—¡Aynur!— grite y ella también, entonces ambas corrimos a abrazarnos.
—No sabe cuanto la extrañe — dijo Aynur mientras me sujetaba con sus fuertes brazos.
—Yo también
Mientras las dos nos veíamos la una a la otra Agda llegó por detrás de mí.
— Su majestad siento interrumpir, pero debemos bañarla y cambiarla para la cena de bienvenida.
—Si, gracias Agda— le dije dándole la mano mientras pasaba aun costado mio y se iba en dirección a mi habitación.
—Tenemos tanto de qué hablar... en verdad fue un viaje extraordinario
—Me alegra escuchar eso su majestad, la veré en la noche
—Si— le conteste mientras le sonreía y me alejaba de ella.
Mientras yo subía los escalones de mármol para dirigirme a mi habitación vi como Iorak se quedó hablando con un grupo de guerreros. Agda y Revna pasaron un largo rato arreglandome y bañandome para la cena de bienvenida. Un vestido morado purpura cubría mi cuerpo, este era algo ancho y tenía una cola larga, por encima de este me pusieron una clase de delantal que cubría desde mis hombros hasta mis rodillas, el cual se encontraba bordado con cuentas de plata, me puse unos guantes de cuero negro. Soltaron mi cabello rubio y largo y por encima me pusieron una enorme corona que cubría toda mi cabeza y por mis sienes colgaban unas cuentas de plata hasta por debajo de mis mejillas.
Llegada la noche, los invitados ya estaban presentes, entonces entre al salon principal y una larga mesa de madera con gente en sus asientos esperaban a sus emperador. Me aproximé hasta mi trono que se encontraba a un costado del trono del emperador. Iorak aún no llegaba.
— ¿La cena ya esta lista?— le pregunte a Agada
— Si su majestad, sólo esperamos al emperador
— De acuerdo
Pasaron unos minutos entonces Iorak apareció, impecable como siempre, camino por el largo pasillo mientras saludaba brevemente a sus compatriotas hasta que llegó conmigo, antes de tomar asiento en el trono se detuvo y beso mi mano desnuda, pues yo había retirado mi guante; entonces el se sento y todos despues de el.
—¡Kronk! ¡Kronk! ¡Kronk!— gritaban todos con sus fuertes voces en una misma voz, esto significaba emperador. Lo decían cinco veces cada que el emperador iba a hablar o cuando terminaba un discurso alargando las letras en su último grito.
Iorak dio un largo discurso sobre nuestra travesía a lo largo y ancho del imperio, contó anécdotas, pero lo que más causó impresión fue el tema de los Yaqui. Iorak alertó a sus cortesanos y pidió que ahora más que nunca todos debían estar unidos y fuertes, pues se dio cuenta que los Yaqui no cedería tan fácil. Terminado el discurso bajamos del trono para comer entre nuestros cortesanos y pasar una agradable velada en casa.
— Luce muy bella su majestad— dijo Aynur mientras tomaba asiento junto a mi.
— Tu tambien— dije mientras observa su vestido naranja y la piel de zorro gris que cubría su pecho.
— Todos nos enteramos de su encuentro con Aleksi
Cuando Aynur dijo esto yo me sorprendí y le di un sorbo a mi bebida — ¿A sí?
— Si, es algo que causó mucha impresión, ahora todos ven a su majestad como una mujer valiente— dijo Aynur contenta.
— Bueno al menos ya no dirán que soy una emperatriz incompetente— dije burlándome de mí misma
—Para nada su majestad, nadie dice tal cosa
— Si te contara todo lo que se dice de mí entre los reinos y las tribus, por eso creo que fue buena idea la gira, así todos pondrían cara a la emperatriz extranjera y se dieron cuenta que no solo soy un titulo, tambien soy una persona— dije mientras le daba otro sorbo a mi bebida.
— ¿Enserio? ¿Qué fue lo que escucho?— pregunto Aynur interesada.
— Pues te platicare...
Pase casi toda la velada con Aynur platicándole sobre la reina Annia, la princesa Lilianka, mi aparatoso accidente y la princesa Freya
Como pase toda la noche con Aynur sin dormir, desperté en el gran salón. Wilhem se había quedado a cuidarme pues Iorak así se lo indico, pero el pobre cada vez que volteaba a verlo parecía quedarse dormido. Al otro dia en lugar de despertar y tener un productivo día lo pase durmiendo recuperando las energías del viaje. A decir verdad toda la semana la pase durmiendo y tomando siestas.
Después de mi largo descanso el cual fue respetado por Iorak, me reuní con el Kontze pues habría una recepción de año nuevo en el palacio; esta era una de las fechas más importantes en el calendario del imperio y que tendría celebración en menos de un mes.
—Su majestad tiene que elegir un color para la decoración
Pensaba mientras veía distintas telas sobre la mesa de madera que me mostraban algunos secretarios de los miembros del kontze.
— Me gusta el dorado
—Entonces dorado será, su majestad imperial— dijo Craig, el encargado de los eventos en el imperio.
Pase la tarde platicando con Craig sobre la temática del año nuevo, la decoración, la comida, las bebidas y los invitados. Esta celebración era anual por lo que era importante que todos los alaviines, alaviinas, jefes, jefas, reyes y reinas fuesen invitados. Además que en el pueblo también se llevaban a cabo pequeñas celebraciones.
Iorak y yo habíamos estado tan inmiscuidos en nuestras labores estos días por lo que a veces solo nos veíamos en el desayuno, si todo iba bien, pero el mínimo momento junto a él me hacía el dia entero. Me encantaba verlo, ver su perfecto rostro, besar sus labios gruesos, acariciar su largo cabello, sentir su calor.
—¿Su majestad quería verme?— preguntó la joven de cabellos rojizos mientras se adentraba a mi sala privada.
— Si Aynur, quisiera que fueses mi dama principal—Aynur me vio en silencio y no dijo nada—¿Sucede algo?
—Oksana, no me es posible
—¿De qué hablas?
— Ahora estoy al cuidado de otra dama
—Aynur pero soy tu emperatriz— dije resentida
— Estoy con Gytha... se encuentra embarazada y me temo que no la puedo dejar en esa condición — Cuando Aynur dijo esto mi mundo se vino abajo, la mujer del mejor amigo de Iorak estaba embarazada y ella se había casado con él meses después que yo.
—De acuerdo Aynur, entiendo— dije mientras perdía la mirada en la nada y me daba la media vuelta para regresar a mi silla de cuero.
—Pero su majestad, prometo que cuando nazca este niño volveré con usted— dijo Aynur con sinceras palabras
— Si— dije con la voz quebrada mientras me alejaba de ella.

ESTÁS LEYENDO
ROSA INVERNAL
Ficção GeralCuando Oksana es destinada a casarse con el emperador de un país lejano; característico por su eterno invierno y por ser tierra de salvajes, se vera forzada a forjar su carácter apacible y alzar su voz. Entre la locura de su hermano y el afrontar...