera naturaleza ante él. Le molestaba mucho su actitud poco natural e incomodidad cuando estaba a solas con él.

El primer paso para ayudar a HongKi a dejar de ser tan reservado con él era hacer que se acostumbrara a su toque íntimo.

"Pero KyuJong, ¿no podrías primero soltarme?"
HongKi rogaba y forcejeaba. Soñaba con que KyuJong lo abrazara. Pero tenía que mantenerse lo más lejos posible de él o de lo contrario se volvería adicto a sus abrazos. ¿Qué pasaría si él codiciara el amor de KyuJong y pedía más? Tenía que eliminar esa posibilidad incluso antes de que ocurriera.

"Kikí, debes tener mala memoria. Te dije que tendrías que acostumbrarte a mí, o te será difícil entrar en mi mundo".
La resistencia que mostraba HongKi hacia su entusiasmo lo irritaba ligeramente. Era como si siempre asumiera una actitud indiferente hacia él, como si no significara nada para él. Y eso era realmente doloroso para un tipo tan arrogante como él. Aquella frialdad era inaceptable.

Aunque no había nacido con sangre noble, era guapo y apuesto. Era imposible que HongKi se sintiera atemorizado por su aspecto. Pero parecía que su encanto no surtía ningún efecto en él. ¡No estaba interesado en él! Como el hombre orgulloso que era, KyuJong estaba profundamente herido.

En su frustración, estaba demasiado desilusionado para seguir abrazando a HongKi con fuerza. Pero había una voz en su corazón que le decía que no se rindiera. KyuJong tuvo que reprimir la triste sensación que estaba experimentando y convencerse de que HongKi era demasiado inocente para entenderlo.

"¿Te has enfadado, Kyu?"
Preguntó inseguro de sí mismo. No era su intención hacerle daño. Tenía miedo de quedar atrapado en la trampa del amor y tenía la esperanza de que su actitud distante lo mantuviera lúcido y le ofreciera la oportunidad de escapar si algún día KyuJong decidiera que su matrimonio fue un error.

'Después de todo, él no me ama', dijo HongKi para sus adentros. Al no tener fe en el amor de KyuJong por él, HongKi tuvo que decirse en secreto una y otra vez que no debía acostumbrarse a los abrazos de KyuJong y volverse adicto a ellos. Tenía que permanecer con el juicio sano, en caso de que él le dijera que quería el divorcio. No podía permitirse depender de nadie.

"Si digo que sí, ¿sabrías por qué?"
KyuJong esbozó una sonrisa amarga. Se sintió un poco tonto. Se había esforzado tanto en tratar de ser un buen hombre para él. Pero tal vez HongKi pensaba que eso estaba lejos de ser suficiente. ¿Sería esa la razón por la que siempre había odiado que lo tocara y todo momento íntimo entre ellos?

"Sé por qué".
Dijo HongKi bajando la cabeza. Aunque a veces pareciera un chico de ideas simples, no tenía nada de idiota. KyuJong debía sentirse herido por su distanciamiento. ¿Pero qué podía hacer? Si le daba a KyuJong lo que necesitaba en este momento, ¿le prometería él amarlo para siempre y no hacer nada que pudiera herirlo?

Él había nacido en una familia acomodada y siempre lo trataron como a una príncipe. Cualquier tipo de dolor, tanto físico como psicológico, le parecía una pesadilla. No quería tener que sufrir ni una sola vez en su vida, y la mejor manera de protegerse de esa posibilidad era distanciarse de todo lo que pudiera herirlo. Mantener a todos a distancia, incluso a KyuJong.

"Está bien. Quizá esté siendo demasiado impulsivo. Ya es tarde. Descansa un poco, Kikí. Necesito estar solo un rato".
KyuJong retiró las manos de la cintura y lo dejó ir. Tal vez le era imposible enamorarse de él en este momento. Pero lo estaba intentando. Como estaban casados, él sin duda se tomaría en serio su responsabilidad como esposo. No era en absoluto un hombre irresponsable.

"Si no sientes nada por mí, entonces no me des esperanzas".
HongKi pronunció esas palabras apretando los dientes. De repente, de sus ojos brotaron lágrimas. Temeroso de llorar delante de KyuJong, HongKi salió corriendo de la habitación y hasta olvidó llevarse su computadora.

Contuvo su llanto hasta que entró a su taller y por fin dejó correr ríos de lágrimas de sus ojos. No sabía qué hacer. La frase de HongKi alcanzó a KyuJong con la fuerza de un rayo. Se sentía furioso y herido. '¿Cómo que si no sentía nada por él? ¿Qué había querido decir con aquella frase?', se preguntó KyuJong. ¿Acaso era posible que se hubiera casado con un hombre por quién no sentía nada? No lo creía así.

Aunque KyuJong era un hombre responsable, no era lo suficientemente virtuoso como para casarse con un chico que no le gustaba, no importa cuán hermoso fuera. El matrimonio era tan sagrado en su corazón que nunca se casaría con nadie en contra de su voluntad. Pero, ¿qué quiso decir HongKi al mencionar que no le diera esperanzas? KyuJong se sentía perplejo. Aquella pregunta hizo que se pusiera a pensar muy en serio.

"Kyu, maldito hijo de puta. ¿Por qué me dijiste esas palabras? Estuve a punto de entregarte mi corazón".
HongKi se deslizó hasta caer al suelo. Agarró un retal de tela que había por allí y la rompió en pedazos. Descargó toda su furia sobre ella como si la tela fuera el mismo KyuJong. Las lágrimas eran el testimonio más tangible de la fragilidad de una persona. En realidad, HongKi casi nunca lloraba. Pero había llorado mucho más desde que conoció a KyuJong. Últimamente se había vuelto melancólico y sensible.

A veces, HongKi decía o hacía algo incorrecto, y eso lo volvía loco y lo exasperaba. Hacía una montaña de un grano de arena. Tenía que estar constantemente alerta, como si estuviera en medio de una zona de guerra. Tenía que protegerse de todo daño, y especialmente de KyuJong. HongKi tragó saliva y respiró hondo. Sabía el terrible aspecto que tenía, incluso sin verse en el espejo. Aún estaba fresca en su mente la dulzura del momento en que KyuJong lo sostuvo en sus brazos. Deseaba incluso que el tiempo se congelara en ese instante, quedarse en sus brazos eternamente. Como el momento feliz era efímero, solo podía ser eterno cuando el tiempo se hubiera detenido.

HongKi sabía que era imposible que KyuJong se olvidara de Saeng. Tampoco tenía derecho a pedírselo. No era realista, ni práctico. Solo deseaba que hubiera un lugar en el corazón de KyuJong, por pequeño que fuera ese lugar. Eso no debería ser mucho pedir.

Hasta cierto punto, era humilde. HongKi había creído que mientras se cumpliera su deseo estaría satisfecho. Pero se había equivocado. Qué gran error había cometido. El amor hace enloquecer a las personas y las vuelve posesivas. Ahora, él quería más de KyuJong, quería sus abrazos, sus besos, su cuerpo y su alma. Él no compartiría su  corazón con otro.

El pánico se había apoderado de él y se había perdido. Su deseo por KyuJong desbordó sus expectativas, y esa idea lo aterrorizaba.

Un Verdadero Amor. 5a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora