Maratón 4/4
Artemisa habia dormido en el cuarto de su padre durante las ultimas tres noches, se quedaba despierta esperándolo y cuando él llegaba a las 2 o 3 de la mañana ella se acurrucaba en sus costillas. Eso tenia el mismo efecto de cuando ella timaba pastillas para dormir, así que, pese a que eran menos horas de sueño, definitivamente era más saludable que tomar pastillas molidas en su cena.
No habia ido al bunker por 2 razones; la primera tenia que ver con su escaso entusiasmo luego de su cesión de terapia con Laurel, y la segunda estaba más relacionada con la escuela.
Resulta que no podía faltar un mes a clases sin que los profesores no le exigieran ponerse al día, aunque ella fuese incluso más avanzada en algunos temas gracias a la excelente asesoría que le habia estado brindado Felicity en casa.
La escuela se estaba haciendo más tolerable con el pasar de los días, resulta que la elite adolescente se aburria con facilidad de un tema, por lo que con el pasar de los días escuchaba menos murmullos y sentía menos miradas en ella. Aunque parecía tener una sombra que pocas veces la dejaba tranquila; Cameron Mahkent.
Habia descubierto que el chico nuevo venia de los Glates, era uno de los becados a los que la fundación Queen beneficio luego de que algunas escuelas se derrumbaran de manera parcial tras el asunto del terremoto. En pocas palabras era de los casos que la gente de relaciones publicas habia tomado para tratar de... compensar el asunto de la culpabilidad de Moira.
Sin embargo, Artemisa no tenia ni la más mínima intención de formar un lazo con él, es más, lo quería lo más lejos posible que ella, pero resultaba ser que tomaban la mayoría de sus clases juntos, y que él era de los pocos que osaban a acercársele, así que no le quedaba más remedio que soportarlo hasta la hora del almuerzo, el cual era el único momento en el que, o bien se sentaba a comer con Thea, o bien hablaba por teléfono con Zatanna como era el caso.
- Te lo juro, estoy pensando en ponerle una orden de restricción. - dijo Artemisa mientras recargaba el teléfono en su botella de agua y se acomodaba en una de las mesas alejadas del patio, donde podía hablar sin ningún problema.
- Tal vez le gustas. - dijo Zatanna riendo a través del teléfono.
Era una video llamada, por lo cual Artemisa podía ver la malicia en los ojo de su mejor(única) amiga.
- Cállate. - siseo la rubia mientras terminaba de acomodar su almuerzo, Raisa le había preparado un poco de ensalada con pollo y algo de pasta que había quedado de la cena.
- Lo siento, olvide que solo tienes ojos para cierto pelirrojo de ciudad central. - se burló.
- ¿A Arty le gusta Wally? - escucho la voz de Dick Grayson y en ese momento quería que la tierra se la tragara.
- Largo Grayson. - gruñó Zatanna. - ¿No te enseñaron que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?
- Perdón. Aun no llego a esa lección con Alfred. - Artemisa no pudo evitar contagiarse de la risa burlona de Dick.
- No me gusta Wally. - dijo ella para llamar la atención de los dos que ahora se asomaban en el teléfono. - De hecho, no me gusta nadie. - recalco.
- Tu solo ignora al bufón. - dijo Zee refiriéndose a Dick.
- Yo también soy su amigo. - se defendió él. - Incluso la conocí antes que tú, y de no ser por mí, no serían amigas. - presumió.
- Tiene un punto. - contestó Artemisa divertida mientras le daba un bocado a su comida.
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Artemisa Queen: The shadows from the Past
RandomSEGUNDA PARTE DE ARTEMISA QUEEN Artemisa sobrevivió. Está viva y por fin tiene una vida normal... o al menos eso es lo que espera. Luego de salvar a Tommy y que el techo de la CNRI le cayera encima, Artemisa estuvo en coma tres meses y muchas cosas...