Artemisa se consideraba una persona paciente. Oliver discrepaba un poco a eso, sobre todo cuando veía a su hija enseñarle a Roy como hacer un disparo simultaneo de tres flechas hacia tres puntos diferente y el pobre chico acababa con los dedos tan rojos como un tomate, y heridos con ligeros cortes por la cuerda. Pero la culpa era de Roy por insistir en aprender en un arco tradicional en lugar de uno compuesto.
— Necesitas relajar tu hombro. – regaño Artemisa por tercera vez.
— Decídete mujer, o tenso la cuerda o relajo mi hombro, no puedo hacer amabas. – se quejó Roy... por segunda vez.
— ¡Tienes que hacer ambas! – exclamo la rubia. – Si no lo relajas las flechas no irán hacia donde tienen que ir. Y si no ejerces fuerza entonces tampoco. – explico nuevamente.
— Esto es una mierda. – murmuro Roy, creyendo erróneamente que ella no lo escucharía.
— Si, y tu decidiste embarrarte en ella. – contestó Artemisa. – Ahora tensa la cuerda y relaja tu hombro.
Artemisa habia insistido en volver a entrenar a Roy, al menos en algunas cosas, todo bajo el argumento de que; "si ella no estaba ahí, debía asegurarse que Roy supiera hacer todo lo que ella sabía hacer". Oliver no pudo negarse, pues él haría lo mismo. Si el no estuviera para protegerla, le gustaría que la persona que la cuidara supiera 3 maneras distintas de derribarla, solo así se aseguraría de que quien cuidara de ella era apto para el trabajo.
— Deberían tomar un descanso. – insistió Oliver. – Solo se están estresando entre ustedes
— No deberías ser indulgente. – dijo Artemisa sin observarlo.
— Creo que Oliver tiene razón, deberían relajarse un poco. – opino Diggle, quien habia estado entrenando con el arquero.
— Él debe resistir. – insistió Artemisa.
Roy no opinaba, pues sabía que discutir con Artemisa sería totalmente en vano, no habia quien le ganara en una discusión si ella se lo proponía, así que el pelirrojo realmente esperaba que Oliver o Digg pudieran hacerla entrar en razón, más pronto que tarde.
— Artemisa. – intervino Felicity desde su asiento entre las consolas y monitores. – Se van a lastimar. Mejor continúan mañana, más frescos y relajados. – le sugirió con una sonrisa.
La joven observo a la mujer durante un par de segundos, la luego relajar su postura y suspirar.
— Bien. – se rindió la menor. – Pero has el circuito. – indico al pelirrojo sin darle oportunidad de festejar el término de su tortura.
Oliver observo casi atónito como su novia habia logrado que su hija cediera con tan pocas palabras. Aunque debía admitir que estaba fascinado con la relación que ambas tenían.
Silenciosamente el camino hacia los monitores, quedando justo detrás de la silla giratoria de Felicity, y sin esperan un segundo más la abrazo por la espalda.
Si habia algo que Oliver odiaba de todo el plan que habia ideado con Batman, era la distancia que debía tener con Felicity en público, no se sentía bien al esconderla, al ocultar su relación y tener que fingir ser un playboy con un lado paternal super desarrollado.
Si somos sinceros Oliver odiaba esa vida. Ya no era el jovencito de 18 años que amaba ir de bar en bar y de cama en cama, el de verdad quería formar una familia, tal vez sea el hecho de que prácticamente ya era padre de familia a sus escasos 27, o quizás porque ya había encontrado a la mujer ideal, pero él estaba ansioso por formar una familia con sus dos chicas.
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Artemisa Queen: The shadows from the Past
De TodoSEGUNDA PARTE DE ARTEMISA QUEEN Artemisa sobrevivió. Está viva y por fin tiene una vida normal... o al menos eso es lo que espera. Luego de salvar a Tommy y que el techo de la CNRI le cayera encima, Artemisa estuvo en coma tres meses y muchas cosas...