Capítulo No.933

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Capítulo 933

ʺCariño, pero tú eres un Mayor Coronel; ¿cómo pudo hacerte enojar un perdedor como Jae? ¿No me habías dicho que tendrían una inspección en la base militar? ¿No se suponía que ningún soldado podía salir? Entonces, ¿qué estabas haciendo en el centro?ʺ
Después de adular a su esposo, Hyun decidió satisfacer su curiosidad, pues le había dicho que no tendría tiempo para salir a almorzar, y que comería algo rápido en la tienda de conveniencia que se encontraba dentro de la base militar, la cual Hyun consideraba uno de los peores establecimientos de su tipo que conocía; no porque no fuera elegante, sino porque en su opinión no era funcional; puesto que solo el personal en activo, los militares retirados y sus familias compraban allí.

ʺMe asignaron una misión y tuve que ir a la ciudad, pero Kyu se quedó en la base, para hacerse cargo de la inspección. Y no me cambies de tema; ¿por qué estaba Jae en tu oficina hoy?ʺ
Preguntó Saeng. No porque dudara de lo que su esposo le había dicho; sino que quería saber por qué ese hombre lo había confrontado de esa manera, y por qué le había dicho cosas tan extrañas.

ʺNada importante; solo quería amenazarme con las acciones de MY Mall. Creyó que podría amenazarme".
Contestó Hyun aliviado, al ver que su esposo ya estaba más tranquilo.

Él sabía que Saeng a veces tenía mal genio, sin embargo, una explicación convincente era más que suficiente para hacerlo entrar en razón.

ʺ¿Y por qué Jae tiene acciones de MY Mall? ¿Qué puede hacer con ellas?ʺ
Saeng no sabía mucho de negocios, por lo tanto no tenía idea de cómo tal situación podía afectar a FX International Group, y si en esas circunstancias JaeJoong representaba una amenaza.

ʺNo hay mayor problema, todo está bajo control. No te preocupes, solo cuídate. Yo me encargaré de lo demásʺ.
Contestó, Hyun quien conocía muy bien a los donceles, y sabía de lo peligroso que podía llegar a ser JaeJoong. Le preocupaba que pudiera lastimar a Saeng en uno de sus arranque de locura.

ʺNunca me das una respuesta concreta; deja de darle vueltas al asunto. ¿De verdad está todo bien con la empresa? Si realmente está sucediendo algo, por favor dímelo; quizás podamos encontrar una solución juntos. Sé que a menudo bromeo contigo, llamándote usurero, pero también sé lo importante que FX es para ti. Por lo tanto a mí también me afecta, y quiero ayudarteʺ.
Dijo Saeng, frunciendo el ceño. La expresión seria de su rostro y su uniforme  lo hacían lucir más imponente.

ʺ¿Cariño, alguna vez te ha preocupado que lo pierda todo?ʺ
Preguntó Hyun, mientras le limpiaba el sudor de la frente a su esposo con un pañuelo. Hacía frío, así que no tendría por qué estar sudando de esa forma; quizás se debió a su enojo.

ʺA veces. De hecho me ha cruzado por la cabeza la idea de que algún día tengamos que vivir solo con mi salario y que me ruegues que te proveaʺ.
Contestó Saeng en tono sarcástico; ya que como a Hyun a veces le gustaba decir cosas sin sentido, le pareció divertido hacer lo mismo. Total, nadie saldría lastimado.

ʺ¡Maldición, Saeng! No puedes abandonarme si algún día lo pierdo todo. Recuerda que prometimos amarnos en la pobreza y en la riqueza. Dime la verdad, ¿te quedarías a mi lado si algún día soy pobre?ʺ
Hyun sabía que Saeng solo estaba bromeando, pero no pudo evitar fingir que estaba preocupado y quejarse con una mirada sombría.

ʺ¿Tú qué crees? Pero no me mires así, porque me dan ganas de golpearte y azotarte contra la paredʺ.
Contestó Saeng, quien odiaba esa expresión de rabia en el rostro de su esposo. Se preguntaba qué había hecho para merecer casarse con un tipo así.

ʺSé que no te atreverías a hacer esoʺ.
Dijo Hyun con una sonrisa maliciosa.

Saeng por su parte, no pudo evitar preguntarse si el hombre con ojos de cachorro que estaba frente a él realmente era el respetable y autoritario CEO que todos conocían.

ʺSolo el tiempo lo dirá, querido. ¡Estás insoportable! ¿Cómo demonios pude enamorarme de ti? ¿Acaso estaba loco en ese entonces? ¡Esto es demasiado!ʺ
Dijo Saeng, y después pensó: 'Quizás sí estaba completamente loco cuando me enamoré perdidamente de este hombre'.

ʺ¿Cariño, qué te pasa? No solo acabaste conmigo, sino que también contigo mismo. Has estado haciendo todo lo posible para que peleemosʺ.
Dijo Hyun, mirando a Saeng, atónito, preguntándose si realmente sabía lo que estaba diciendo.

ʺNunca he actuado como una persona normal desde que regresé a tu lado. No me importa si ahora piensas que soy raroʺ.
Dijo Saeng, frunciendo los labios y mirando a Hyun agresivamente. A pesar de que estaba culpando a su esposo, no podía negar que era un hombre realmente fascinante; tan inteligente y apuesto que siempre terminaba olvidándose de sus defectos.

Estaba tan enamorad6a de él que solo podía ver sus virtudes. Ante los ojos de Saeng, el brillo de Hyun nunca desaparecía, no obstante la máscara débil y lastimera que a veces se ponía.

ʺ¿Estás tratando de decirme que fui yo quien te hizo actuar de esa manera?ʺ
Preguntó Hyun con una carcajada, mientras le pellizcaba una mejilla, sin embargo el rostro de Saeng estaba rojo de ira.

De pronto recordó que había prometido llevar a su esposo al salón de belleza para que se hiciera un tratamiento facial, pero había estado tan ocupado que casi lo olvidó.

ʺAsí es. Pero da igual, ¿por qué habría de estar enojado contigo? ¡Lo mejor será que olvidemos este tema! Por cierto, ¿podrías retirarme la seguridad? No necesito que nadie me proteja. Realmente no me siento a gusto con esos guardaespaldasʺ.
Dijo Saeng, a quien no le agradaba que nadie lo siguiera, pues era independiente por naturaleza.

Hyun sin embargo ya se había acostumbrado a ser vigilado por guardaespaldas donde quiera que fuera.

ʺ¿Te sentirías mejor si les pido que te sigan desde lejos? No puedo evitar preocuparme por ti si andas soloʺ.
Dijo Hyun, quien quería asegurarse de que su esposo estaría bien, pues tenía razones de peso para preocuparse.

Su tranquilidad dependía de que su familia estuviera segura, feliz y saludable. Esa siempre era su principal prioridad, y todo lo demás pasaba a segundo plano.

ʺNo necesito que nadie vigile cada uno de mis movimientos; soy soldado, no un magnate. No necesito un séquito de guardaespaldas, además eso representaría un gran problema para mí en la base del ejército o en misiones que requieran mucha discreciónʺ.
A Saeng no le gustaban los privilegios, ni quería que los demás pensaran que pertenecía al grupo de personas que podían disfrutar de concesiones especiales.

ʺEstá bien, los retiraré, pero pídele a Marco que te acompañe a todos lados. De cualquier manera él es como tu guardaespaldas. Así estaremos todos más tranquilosʺ.
Dijo Hyun, quien no tuvo más opción que ceder ante la petición de su esposo.

Saeng era la única persona que podía hacerlo cambiar de opinión. Ese arrogante hombre podía darse el lujo de ignorar las palabras de cualquiera, pero nunca las de su esposo.

Un Verdadero Amor. 5a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora