CAPITULO 12. ALIADOS

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Dick Grayson estaba en su puerta, con una sonrisa ladina y su mirada llena de una diversión extraña.

Zatanna, tras de ella resoplo con enfado.

— ¿Qué haces aquí Richard? – preguntó la pelinegra.

— Hola Artemisa. – saludo el muchacho.

— Hola. – contestó ella divertida, estaba casi segura de que a Dick le gustaba su amiga.

— Zatanna. – dijo él, con cierta burla, y ella, claramente se dio la vuelta para volver a la sala.

Artemisa hizo una sonrisa con los labios pegados y se hizo a un lado para que el muchacho pasara, tras de él venia un hombre, de alrededor de cincuenta años, ella lo reconoció como Alfred, el mayordomo de los Wayne.

— ¿Te acuerdas de Alfred? – preguntó Dick.

— Hola. – saludo la joven hacia él.

— Un gusto verla señorita Queen, me alegra que se encuentre recuperada. – contestó él.

— Solo vino a dejarme, vendrá con mi padre para la cena.

— ¿Tu padre vendrá a cenar? – preguntó Artemisa confundida.

— Venimos por negocios. – respondió Dick. – Bueno... más bien mi padre. – dijo con una de esas risas escalofriantes que lo caracterizaban.

— Bien. – dijo ella.

— Los dejo. – anuncio Alfred. – vendremos después con su padre joven Richard. Señorita Queen, señorita Zatara. – se despidió.

Artemisa le brindo una sonrisa, y desde la sala Zatanna agito su mano a lo alto y le gritó una despedida con una sonrisa plasmada en el rostro.

Zatanna no odiaba a Dick, aunque eso pareciera, pero lo cierto es que la personalidad bromista del chico le era algo tediosa y fastidiosa, y siendo sinceros ella tenía una paciencia algo disminuida. Se podría decir que tenia una especie de relación amor–odio, aunque no tan radical, él habia sido el primero en hablarle, en mostrarse amistoso con ella, o al menos hasta que Barbara Gordon aparecía en contexto y le hacia caras molestas hasta que un Dick rendido iba tras de ella.

A Dick le gustaba pensar que su amistad con Zatanna era buena, y lo podía comprobar al ver las sonrisas de la joven luego de decirle que se marche o que la deje en paz, sabía que le agradaba a la muchacha, aunque ella jamás lo admitiera, y claro que él sabía del enamoramiento que ella tenia por "Robin" aunque jamás utilizaría su identidad a su favor.

— Estábamos por ver una película. – dijo Artemisa. – ¿Agua o soda? También hay jugo. – le preguntó al muchacho encaminándose hacia la casina.

— Agua esta perfecto. – contestó él.

Oliver había llamado a Bruce, no por un asunto de empresas o negocios, si no por la situación que tenían entre sus manos con Slade Wilson, sabía que no podía hacer las cosas por el camino que señalaba Jade, así como sabía que no podían hacer las cosas al pie de la regla, debía encontrar un punto entre ambos cominos, y si habia alguien que podía hacer eso era Batman.

El hombre vestido de murciélago entro en el bunker, a través de las sombras, apenas siendo detectado por Oliver.

— Estas aquí. – dijo Oliver girando hacia la esquina de donde salía el hombre.

— Pediste mi ayuda. – le respondió con su voz ronca y temible.

— Los héroes no eran parte del trato. – reclamo Jade con enojo.

Artemisa Queen: The shadows from the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora