Capítulo No.896

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Capítulo 896

La rápida reacción de Cynthia sorprendió a Saeng, pero también lo conmovió profundamente. La preocupación que reflejaba el rostro de su suegra, el suave roce de sus manos y el cariño expresado, le hicieron sentir el calor de una familia, y el amor de una madre hacia su hijo.

Saeng estaba seguro de que así debía ser una verdadera familia; siempre cálida, dulce y alentadora, y que pasara lo que pasara, siempre hubiera alguien a tu lado para cuidarte, ayudarte, apoyarte y amarte. Después de que Grace falleciera, Saeng había sido echado de su propia casa, y durante muchos años sintió que no pertenecía en ningún lugar; como si estuviera solo, a la deriva, en medio de un gran océano.

Después de tanto sufrimiento había llegado a una familia con la que podía contar, a la cual pertenecía, y donde también recibía el cariño y los cuidados de parte de Cynthia y Jonathan, quienes eran sus suegros, estaba sumamente agradecido de que lo amaran como a su propia hijo y también los respetaba como si fueran su padres.

Aunque en realidad no necesitaba una mascarilla para curar sus quemaduras ocasionadas por el sol, Saeng no quería desairar la amabilidad de Cynthia. Le resultaba muy agradable y conmovedor recibir los cuidados desinteresados de una madre.

Con los ojos llenos de lágrimas, Saeng subió las escaleras para lavarse el rostro, como se lo había indicado. Sabía que la madre de su esposo siempre hacía las cosas de todo corazón, así que no podía actuar indiferente hacia sus propias quemaduras, después de todos los cuidados que Cynthia le había brindado.

Como no quería que su suegra se preocupara de más, Saeng obedeció sus palabras al pie de la letra; pues siempre tenía en mente que lo habían aceptado con los brazos abiertos como parte de esa familia.

Estaba oscureciendo en la Ciudad S, sin embargo en París el sol aún brillaba. HongKi tomó su teléfono celular para verificar qué hora era en su país; entonces supo que KyuJong ya había salido de trabajar, así que se dispuso a marcar su número telefónico con un gran entusiasmo.

ʺ¡Hola, Kikí! Soy yoʺ.
Dijo KyuJong, quien se encontraba guardando en su maletín los documentos que estaban sobre su escritorio, pues estaba a punto de irse a casa. Se sintió bastante sorprendido cuando se dio cuenta de que HongKi lo estaba llamando, sin embargo la felicidad que experimentó fue aún más fuerte que su sorpresa.

No cabía duda de que KyuJong estaba enamorado, y el amor de su vida le había hablado por teléfono. La voz de su esposo era como un bálsamo para todos sus males.

ʺ¿Y quién eres tú?ʺ
Preguntó HongKi en broma, con una repentina alegría que emergió de su corazón. Estaba actuando como un niño travieso, que quería hacerle un pequeña broma a KyuJong, mientras observaba el boleto de avión que tenía en su mano. Estaba tan feliz que ni siquiera se dio cuenta de que una gran sonrisa había iluminado su rostro.

ʺ¿Oh? ¿No sabes quién soy? ¿Entonces, por qué me llamaste? ¿No te da miedo que pueda comerte?ʺ
Dijo KyuJong con un tono de voz coqueto y una gran sonrisa. Él y HongKi estuvieron en contacto por medio de llamadas telefónicas mientras estuvo en Paris, y aunque fueron muy esporádicas, KyuJong sentía que la tensión en su relación se había relajado y ya podían platicar más tranquilos e incluso hacerse bromas, lo cual era un gran alivio.

ʺ¿Por qué habría de tener miedo? ¡Como si nunca me hubieras comido!ʺ
Contestó HongKi inmediatamente, sin detenerse a pensar en su respuesta antes de decirla. Justo después de terminar de hablar, se dio cuenta de la implicación que podían tener sus palabras; así que se apresuró a tratar de explicar lo que realmente había querido decir; sin embargo solo pudo articular; ʺEste... Kyu, no fue eso lo que quise decir... A lo qué me refería es que ya hemos hecho ese tipo de cosas antes. ¡Oh, no! Quise decir que... ¡Mejor olvídalo! Solo me estoy hundiendo más. Tómalo como quierasʺ.
Dijo HongKi muy avergonzado, pues su explicación ni siquiera había tenido sentido para él mismo y solo estaba empeorando la situación.

A final de cuentas sabía que nunca sería capaz de expresar ese tipo de cosas con suficiente claridad. Totalmente sonrojado, no tuvo más remedio que darse por vencido y dejar de hablar.

ʺ¡Sí, claro! Estoy seguro de que solo estabas tratando de recordarme algo que ya hemos hecho; algo así como relaciones íntimas. Entonces..., ¿quieres que lo hagamos de nuevo?ʺ
Dijo KyuJong riendo, pues le resultaba muy gracioso molestar a HongKi de esa forma. Su manera evasiva de hablar acerca de ese tema la hacía parecer más lindo y adorable.

Llevaban legalmente casados un tiempo, sin embargo, para ayudarlo a acostumbrarse a su matrimonio y que dejara de sentirse incómodo, KyuJong nunca lo había tocado o hecho el amor nuevamente. Después de aquella ocasión el único contacto íntimo que habían tenido fue besos esporádicos.

ʺ¡Eso no fue lo que quise decir, Kyu! ¡Escúchame!ʺ
Contestó HongKi rápidamente. Se sentía sumamente avergonzado, pues sentía que todo ese malentendido había sido culpa suya, y ni siquiera sabía por qué había dicho eso. Quizás lo mejor hubiera sido no mencionar una sola palabra al respecto; pues por su comentario cualquiera hubiera pensado que estaba ansioso por tener sexo con su esposo, cuando la realidad era que ni siquiera estaba de humor. Todo ese malentendido la había hecho sentirse muy frustrado.

ʺEstá bien, ya no voy a decir nada para que puedas hablar. ¿Qué querías decirme? ¿Cuando vas a regresar?ʺ
Preguntó KyuJong mientras tomaba su maletín y salía de su oficina. Su esposo había estado mucho tiempo en París y algunos pensamientos extraños acerca de él lo habían atormentado.

No sabía por qué, pero se sentía muy extraño cuando estaba solo en casa. Todo se sentía muy tranquilo y silencioso; incluso podía escuchar su propio aliento. Extrañaba esa atmósfera alegre que HongKi creaba con su simple presencia.

ʺAún no lo sé. ¿Por qué? ¿Me extrañas?ʺ
Preguntó un tanto nervioso por la respuesta de su esposo. No podía estar seguro si lo echaba de menos o no, y tenía miedo de que le dijera que no. Por otro lado, era demasiado tímido para hacerle a un hombre una pregunta como esa, especialmente cuando ese hombre le gustaba.

A decir verdad, nunca antes se había atrevido a hacer algo así. Fue una suerte que solo estuvieran hablando por teléfono, de esa forma no hubo necesidad de ocultar sus mejillas sonrojadas, pues no le gustaba que KyuJong lo viera cuando estaba avergonzado.

Un Verdadero Amor. 5a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora