Artemisa Queen: The shadows from the Past

CAPITULO 13: EXPUESTA.

¿A caso la familia Queen está escondiendo a la hija adoptiva del ahora patriarca?

Desde el desafortunado evento en los Glades en el que Artemisa Queen se vio herida de gravedad, que la heredera no se ha mostrado en público exceptuando claro los tres meses en los que estuvo en el Hospital Starling. Todo parece indicar que la hija de Oliver Queen, o está siendo escondida o se está escondiendo, pues pese a que las clases han iniciado parece ser que la joven no ha hecho acto de presencia en ninguna de las prestigiosas escuelas a las que la elite de la ciudad envía a sus hijos.

La familia Queen se ha visto envuelta en varios escándalos a lo largo de los años, desde los arrestos juveniles de Oliver Queen, las supuestas infidelidades de Robert Queen, el naufragio del gambito, el accidente de drogas de Thea, la custodia de Artemisa Queen y claro, el más reciente, el arresto de Moira Queen por su complicidad en el atentado de los Glades. Así que no sería una sorpresa que ahora la familia se esconda del escándalo.

Sin embargo, el único miembro que no ha salido al ojo publicó es la más joven del Clan, ¿Será acaso que las secuela del incidente han sido tan devastadoras que no se atreven a mostrarla al público? ¿Son tales las cicatrices que la joven siente vergüenza de salir a las calles?...

Zatanna aventó la revista al otro lado de la habitación.

— Deja de leer esos artículos de porquería. – regaño a Artemisa.

Ella no solía leer revistas, mucho menos de chismes, le parecían absurdas y burdas, sin pies ni cabeza, pero habia encontrado una de esas revistas juveniles en su escritorio y sintió la curiosidad por hojear un poco, claro que se llevó una sorpresa al ver su nombre en letras grandes y brillosas.

Apenas habia leído la mitad del articulo cuando Zatanna le arrebato hábilmente la revistas de sus dedos y la reprimió con la mirada.

— ¿Por qué las lees tú? – preguntó la rubia con el ceño fruncido.

— No las leo por los artículos escandalosos. – se cruzó de brazos. – lo hago por los tips de maquillaje y las recetas de mascarillas, y claro los posters de Henry Cavil. – dijo con obviedad.

— ¿Qué más dicen de mí? – Artemisa tenía la más pura curiosidad.

Zatanna no sabía cómo responder a eso. Ella si que leía las revistas de espectáculos, sobre todo porque se la pasaba de viaje con su padre. Había leído mucho sobre Artemisa, sobre su familia, y todo lo que se especulaba sobre ellos, una cosa más exagerada que la otra.

— No suelo leer chismes. – dijo Zatanna luego de un pequeño silencio. – Te lo dije, no me enfoco en eso. – se encogió de hombros.

— Bien... – dijo la rubia. – Entonces buscaré en Internet.

— ¡No! – gritó su amiga.

Los artículos en internet eran incluso peores, habia muchas opiniones sin supervisión que podrían herir a su amiga y lo que menos quería Zatanna era que Artemisa saliera lastimada por las palabras de personas desconocidas.

— Zee. – pidió la rubia. – Los vere algún día.

— No lo hagas. – contestó la pelinegra. – No les des importancia.

— No me importa lo que otros dicen. – dijo Artemisa encogiéndose de hombros. – Solo quiero saber.

— ¿Si no te importa porque quieres saber? – contraataco Zee.

— Porque es de mi de quien hablan. – dijo la rubia. – En algún momento lo sabré. Solo quiero estar preparada.

Zatanna miró a su amiga y dudo unos segundos, pero le tendió nuevamente la revista.