Artemisa Queen: The shadows from the Past

CAPITULO 19: MADRE DE UNA HUERFANA

Cuando Paula Nguyen se casó con Lawrence Crock no se imaginó vivir con él una vida doméstica, no veía en su futuro casa con cercas blancas en un buen distrito escolar, no imaginaba niños corriendo a su alrededor, ni siendo una típica familia feliz americana.

Simplemente paso, un día su periodo no llegó, y el proyecto Neverland comenzó. Fue incluso halagador que las Sombras creyeran que ella podía dar a luz al asesino perfecto, que pensaran tan bien de la unión de Lawrence y ella.

Pero ese sueño hermoso acabo tan rápido y repentino como habia comenzado.

Jade nació hermosa y sana, una bebita perfecta que apenas aprendiera a caminar sin tropezar sería entrenada para convertirse en un arma letal viviente.

Pero aparentemente eso no era suficiente. Ra's necesitaba más que un solo puñado de niños para crear al ejército perfecto, fue entonces que el infierno empezó para Paula.

Pese a su negación en volver a embarazarse, las Sombras le comenzaron a dar píldoras, cuando ella descubrió como engañarlos y luego botarlas, empezaron a ponerlas en toda comida que sabían que ella ingeriría. Eso acelero su periodo de fertilidad y lo prolongaría por más tiempo, ella en verdad creyó que su esposo, el hombre al que adoraba ciegamente y creía que la adoraba y amaba con la misma intensidad haría algo por defenderla... Que equivocada estaba.

Lawrence llegó a ella cada noche que tuvo oportunidad, la sedujo, le juró amor eterno, le prometió el sol, la luna, el cielo y las estrellas. Trazo en su cuerpo constelaciones a base de besos y caricias... y ella cayo en la trampa.

Paula se entero de su segundo embarazo a finales del mes de junio, tenia apenas unas cuanta semanas, tan pocas como para poder interrumpirlo sin ningún problema... lastima que eso no estaba en los planes de la Liga de las Sombras.

Al enterarse del embarazo los encargados del proyecto Neverland, no le quitaron los ojos de encima, fueron los peores ocho meses, dos semanas y cuatro día en la vida de Paula Nguyen-Crock.

La pequeña nació a mediados de febrero, en un hospital de Gotha, peso 2.67 kg y midió 48cm. Demasiado pequeña según Lawrence. Había heredado los cabellos dorados de su padre, pero los tormentosos ojos de su madre, y eso fue lo primero que Paula odio de ella.

No podía odiarla por completo, después de todo era fruto del amor que ella y Lawrence se profesaban mutuamente, pero, aun así, le tenia rencor a ese pequeño fruto.

Nunca la registraron, como tampoco lo habían hecho con Jade, pero la nombraron Artemisa, en honor a la diosa griega de la cacería, sin embargo, cuando los encargados del proyecto la revisaron, le dieron el nombre de Alice.

Con el paso del tiempo Paula aprendió a tolerar a la niña, pero el rencor que le nacía hacia ella era algo que difícilmente podría pasara por alto. Extrañamente eso no le pasaba con Jade.

Le fue difícil vivir con ello, verla sufrir en los entrenamientos, ver como Lawrence la maltrataba y la hacia temblar. La pobre niña le tenia tanto miedo a su padre que incluso habia ocasiones en las que ella no controlaba sus esfínteres, ocasionando que se orinara en pleno regaño o en plena práctica. Sin embargo, Paula jamás intervino.

En conclusión, Artemisa nunca habia tenido una madre, al menos no una de verdad. Paula la habia dado a luz, salió de ella y era sangre de su sangre, pero... nunca fue una madre. Paula nunca fue una de esas mujeres con instinto materno a flor de piel, de aquellas que al ver un bebe tenían el instinto de protegerlo y cuidarlo, tal vez eso se debía a su falta de cuidados maternos, o quisa porque nunca deseo ser madre.

Pero las cosas parecían haber cambiado a su favor, pues ahora, Felicity Smoak ocupaba ese lugar materno que Artemisa siempre deseo que alguien ocupara.