Artemisa Queen: The shadows from the Past

CAPITULO 28: En la Mira

Artemisa sabía que todo lo que pasaría a continuación en su vida, dependía en su totalidad de lo que la Jueza Mayer dictara. Habia solo dos planes; si le otorgaban la libertad condicional a Moira, entonces festejarían, y entonces volverían a ser lo que eran antes de que ella descubriera la alianza que Moira tenía con Merlyn, pero si se le declaraba culpable y era condenada... entonces Oliver saldría a dar una rueda de prensa donde se deslindaba a la familia Queen, y la empresa, de todas las acciones cometidas por su madre. Nadie quería la segunda opción.

Oliver sujetaba su mano con fuerza, ambos sentados en los bancos del tribunal, acompañados únicamente de Diggle, quien hacia su trabajo de guarura. Felicity, pese a su insistencia, no habia podido acudir a la audiencia, porque todavía tenían que pretender que la única relación existente entre ella y la familia era su lazo de Tutora-alumna con Artemisa.

Y Thea... simplemente no asistió. Y Artemisa no podía culparla, si había alguien que comprendía ese sentimiento de traición por una madre era ella, quien su madre rara vez la protegió y cuido, pero claro, la situación de Moira y Thea era demasiado diferente a lo que ella habia vivido con Paula, empezando por el hecho de que todo lo que Moira hizo fue pensando en proteger a su familia, mientras que las acciones de Paula, o habían sido egoístas o habían sido pensando en Lawrence.

Últimamente se hallaba a si misma pensando mucho en su madre, algo que le atribuía a las cesiones, casi diarias, de terapia que tenía con Laurel.

— Por el delito de complicidad, y de obstrucción de la justicia por retención de información, el tribunal encuentra a la acusada culpable. – dijo la jueza con voz monótona y casi aburrida, y pese al alboroto que los periodistas presentes armaron, esta se mantuvo de la misma manera. – Sin embargo, tras entregarse por cuenta propia, otorgar información de los involucrados y cinco meses de arrestó domiciliado, el jurado ha determinado que la acusada no será privada de su libertad.

Artemisa sintió como al agarre de su padre se aflojaba y volteo a verlo, se tallo los ojos con la mano libre y soltó aire, como si el peso del mundo se hubiera quitado de sus hombros. Ella noto la lagrima que se resbalo por su mejilla, solo que no puso identificar si habia sido de felicidad, o de estrés.

Dio un ligero apretón a la mano de su padre para mostrarle su apoyo, pues sabía que, ahora más que nunca, Oliver necesitaba que alguien fuese su apoyo.

— Sin embargo, deberá cumplir una sentencia de 1500 horas de labor comunitaria, y de una multa por daños a la ciudad de 150 mil dólares. – la jueza dio un golpe con el martillo para dar por concluido el juicio.

Moira giró a ver a su familia. Nunca se habia sentido más arrepentida por causarle tanto dolor a su familia. Ver a su hijo intentado esconder sus lágrimas y la ausencia de Thea eran solo recordatorio de todo el daño que provoco, no solo en la ciudad sino también en aquello que quería proteger en un principio; la seguridad de su familia. Moira logro ver de reojo a Artemisa, la pequeña niña que poco a poco se convertía en una mujercita, sosteniendo una de las manos de Oliver. En cierto modo era una escena triste.

La que alguna vez fue símbolo de abolengo y status en Ciudad Star, se veía envuelta en críticas y juicios bien fundamentados, señalada como una criminal, como la culpable de sangrar la ciudad, de derribarla hasta los cimientos... el remordimiento inundaba su mente y su alma.

Moira volvió la vista hacia sus abogados, ahora irían a que le quitaran el brazalete del pie que le impedía salir de su casa, por lo que no alcanzaría a ver como Diggle dirigía a Oliver y a Artemisa a través de los periodistas hambrientos de información.