Capítulo No.818

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Capítulo 818

ʺMe alegra que nos entendamos, SunMin. No te estoy acusando de nada. Siempre me he alegrado de tu relación con Shang. Ahora que me has explicado todo, no haré más preguntas. Sin embargo, debo recordarte que como hombre, debes ser más decisivo para alejar a ese hombre de ti, de lo contrario, tratará de involucrarse cada vez más en tu vida y seguirá generando problemasʺ.
Dijo Sherry, con un tono serio, para enfatizar la importancia del asunto. Como alguien que había pasado por una situación similar, sabía perfectamente lo mucho que podía verse afectada una relación cuando una tercera persona se involucraba.

ʺLo sé, arreglaré esto lo antes posible. Lo prometoʺ.
Dijo SunMin frunciendo el ceño. Sabía que había llegado el momento de despedir a XiuMin. De hecho, debió haberlo despedido desde un principio, sin embargo, ShangGuan le había pedido que no lo hiciera.

ʺEstá bien, ve a platicar con los invitados. Estoy segura de que sabrás cómo manejar esta situaciónʺ.
Dijo Sherry mientras le sonreía amablemente a SunMin y le daba unas palmaditas en el hombro. Estaba muy contenta con su yerno y no quería molestarlo más.

Por primera vez en toda su vida, ShangGuan había visto a su madre hablar con alguien tan seriamente y pudo darse cuenta de lo terriblemente asustada que estaba, pues no quería que algo peor llegara a suceder.

ShangGuan se acercó a ella, la abrazó y le susurró al oído: ʺMamá, no te preocupes. Ya verás que seremos muy felicesʺ.

Sí, definitivamente serían muy felices, XiuMin solo estaba tratando de sembrar discordia. Sin embargo, no era lo suficientemente listo como para sabotear su vida de casados. ShangGuan había tomado ese incidente como una prueba para su relación.

Poco después de que echaran a XiuMin de la fiesta, todos los presentes se olvidaron de su intrusión y continuaron con la celebración; platicaban unos con otros, se reían y bromeaban.

La ceremonia de la boda finalmente culminó con un sentimiento general de alegría. A nadie le importó que alguien tan intrascendente como XiuMin hubiera intentado interrumpir la ceremonia. Después de todo, ese evento marcaba la unión de dos almas muy afortunadas.

Unas cuantas horas después de que terminara la ceremonia, la pareja abordó un avión para dirigirse al misterioso Egipto, donde planeaban pasar su luna de miel.

ShangGuan siempre había deseado visitar ese país, pero nunca tuvo la oportunidad de hacerlo, y cuando SunMin le preguntó que dónde quería pasar su luna de miel, él eligió Egipto, sin dudarlo ni un segundo. Ese país le parecía maravilloso, pues había sido el hogar de una de las civilizaciones más antiguas que habían existido.

El famoso río Nilo corría a través de ese país. Cuando por fin aterrizaron, SunMin y su encantador esposo quedaron atónitos ante la rica cultura que estaban a punto de disfrutar. Se registraron en un hotel de lujo que estaba decorado al estilo del antiguo Egipto; el color que predominaba era amarillo dorado, el cual era el color simbólico de la cultura egipcia. Enormes murales adornaban las paredes y mostraban lo lujoso que era el hotel. Se quedaron un rato en el lobby apreciando la decoración y los pilares decorados con esculturas en bajorrelieve del antiguo Egipto. ShangGuan estaba asombrado con el arte egipcio y esperaba aprender más sobre él. Todo le resultaba novedoso y apasionante. Su agotamiento por el largo vuelo había sido reemplazado por el entusiasmo de aprender más acerca de esa cultura.

ʺ¿Por qué estás tan emocionado?ʺ
Preguntó SunMin con una sonrisa afectuosa. Quería hacer feliz a su querido esposo todos los días.

ʺ¡Oh! Siempre quise visitar Egipto desde que era niño. ¡Siempre soñé con conocer su cultura de cerca! Cleopatra, las pirámides, los santuarios, etcétera. Hay tantas historias fascinantes que sucedieron al rededor del río Nilo y que dieron origen a esta rica civilizaciónʺ.
ShangGuan estaba absolutamente encantado de poder visitar un país tan fascinante, junto al hombre que tanto amaba.

ʺCreo que debemos descansar primero para para podernos adaptar al desfase horario, después podremos salir y disfrutar de esta fascinante culturaʺ.
Dijo SunMin mientras abrazaba a su esposo de los hombros y caminaban por la suite. ShangGuan parecía un pueblerino que se maravillaba ante tantas cosas nuevas y elegantes. Lucía muy diferente a su habitual comportamiento como CEO. SunMin lo encontraba adorable.

ʺNo creo que tengamos problemas con el desfase horario; solo hay una diferencia de seis horas con nuestro paísʺ.
ShangGuan no podía esperar para caminar por las calles. Nunca imaginó poder visitar ese país, y de repente, su sueño se había hecho realidad.

ʺSé que estás impaciente por salir a conocer lugares, pero debemos esperar a que amanezca. Está totalmente oscuro allá afuera, ¿no te diste cuenta?ʺ
Dijo SunMin sacudiendo la cabeza. Les había tomado alrededor de doce horas para llegar a Egipto y su horario estaba atrasado por seis horas, en comparación con el de su país; así que era medianoche.

ʺTienes razón. Estaba tan emocionado que no lo notéʺ.
Respondió ShangGuan sonriendo tímidamente. Se sintió muy avergonzado con su esposo por su comportamiento.

ʺVoy a preparar la ducha para que puedas disfrutar un baño caliente y después nos iremos a dormir. Cuando descansemos un poco, podremos salir a caminar todo el tiempo que deseesʺ.
Dijo SunMin divertido, mientras entraba al baño. Había reservado una suite presidencial y esperaba que el baño fuera lo suficientemente higiénico para que lo pudieran usar a gusto. ShangGuan frunció el ceño y sacó la lengua cuando SunMin se dio la vuelta. Mientras tanto, desempacó y colocó sus cosas en el armario.

Se paró frente a la ventana que daba a la gran ciudad; el cielo estaba salpicado de estrellas. Hasta ese momento el hotel era la única atracción que habían visitado aquí y ya la había impresionado; simplemente no podía esperar para ver lo hermosa que se veía la ciudad de día. Esa fue la primera vez que SunMin descubrió lo sensible que podía ser su esposo, por lo tanto decidió no interrumpir su contemplación. Se quedó allí, observándolo, bañado por las cálidas luces de la suite. Pensó que sería perfecto si el tiempo se detuviera en ese momento y pudiera admirarlo así para siempre, hasta que envejecieran.

ʺ¿Está listo mi baño?"
Preguntó ShangGuan, mientras se daba la vuelta y notaba la mirada cariñosa de SunMin. Se sonrojó al recordar que esa noche era su noche de bodas. Su corazón latía tan rápido que se sentía como las ondas que vibraban en la superficie del Nilo.

ʺSí, tu baño está listo. Disfrútaloʺ.
Djo SunMin sonriendo amablemente. Sonreía más a menudo cuando estaba con su esposo, pero no se daba cuenta de eso.

ShangGuan se quitó el pijama y caminó hacia el baño; le dio un beso de piquito a SunMin cuando pasó junto a él y luego se apresuró a entrar al baño; Él se quedó estupefacto y le tomó un rato poder volver en sí. Se tocó los labios suavemente con el pulgar, sonriendo incrédulo, mientras miraba con ojos perversos la puerta cerrada del baño; todo indicaba que su noche de bodas sería extraordinaria.

ShangGuan no era nada modesto y se puso una lencería ajustada y seductora después del baño. No era para nada como Saeng, un oficial militar un tanto indiferente. Ni siquiera como HongKi, un niño bueno. ShangGuan era un hombre apasionado y jefe de mando, pero a veces se enfrentaba a situaciones que no podía controlar.

SunMin estaba acostumbrado a verlo en lencería sexy, pues habían vivido juntos durante mucho tiempo, aun así sentía que el corazón se le salía del pecho cuando lo vio.

ʺ¿Por qué te me quedas viendo?ʺ
Preguntó ShangGuan, ya recostado en la cama. SunMin se sentó a su lado y se inclinó para ver lo que estaba leyendo; sus ojos estaban fijos en sus labios rojos.

ʺEstoy revisando la guía turísticaʺ.
Dijo ShangGuan mientras se giraba para mirarlo, pero estaban tan cerca que sus labios tocaron los de él. Se quedó congelado por un minuto y se sonrojó, al darse cuenta de lo que había sucedido. Quería levantarse de inmediato, pero ya era demasiado tarde para hacerlo, pues su esposo ya se encontraba encima de él, observando su expresión de sorpresa mientras exhalaba.

ʺNo necesitas leer la guía turística, yo me encargaré de todo. Por ahora, ¿crees que debamos dar el siguiente paso después de la boda?ʺ
Sugirió SunMin mientras le acariciaba el rostro y sonreía. Parecía tan malvado y seductor que lo único que ShangGuan quería era estar cerca de él.

Un Verdadero Amor. 5a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora