CAPITULO 2: Con los ojos abiertos.

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La habitación de Artemisa se habia convertido en un pequeño salón de fiestas

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La habitación de Artemisa se habia convertido en un pequeño salón de fiestas. Con globos y todo el asunto.

Thea llegó media hora después de que la doctora se fuera, su cabello ahora lo llevaba un poco más arriba de los hombros, y lucía un poco más adulta, iba del brazo con Roy Harper, quien igual se habia cortado un poco el pelo y habia ganado algo de musculo, Artemisa suponía que su padre se habia hecho cargo del entrenamiento del muchacho durante los últimos tres meses.

Diggle también habia llegado, con una malteada de parte de Carly, la cual metió de contrabando la joven Queen.

Artemisa se sentía querida rodeada de todas esas personas que la querían.

Oliver le habia dicho que Tommy no estaba en la ciudad, lo cual la entristeció un poco.

Thomas Merlyn necesitaba un tiempo fuera, habia perdido a su novia, su padre resulto ser un maniático enfermos que fue arrestado, pero escapo al día siguiente y la hija de su mejor amigo, la cual consideraba su familia, habia casi muerto por su culpa. Y simplemente no pudo soportar más.

Artemisa tenía recargada su cabeza contra el hombro de Felicity, quien estaba sentada con ella en la cama acariciando su cabello, mientras escuchaban a Thea hablar de sus proyectos de poner una casa de modas.

— Sé que no tengo mucha experiencia cociendo, pero eso lo puedo solucionar con un curso en línea o algo así. – dijo restándole importancia. – he estado trabajando en diseños increíbles que debes de ver. – le dijo a su sobrina.

Artemisa seguía medio ida. Aun no podía creer que estuvo en coma tres meses. Era algo... impactante para ella, saber que estuvo inconsciente sobre una cama de hospital tanto tiempo.

— Me encantaría verlos. – contestó la rubia.

Thea también lo habia pasado mal. Roy la había montado en un tren con dirección a Ciudad Central, no supo nada hasta que regreso al día siguiente; su sobrina estaba siendo operada y su madre era arrestada por complicidad. Su vida se volvió un caos de la noche a la mañana, literalmente.

La morena le sonrió a su sobrina. Le hacia inmensamente feliz que la joven despertara, pues los tres meses que estuvo en coma fueron un infierno para todo aquel que apreciaba a la joven Queen.

— Los veras cuando vayamos a casa. – contestó. – ¡Porque ahora vivo con ustedes! – dijo emocionada con una enorme sonrisa.

— ¿Qué hay de la abuela? – preguntó Artemisa, ninguno respondió al instante.

— Am... está quedándose en la mansión. – contestó Felicity.

— Si. – dijo Thea con algo de amargura. – en arresto domiciliario. – se cruzo de brazos.

— La... ¿La arrestaron? – preguntó como si no supiera de que hablaban.

— Ya lo sé. – dijo Thea. – o al menos sé la historia de Oliver. – le hizo saber. – No me dijeron mucho sobre ti y tu pasado espía. – dijo encogiéndose de hombros.

Artemisa Queen: The shadows from the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora