ROSA INVERNAL

31

Nos subimos al Bakismálan y mientras yo inspeccionaba que se acomodaran las cosas en la nave junto a Revna, Iorak hablaba con sus consejeros en la sala principal para ver las siguientes vistas. La noche la pase sola, puesto que el había trabajado hasta altas horas de la noche junto a sus consejeros y ciertos asuntos que pasaban al este del imperio.

— Veo que no has dormido— dije entrando a su oficina, mientras el tomaba una pequeña siesta sobre su escritorio.

— Pido perdón porque me vea así, teníamos que ver unas cosas — él se detuvo unos momentos un tanto pensativo— Ha comenzado a haber ciertos problemas en el imperio.

— Ya veo... espero y todo este bien

— Lo estará— dijo Iorak mientras se ponía en pie— Ahora iré a descansar— cuando el paso a un costado mío yo le sujeté la mano y le mire a los ojos.

— Recuerda lo que hablamos — cuando dije esto él sonrió y pasó su mano por mi rostro para después irse.

Leía en la sala común junto a mis Kyrias, cuando escuche que Revna grito que viera por la ventana, deje mi libro de lado y vi una enorme criatura corriendo a paso veloz sobre la nieve.

— ¿Pero qué es eso?— pregunté asombrada

— Es un ''tjor''  son de la zona, miden tres metros y llegan a pesar mucho.

Regrese mi mirada al animal que corría. Su pelaje era largo y era gris, tenía cuatro patas y una cola pequeña, era algo gordo y su pelo largo incluso le cubría la cara, pero el viento dejaba ver sus características faciales.

— Son animales de carga, tenemos unos cuantos domesticados en la tribu de Jäat cuando vayamos los verá de cerca— dijo Wilhelm a lo que yo sonreí emocionada.

Los tres días y dos noches que duró el viaje Iorak se los pasó en velo a solas. La última noche me levante a mitad de esta, para encontrarlo en la sala viendo por la ventana la nieve caer en silencio.

—¿Todo bien?

El volteo sorprendido— ¿Qué haces despierta?

—Me preocupa el no verle dormir—él sonrió levemente y bajó su mirada. Yo me acerque, para después tomar asiento frente a él—Dijimos que haríamos todo para hacer que esto funcione... y una vez más me siento relegada... quisiera entender ¿por qué no puede dormir?... quiero que puedas confiar en mi

El se quedo en silencio viendo la oscura noche por la ventana.

— Mi madre se llamaba Sigrid, era la segunda esposa de mi padre — dijo rompiendo el silencio— Mi padre la desposó cuando ella cumplio los dieciséis, ella murió joven ... a los 21 ... tengo pocos recuerdos de ella

— Lo siento mucho — dije con una suave voz. Él sonrió triste y su mirada continuó fija en el exterior.

— Mi padre el emperador Akos V, me mantuvo un año en el palacio de Karsiya, hasta que él volvió a casarse, se consiguió una nueva segunda esposa, con ella tuvo tres hijas; a mi me mandaron al reino de Skovjor hasta que cumpli los trece años y fui a la tribu de Lochberg a formarme como guerrero, hasta que mi padre murió junto a sus hijas y la reina Amartia en un terrible accidente en el bosque— cuando el menciono lo ultimo me sorprendí, pues no tenia idea que él tuvo hermanas— Me convertí en emperador a los dieciocho, la reina madre que era su primera esposa se fue al exilio y después de varios años se suicidó. Ella nunca le pudo dar un hijo a mi padre— Cuando él dijo esto yo pase saliva algo nerviosa

—¿Te quedaste solo? 

—No, tuve... bueno aun tengo a mi clan, mis guerreros, mi familia, pase toda mi adolescencia con ellos y aun se encuentran conmigo, tú los has visto. Esos hombres se volvieron mi familia, por eso soy tan cercano a ellos— dijo refiriéndose a porque casi todo el tiempo estaban juntos.

—Si el clan Volvky—dije recordando aquellos hombres que vivían con nosotros en el palacio de marmur junto a sus esposas e hijos. 

—Desde muy pequeño se me enseñó a cazar,  pelear,  domesticar bestias salvajes, se me enseñó a sobrevivir en el frío invierno de esta región, se me enseñó todo lo que un buen guerrero debe saber— el pausó unos momentos y bajo su mirada — Me dirigí al palacio de Marmur a mis veintiún años, pues a los dieciocho aun me faltaban años para terminar mi entrenamiento. Pero al llegar, los cortesanos y amigos dijeron que debía convertirme en un hombre en toda la extensión de la palabra... tenía que estar con una mujer... íntimamente, pues ya era algo grande y ni siquiera había besado a una— me sorprendí cuando el menciono esto, que solo alcance a abrir mis ojos y mantenerme en silencio— Jamás tuve contacto alguno con una mujer hasta que me hice hombre—  el bajo su mirada y nervioso dijo— Por eso no se como tratar a una 

 Ahora entendía su forma de actuar hacia mi, todo comenzaba a tener sentido, sentí pena cuando dijo esto, pero ha decir verdad yo tampoco tengo idea de como tratar a un hombre, creo que tambien sentia pena por mi misma. 

— Su nombre era Kadia... era un esclava diez años mayor que yo, ella fue quien me enseño como estar en la cama con una mujer —  dijo aun con la mirada baja — Todos mis encuentros con mujeres a lo largo de los años fue por simple placer ... el único amor que he mostrado ha sido a esclavas, por eso soy tan agresivo y duro — yo pase saliva cuando él dijo esto y me quedé en silencio— Pero no se puede vivir del frío tacto de una esclava, por lo que Saleh insistió en que ya era momento de desposar a alguien. Todos creyeron que desposaría a Lilianka, a decir verdad hasta yo mismo lo creí... pero algo me dijo que ella no era la indicada para mi. En una de mis vistas de Estado al sultanato de Kerei vi que las mujeres eran sumamente diferentes a las de Norduslak, por lo que entendí que quería pasar el resto de mi vida con una mujer de otra parte de este vasto y hermoso mundo. Sentía que mi esposa estaba en otro país lejos de esta frialdad y de tan salvajes costumbres, necesitaba una mujer con un hermoso y cálido corazón... diferente a mí, diferente a todos, por lo que busque y busque por dos largo años, hasta que me llego tu retrato... quedé asombrado con tu belleza, por lo que quise conocerte al instante... quería convertirte en mi esposa a pesar de la diferencia de edad. Después tu hermano se interesó tanto en nuestro trato que arreglar nuestro compromiso fue fácil, lo que me hizo sentir una confirmación de que tu eras la indicada.

Me quedé en silencio y fue cuando el dirijo su mirada hacia mi— siento mucho mi comportamiento... cada día intento cambiar para no lastimarte — cuando el dijo esto yo le sujeté la mano y me acerque mas a el.

 — No tiene que disculparse, ahora entiendo todo, prometo enseñarte a amar de la forma correcta...haremos de esto algo lindo Iorak— cuando dije esto me acerque a él lentamente y lo abracé, sentí sus brazos responder mi abrazo, este duro algo de tiempo hasta que me aleje, entonces le di un beso en la mejilla, le mire a los ojos y después me puse en pie, para dirigirme a la puerta. Su llamado me detuvo, entonces yo gire a verlo 

— Recuerda que ahora nos hablamos solo de tú — dijo él con una media sonrisa. 

Le sonreí algo apenada y después me fui.