Pasaron largas semanas sin respuesta alguna de Iorak. Esos días los pasé metida en los orfanatos de la capital intentando distraerme del barullo de la gente quienes hablaban de mi. Esta distracción no era solo para evitar pensar en Iorak, sino también en Wilhem, quien aún no había llegado, lo cual me tenía preocupada, después de lo sucedido con Octavius y el duque Elliott.
— Su majestad su baño ya esta listo— dijo Agda.
Antes de irme a dormir, tome un relajante baño, pues mañana tendría que ir a abrir las puertas del parlamento y dar inicio a la sesión, pero ese era el menor de mi problemas ahora, se acercaba el cumpleaños de Iorak y no solo eso, también su regreso a Marmur.
Agda y Revna me pusieron un vestido rojo, por encima un suéter de lana teñido en rojo, unos guantes de lana negra protegían mis manos del frio y un collar de plata largo decoraba mi pecho, recogieron mi cabello rubio en una media coleta y le dieron un poco de color a mis mejillas pálidas.
Un carruaje me llevó al centro de la capital, ahí afuera de lo que sería el parlamento había gente reunida. Cuando baje, estos me saludaban amablemente a pesar de que pensé, qué estarían molestos, no lo estaban; las puertas de madera se abrieron y entre al edificio, ahí me esperaba un grupo de gente sentada y al final del edificio se encontraban cuatro mesas que formaban un semicírculo y en cada mesa había siete personas sentadas, ellos eran el personal del parlamento; antes de llegar hasta el trono, salude a todos con una leve reverencia con la cabeza y camine hasta el centro, para pararme frente a la silla del emperador.
— Pueden tomar asiento— dije a la vez que yo también lo hacía— El día de hoy doy por inaugurado el parlamento de Norduslak, el cual será llamado a sesión, si el emperador así lo pide, esto siempre para resolver una decisión que no pueda ser resuelta en el Kontze— cuando dije esto pude ver a algunos miembros del honorable kontze en la sala— Este parlamento se conforma por mujeres y hombres de distintas edades, oficios y clases sociales, para que su veredicto sea de los más justo, este parlamento se conformará de veintiocho miembros, los cuales permanecerán en su puesto por un periodo de tres años , con una paga por sus servicios— cuando termine me puse en pie, a lo que todos me siguieron y juntos en una misma voz, a alabamos a Iorak, pues aunque yo era la regente, él seguía siendo nuestro emperador— Como primer tarea para el parlamento, está la propuesta de ley, en la cual se pide terminar y prohibir la esclavitud en el imperio
Cuando mencione esto, todos se voltearon a ver unos a otros, parecían sorprendidos, incluso asustados.
— Su majestad, su propuesta será tomada en cuenta y revisada, en los próximos días tendremos cita, para resolver el asunto
— Que así sea
La fecha llegó, era el día en que Iorak había dicho que regresaría, de acuerdo a la carta que envió Hal.
—¿Como luzco?— le pregunte a Aynur quien semanas atrás había vuelto a mis servicios
—Espectacular— dijo mientras me sujetaba por los dos hombros—¿Estás lista para verlo?
—Estoy emocionada, pero algo preocupada, tengo miedo de que no le hayan gustado las acciones que tome últimamente
—Son para hacer un bien— dijo Aynur con la mirada triste.
—Así es— le sujeté la mano y le sonreí.
Salí al balcón para ver cómo a lo lejos se acercaba la caravana de Iorak y del grupo de guerreros que regresaban a descansar mientras otros se iban al campo de batalla. Baje y me dirigí a la sala de tronos, ahí me abrí paso y tome asiento junto al trono de Iorak, pues el emperador volvía, por tanto yo volvía a mi antiguo papel; entonces entró, iba vestido en su uniforme de guerra, una capa de piel se recargaba sobre su hombro izquierdo y llevaba su espada empotrada, al costado de su cadera; su cabello blanco parecía haber crecido más y lo llevaba peinado hacia atrás y su bello rostro se encontraba rasurado como siempre.
Cuando entro, todos hicieron una reverencia para su emperador y para los hombres que le acompañaban. Me puse en pie contenta de verlo, pero él no me dirigió la mirada, entonces el llego hasta mi, subió los escalones y antes de tomar asiento me vio a los ojos y me hizo una reverencia, así sin más. Instantáneamente quise llorar, lo había esperado por tanto tiempo y solo se atrevió a mirarme, esto era por culpa de lo que había hecho. Me dije una y otra vez mientras me perdía en mis pensamientos y no escuchaba las palabras de Iorak.
El recibimiento duró largas horas y en la cena Iorak se disculpo con todos pero quiso ir a descansar, lo necesitaba. Me quite el vestido en mi habitación sola, no quería que nadie me viese, de forma que pase la noche entera llorando. Me había dolido mucho el alejamiento de Iorak.
Al día siguiente, aún en cama, se me informó que Iorak pasó toda la mañana hablando con su kontze; después darme un baño, pase por afuera del salón donde se reúnen, pero por mas que espere no salían, podría jurar que duraron más de 4 horas ahí dentro.
Me paseaba por los pasillos del palacio intentando calmar mis ansias cuando Revna llegó corriendo casi sin aire—Su majestad— dijo haciendo una reverencia.
—Revna...¿sucede algo?
—Su majestad el emperador, le está mandando a llamar—me quede pasmada, después de tantas horas de hablar con el kontze ¿ahora me pedía?
—De acuerdo ¿donde esta?
—Está en su oficina
—Vamos
Ambas caminamos a paso rápido, pero en silencio,hasta que llegamos a la puerta de la oficina de Iorak.
—Adelante su majestad
—¿Tu no entraras?
—No, su majestad, el pidió específicamente hablar a solas con usted
—¿Qué más dijo?— Revna me vio sorprendida.
—Solo entre su majestad
Revna no dijo más y se fue, nerviosa toque suavemente a la puerta y escuche la voz de Iorak, entonces abrí la puerta y él estaba sentado detrás de su escritorio.
—¿Mandaste a llamarme?
—Pasa— dijo poniéndose en pie.
A decir verdad que para todo el halo de secretismo, parecía muy tranquilo. Nerviosa cerré la puerta por detrás de mí y me adentre a la habitación, ahí él llegó hasta mí y me abrazo, yo sorprendida no hice nada, pero al ver que su abrazo era genuino también lo abrace.
—Te extrañe tanto— dije sujetándolo con tal fuerza, a lo que el río y más se acurruco en mis brazos, después de un largo rato el se alejo lentamente de mi, para así quedar cara a cara.
—¿Crees que estoy molesto?
A su pregunta, rapido abri mis ojos recordando lo que había hecho—Supongo, en realidad no se que pasa por tu cabeza ahora mismo— dijo mirándole a los ojos. El río y se alejó de mí por completo, para tomar asiento detrás de su escritorio.
—He escuchado tanto, pero me quedo con esto— entonces el saco de su saco un papel el cual dejó sobre el escritorio, yo me acerque y lo tomé, era mi carta.
—¡Mi carta!
—No estoy molesto Oksana, sorprendido sí, pero también orgulloso. Concuerdo contigo y pienso que debemos llevar este imperio a la modernidad, es solo que yo estaba tan cegado en pelear con los Yaqui, que había olvidado echar andar el imperio, por eso cuando leí tu carta me pareció de lo más innovador tu propuesta
—¿Ah sí?
—Asi es, es mas creo que la restauración del parlamento en el imperio es buena idea, mi bisabuela la emperatriz Polina, era una mujer visionaria, pero por ser mujer creyeron que sus ideas eran absurdas, ella fue quien creó al parlamento, pero cuando la destituyeron también el parlamento. Mañana daré un anuncio del establecimiento de este por siempre... el tema de los esclavos por otra parte es algo que trae al concejo alborotado
—Lo se, cuando lo propuse muchos se opusieron, pero muchos parecieron estar a favor
—Yo te apoyo Oksana, yo también creo que debemos vivir en un mundo sin esclavos — cuando el menciono esto yo sonreí alegre pues me ponia feliz el saber que ambos pensábamos igual.
—Entonces ya quedara en que el pueblo decida, pero aun y que estos decidan que no, no descansaré hasta terminar con eso.
Iorak hizo una media sonrisa por mi respuesta y no dijo más.

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ROSA INVERNAL
Fiction généraleCuando Oksana es destinada a casarse con el emperador de un país lejano; característico por su eterno invierno y por ser tierra de salvajes, se vera forzada a forjar su carácter apacible y alzar su voz. Entre la locura de su hermano y el afrontar...