Me hirvió la sangre de verla llegar, pues nunca fue a visitarme, solo supo de la presencia de Iorak y ella se aparecía. Ambos se saludaron con un abrazo a lo que yo dirigí mi mirada a otra dirección y me tope con el gozo de la reina Annia por tal escena. Lilianka pidió un arco y comenzó a tirar con Iorak; los dos parecían tener un ameno momento, de risas y toqueteos por parte de ella, mientras que yo convalecida, solo los veía a lo lejos.
Comencé a ponerme mas y mas triste de su buena dinámica, que a pesar de que Wilhem hablaba conmigo no podía dejar de verlos y ver como las cortesanas y la reina Annia gozaban verlos tan juntos y felices.
—Míralos, parecen llevarse muy bien — le dije a Wilhem mientras que el detenía aquello que me contaba para ver como Iorak por detrás de Lilianka la cubría con sus fuerte brazos para ayudarla a dispara su arco.
—No entiendo, porque el y yo no podemos ser así... no entiendo cómo lograr conectarme de la forma en la que ella lo hace...parecen tener una buena conexión — Wilhem veía como me dolía verlos juntos y felices, algo que yo no había tenido con Iorak hasta el momento.
—Llévame de aquí, comienza a nevar— dije mientras me quitaba unos pocos copos de nieve de mi cabello rubio, él entendió que no nos íbamos por el invierno, sino por aquella escena. Me sacó a la brevedad y se recluyó conmigo en la habitación.
Ya era noche y yo dormía, cuando escuche el movimiento de alguien en la habitación, era Iorak parado a un costado de mi cama viéndome dormir.
—Me disculpo si le desperté
—No se preocupe ¿sucede algo?
—Solo quería ver ... nada... es mejor que me vaya— cuando dijo esto, él se apresuró a salir de la habitación, cuando lo detuve llamándolo por su nombre, el se regreso y dirigió su rostro a mi.
—¿Por qué no puede ser así conmigo?— él parecía no entender mi pregunta—Veo la forma en la que la mira y conecta con ella... jamás me ha tratado así— dije triste. El pareció entender que hablaba de Lilianka, por lo que se acerco mas a mi—De verdad que he intentado acercarme a usted, pero pone una barrera para que yo no lo haga, por favor enséñeme a hacerlo... sino ¿por qué se casó conmigo?... la hubiera desposado a ella— dije casi a punto de llorar. El se sorprendió por mis pensamientos y negó con la cabeza— Parece que todos hablan maravillas de usted y de su personalidad, pero no conozco a ese Iorak... y si vamos a estar casados por el resto de nuestras vidas... tener hijos ... reinar este imperio... quisiera poder conectar con usted de la forma en la que conecta con ella.
— Lo siento Oksana, siento haberle hecho sentir de esa forma, prometo que trabajare en eso y jamas dude de porque me case con usted, la elegí por una razón y jamás me he arrepentido por ello. Yo quiero estar con usted... y tambien quiero que podamos ser más abiertos el uno con el otro
Le extendí mi mano y él me dio la suya, yo la sujete fuerte y le sonreí—Entonces de ahora en adelante prometo hacer todo lo posible para hacer que esto funcione— el me sonrió noblemente y se acercó hasta mi— Prometo hacer que esto funcione, por que tu eres mi mujer... mi todo.
Cuando el dijo esto mi piel se erizo, el beso mi mano y se fue de la habitación, no solo por el hecho de que por primera vez me hablaba de tú, sino que había dicho que era su todo.
Era nuestro ultimo dia en Skovjor el rey Jaimich y la reina Annia habían preparado una comida en honor nuestro y para despedirnos.
Wilhem me mandó a construir un bastón para poder ponerme en pie, puesto que mi pierna aún no estaba del todo curada, pero iba mejorando. Me vistieron con un vestido verde olivo de terciopelo, por encima un abrigo rojo que era cerrado por un cinturón dorado que tenía largos listones que caían por el frente de mi vestido, recogieron mi cabello y pusieron una pequeña corona de oro que caía por mi frente, unos guantes negros de piel cubrían mis manos y unos largos collares con pequeñas piedras en oro colgaban de mi cuello.
Caminamos por el gran salón del palacio del rey y la reina; nos sentamos al final de este frente a nosotros estaba la mesa del rey, antes de que estos llegaran, me había asegurado que dejaran un obsequio para la reina Annia. Cuando estos llegaron el Rey Jaimich regaló unas palabras en despedida nuestra y fue cuando me puse en pie y comencé a hablar.
—Quisiera agradecer a cada uno de ustedes por recibirnos con especial fervor y bondad— dije mientras miraba a los ojos a la reina, quien también se encontraba de pie— por su gran recibimiento y sus atenciones le regreso el regalo que me hizo de bienvenida, el mismo se encuentra frente a usted— dije mientras señalaba con mi mano el obsequio, esta lo tomo y al abrirlo se topó con una larga serpiente gris, la mujer se sorprendió y soltó la caja asustada dejando salir a la serpiente—No hay duda alguna que sus actos se pagan y si bien no puedo dejar de agradecerles por sus tan amables atenciones, en especial hacia mi persona, por eso he decidido dar un obsequio a su reino— cuando mencione eso ultimo pedí que abrieran las puertas y un enorme águila café entró volando, yo alce mi brazo y sus filosas garras se posaron en mi brazo, yo sostuve al animal y continúe.
— Esta águila es símbolo de nuestra casa, la casa de mi marido el emperador y ahora mía, la casa de nuestros futuros hijos y la casa imperante de estos suelos y hasta donde alcanza mirar nuestros ojos , la casa Skarg. Esta águila es un recuerdo de que siempre estamos presentes y de la fuerza que tiene el imperio, es símbolo del agradecimiento hacia ustedes— cuando termine lance el animal a volar y este se dirijo de forma veloz a la serpiente el cual tomó entre sus garras y comenzó a devorarla en el aire, cuando mi animal hizo eso yo le sonreí a Annia y levante mi copa brindando, por lo que ella entendió mi mensaje. Solo tomo asiento simulando una corta sonrisa, voltee a ver a Iorak y este reía de forma orgullosa por mi acto, le gustaba que mostrará un lado diferente a mi nobleza y no es que fuera una mujer mala sino que debía defender lo mío y mi nombre.
Salimos del reino en dirección a Ruskyl mi primer tribu y la tercera de Iorak por visitar puesto que el continuo con la gira mientras yo me encontraba convalecida.
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ROSA INVERNAL
Ficción GeneralCuando Oksana es destinada a casarse con el emperador de un país lejano; característico por su eterno invierno y por ser tierra de salvajes, se vera forzada a forjar su carácter apacible y alzar su voz. Entre la locura de su hermano y el afrontar...