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El tiempo que Iorak estuvo ausente me quede con Marion, si bien era una chica tres años mayor que yo y que pronto seria casada con el Conde Sphin del reino de Adbed por lo que se convertiría en reina; algo que me ponía muy contenta pues había conocido a Sphin durante mi viaje y sabía que era un buen muchacho; de delicadas facciones y noble corazón.

—Bueno, esperare con ansias la invitación a su boda— dije mientras le daba un sorbo a mi te.

—A si sera su majestad— contestó Marion.

—¿Para cuando se tiene programada la boda?

— Para mediados del próximo año — dijo la joven mientras acomodaba un cabello rebelde de su trenza

—Pues a mi y a Iorak nos dará mucho gusto verles casarse— le tomé la mano a Marion y le sonreí — ¿Ya conociste al chico?

— Solo nos hemos visto una vez su majestad— dijo la joven mientras acomodaba su chal rosa palo.

—No me llames majestad puedes llamarme Oksana, soy menor que tú — reí alegremente a lo que ella tambien río — Pues te dire que el es un chico muy guapo... se que se gustaran mucho

Iorak llegó del sur de la región para después tener una junta privada. Como era nuestro último día Wren dio una cena en nuestro honor y por el arduo trabajo que había hecho Iorak en las aldeas.

La tiara con la que había sido coronada decoraba mi cabeza, mientras que mis rizos dorados se encontraban sueltos; un vestido de tela dorada se ajustaba a mi figura por encima llevaba un abrigo de piel negro similar al largo de mi vestido, dos guantes de cuero cubrían mis manos y un cinturón de oro amarraba mi diminuta cintura,

Cuando Wren me vio se sorprendió tanto que casi tira su copa de vino. Iorak se percató que Wren no me quito la mirada en toda la velada. Él se encontraba atento a todo lo que yo necesitase, que la comida fuese de mi agrado, que mi copa nunca estuviese vacía, incluso de mi plática con los otros comensales y con su hija Marion, quien cada vez me agrada mas. Mientras la noche transcurrió llegó un grupo de músicos tocando diferentes instrumentos, pero el que más llamaba mi atención era uno que tenía forma de guitarra, aqui lo llamaban ''Onish''

Yo escuchaba la romántica música, cuando siento que alguien toca mi hombro y era Wren—Su majestad me permitiría bailar esta pieza conmigo— dijo mientras extendía su mano hacia mi.

Sorprendida y sin saber bien qué decir pues una emperatriz no debía bailar, mucho menos con alguien que no era su marido, rápido busque a Iorak con la mirada y pude ver como él también no entendía la situación, entonces el un tanto molesto asintió con la cabeza.

—Sí jefe Wren— dije para hacerle entender su rango y el mío y que no estaba bien que invitase a la mujer de otro hombre a bailar.

Me puse en pie y el sujeto mi pequeña mano, llevándome hasta la pequeña pista de baile, ahí todos nos observaban atentos, entonces el puso su mano gruesa sobre mi cintura y la otra abrazaba mi mano desnuda pues me había retirado los guantes de lana, mientras esto sucedía busque a Iorak nuevamente y pude ver como solo tensaba su mandíbula mientras veía como nuestro baile comenzaba.

La música comenzó y nuestro baile también. No me espere jamas que Wren fuera un buen bailarín pero, en verdad que lo era. El bailaba al compás de la romántica y suave música, me guiaba como si yo fuese su pluma y él, el escritor. Yo con mi conocimiento de danza respondía a su llamado. Nuestros cuerpos se movían a la luz de la velas y bajo la mirada de todos, el me sujetaba fuerte y el recorrido de su tacto me hacia poner la piel de punta pues jamás había sido tocada por otro hombre que no fuese Iorak, el me recorría los brazos, la espalda, la cintura incluso llegó a rozar mi mejilla con su mano. Mientras yo bailaba podía sentir gran calor, debía admitir que me gustaba... me gustaba el sentimiento de un hombre tocándome al bailar, o solo el tacto de un hombre.

Me encontraba en un trance al bailar con él, nos mirábamos fijamente a los ojos olvidándonos de los espectadores... de mi marido. Pero un sonido me hizo volver a la realidad, Iorak golpeó su tarro de hierro contra la mesa de madera y todos voltearon a verlo, la música se detuvo y Wren detuvo nuestro sensual baile. Yo con la respiración acelerada y las mejillas rojas y calientes por aquello que había producido en mí ese baile, lo mire, Iorak parecía molesto... mas bien parecía que quería matar a Wren... ya lo hacía con la mirada.

—Es hora de irnos a dormir, mañana madrugaremos la emperatriz y yo— extendió su mano hacia mi.

Voltee a ver a Wren y rápido soltamos nuestras manos, entonces me lleve mi mano izquierda a mi pecho y me dirigí hasta Iorak, cuando a llegue a el le tome la mano y me pegue a su cuerpo.

— Gracias jefe Wren y buenas noches a todos— dije en nordus; entonces voltee a ver a Wren e hice una pequeña reverencia. Iorak y yo salimos de ahi a paso veloz, él me llevaba de la mano hasta su dormitorio. Cuando entramos el cerro la puertas furioso y se recargo sobre estas, entonces lentamente se giro hasta mi, mientras yo tenía ambas manos sobre mi pecho como tratando de protegerlo, mientras los nervios me comían pues sabía que estaba molesto.

—¿Acaso te gusto?— dijo acercando a mí a paso veloz.

—¿De qué hablas? — le dije nerviosa, entonces el me arrinconó hasta la pared y comenzó a besarme apasionadamente.

—Dime ¿te gusto estar con el?

—No Iorak, solo fue un breve momento — cuando dije esto el río entre besos, parecía furioso por mi respuesta, parecia que queria terminar conmigo ahí mismo

— Fueron cinco canciones con larga duración Oksana— dijo molesto.

Cuando el menciono aquello me sorprendió y solo me atrevi a decir lo siento de forma sumisa, entonces él se detuvo a verme brevemente y continuo besándome, besaba mi cuello mis labios mis pechos.

—¡Anda dime si te gusto !

—¡No! — grite diciendo la verdad, entonces él levantó mi vestido y pasó sus dedos fríos por mi entrepierna, entonces yo solté un gemido.

—Parece que si te gusto

—No, juro que no, juro que solo tengo ojos para ti — dije mientras me mordía el labio, ya no sabía si por miedo, nerviosismo o placer.

—Eres mía — dijo mientras sacaba su mano por debajo de mi vestido, me tomo de la cintura y me aventó a la cama— Solo mía

— Si — dije deseosa. El me quito el vestido con mi ayuda, entonces yo desabotone su pantalón y le quite la camisa, el se acerco a mi nuevamente para besarme.

—Mía Oksana, solo mía

— Si— dije en un trance de placer.

— Dime que puedo hacer para complacerte, quiero hacerte sentir como él lo hizo— dijo entre besos, yo no entendía bien a qué se refería

—¿De qué hablas?— dije con la respiración entre cortada. 

—Oksana todos nos dimos cuenta de cuanto lo disfrutabas... tu cuerpo me indico lo mismo— dijo mientras se alejaba de mi frustrado, yo me incorpore y me recargue en la cabecera, comencé a pensar en el baile...¿que había sentido?

—Fueron sus caricias

—¿Te toco?— pregunto molesto.

—No de esa manera Iorak, nunca me habían tocado con tal delicadeza... tal vez por eso mi cuerpo respondió de tal manera— dije mientras pasaba saliva y me lamia los labios recordando el roce de Wren por mi cuerpo, entonces me despabile y dije —Juro que solo tengo ojos para ti... pero es verdad que se sintió bien aquel tacto delicado y sensual

Iorak se quedó pasmado cuando le dije eso, tanto que alejó su mirada de mi y rápido se cubrió, parecía pensativo, parecía que algo le carcomía la cabeza.

—Lo siento Oksana— dijo apenado y salió de la habitación con solo la camisa cubriendo su musculoso cuerpo.






ROSA INVERNALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora