SEGUNDA PARTE DE ARTEMISA QUEEN
Artemisa sobrevivió. Está viva y por fin tiene una vida normal... o al menos eso es lo que espera.
Luego de salvar a Tommy y que el techo de la CNRI le cayera encima, Artemisa estuvo en coma tres meses y muchas cosas...
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Lawrence Crock no odiaba a su hijas... solo que ellas no eran lo que él quería que fuesen.
Conoció a su esposa, Paula Nguyen, durante una misión. Ella era parte del equipo de seguridad del hombre al que debía matar, pero era demasiado hermosa y letal como para que semejante belleza y talento se desperdiciara.
La sedujo, le prometió joyas, y el triple de ganancia comparado con lo que aquel imbécil le ofrecía. Ella acepto gustosa.
Eran mercenarios, no recibían ordenes, no seguían a nadie... hasta que lo conocieron; Ra's Al Ghul.
La cabeza del demonio les presento su organización, un grupo de asesinos de elite con control sobre todo el globo terráqueo, encargados de "purificar y salvar" el mundo. Él, les propuso unirse a él y ellos encantados aceptaron.
Lawrence amaba a Paula, incluso podría afirmar seguir amándola, ella era la mujer perfecta para él, jamás lo dejaba ir solo a ninguna parte, siempre fiel, siempre leal.
Se casaron una tarde de abril, cuando ella tenía escasos tres meses de embarazo.
El proyecto Neverland, comenzaría en mayo de ese mismo año.
Neverland era el proyecto padre de Alice in Wonderland, pues con el embarazo de la letal asesina, surgieron algunas dudad que necesitaban respuestas; ¿Ese bebé heredaría las habilidades de ambos padres? ¿Tendría el mismo instinto asesino? ¿O sería incluso más letal?
Ra's ordeno que otras nueve mujeres de la organización se embarazaran de otros nueve hombres.
Neverland consistía en niños nacidos de asesinos. Ver cuan habilidosos podrían llegar a ser, que tan efectivos serían al matar. Era algo cruel, macabro, e inaudito.
La segunda tanda de bebes sería tres años después. Cuando Lawrence y Paula concibieron a la que sería su segunda hija; Artemisa.
Jade y Artemisa tenían una diferencia de edades de tres años. Fueron criadas de la misma forma, con la misma disciplina y los mismos entrenamientos, sin embargo, desde siempre, Lawrence supo que su primogénita era mucho más sanguinaria que su hermana.
Cuando él puso en las manos de Jade, a los cuatro años, a un gato y le pidió que le rompiera el cuello, ella lo hizo, sin chistar, solo giró la cabeza del animal y después lo boto. Pero cuando hizo lo mismo con Artemisa, ella solo lloró, suplicándole que no la obligara a hacerlo, gimoteando que sería buena niña, que obedecería cualquier otra orden, pero que no la obligara a hacer eso.
Desde el momento uno, supo que su hija menor solo sería una decepción para él y para todo aquello en lo que creía.
Visto desde su punto de vista, Lawrence solo quería que sus hijas destacaran por sobre los demás niños del proyecto, y aunque era bajo amenazas y promesas de muerte, Artemisa mantuvo al gran maestro impresionado durante sus primeros años en la liga de asesinos. Ella era eficaz, pero débil.
