¿Padres?

2.9K 156 17
                                    

Tratabas de concentrarte arduamente en lo que tu mejor amiga decía mientras se encontraban en la sala pasando el rato, pero las náuseas se arremolinaban con fuerza en tu sistema y tenías un gran martillo sobre tu cabeza, martilleando en tu interior y haciendo que cualquier ruido te molestara.

—Las galletas que preparaste están demasiado buenas, espera, tú no has siquiera tomado una, ¿Acaso te sientes bien? Realmente te vez muy pálida y en mal estado, ¿Debería de llamar...?—No terminó su pregunta cuando no aguantaste más y corriste directo al baño del primer piso, quedando de cuclillas frente al retrete y expulsando lo poco que habías comido en el día.

Escuchaste como tu amiga llegaba hasta donde te encontrabas y apartó el cabello que se colaba en tu visión. 

—Creo que deberías de hacerte una prueba de embarazo.—Mencionó cuando te incorporaste y fuiste a enjuagarte la boca.

—¿Qué?

¿Había la posibilidad...? No, no creías en ello.

—Mira, desde que llegué y que me ofreces de las galletas, las cuales son tus favoritas y siempre te las comes todas, has hecho mal gesto y no has tocado más que una. Arrugas la nariz cuando algo te desagrada y llevas rato haciendo eso, ahora vomitas y me contaste hace rato de tu horrible dolor de cabeza.

—No es para tanto.—Trataste de restarle importancia pero una parte de ti decía que ella tenía razón.

—En estos momentos estoy teniendo un deja vú, ¿Y, adivina que? Estás pasando por exactamente lo mismo de lo que pasaste con Elisa, ya sabes, tu pequeño demonio que está con su padre en estos momentos por cierto.

Bien, tenía un buen punto a su favor. Con tu primer y única hija, hasta por el momento, habías presenciado los mismo síntomas y realmente habías dudado en su tiempo que estabas embarazada pero después de una serie de pruebas y análisis tus sospechas fueron resueltas.

¿Estaban preparados para ser padres por segunda ocasión? Claro, ansiaban agrandar su familia pero su pequeña bebé tenía apenas cuatro años, estaban volviendo a una vieja rutina que tenían antes de su llegada y se estaban acoplando a su nueva vida.

¿Podrían acoplarse a la idea de la llegada de un nuevo integrante a la familia?

—Mira, pareces procesar todo esto. Descansa y yo iré a la farmacia que está a unas cuadras de aquí para que te hagas la prueba, no tardo ya vuelvo rápido.—Salió corriendo del baño y solo pudiste escuchar como la puerta de la entrada se cerró de un portazo y solo pudiste tomar asiento en la fría baldosa y meditar lo que procedería. 

Cerraste los ojos y trataste de ahuyentar las náuseas que volvían aparecer. No sabías cuanto tiempo pasó hasta que escuchaste como la puerta del baño fue tocada y saltaste en tu lugar al no haberte percatado de una segunda presencia.

—¡Volví! Hazte la prueba mientras te espero acá afuera.—Tu amiga te pasó la prueba y cerró la puerta tras suyo. 

Con un suspiro de resignación, te levantaste y abriste la caja para sacar la prueba, era el momento de saberlo.

Después de un par de minutos esperando el resultado, soltaste un grito y saliste rápidamente del baño para dirigirte hasta donde se encontraba tu amiga y le enseñaste la prueba.

—¡Positivo!

(...)

El sol estaba por ponerse cuando tu amiga se fue y te preparaste para decirle a tu esposo sobre la espera de un nuevo integrante a la familia. No podías mantener tus manos fuera de tu vientre al saber que se formaba una nueva vida dentro de él, sonreíste en grande y esperaste en la sala recostada mientras tu hija y marido regresaban de su día juntos.

No esperaste tanto cuando la puerta se abrió y tu pequeña corrió a buscar a la sala para luego abrazarte con fuerza, tomando lugar sobre tus piernas.

—¿Qué tal les fue? ¿Se divirtieron?—Preguntaste viendo como tu esposo se arremangaba la camiseta que llevaba puesta.

—Oh, ella me hizo subirme a los juegos más terroríficos que llegó a ver en el parque, por suerte no llegamos al final o sino no saldría vivo de ahí.—Hizo una mueca divertida al recordar lo que sucedió en el parque y su pequeña solamente reía sin parar.

—Papá exagera, ¿No es así, cariño?—Frotaste tu nariz con la de tu hija, provocando más risas de su parte.

—Ve a prepararte para cenar, amor. Venimos completamente sucios del parque y es mejor que nos bañemos antes de cenar y a dormir.—Tu esposo recogió a su hija de tus brazos, pero antes de que pudieran subir para asearse, los detuviste.

—De hecho, quería hablar con ustedes sobre algo importante.—Mordiste tu labio con nerviosismo y te levantaste del sillón.

—¿Sucedió algo malo?

—Yo- No, bueno eso depende de como lo vean pero no creo, o por lo menos no para mi. Simplemente tomen asiento.—Ordenaste, esperando que todo saliera bien.

Cuando se sentaron en el sillón frente a ti solo pudiste suspirar y de la mesita de centro sacaste una pequeña caja negra de terciopelo donde habías guardado la prueba. Se la tendiste con tu mano temblando demasiado y te maldijiste mentalmente por ello.

—¿Papá cumple años?—Cuestionó su pequeña y solo sonreíste.

—No, amor. Pero les quiero dar un regalo.

Cuando abrió la caja y sacó la prueba que daba positivo, viste como sus ojos se posaban de la prueba a tu vientre y viceversa. Cuando levantó la mirada hasta tu rostro solo asentiste y soltaste un chillido sin poder ocultarlo más, soltando la primer lágrima de la felicidad.

—¿Es en serio? ¿Estás esperando otro bebé?—Cuestionó mientras se levantaba y quedaba de pie frente tuyo.

—¡Seremos padres por segunda vez!—Chillaste y envolvió sus brazos sobre tu cintura, sin llegar apretarte contra él.

—¡Seremos padres!—Exclamó emocionado y asentiste mientras llorabas sobre su hombro.

Cuando se separaron y contemplaron la reacción de su hija, vieron como fruncía el ceño y miraba la caja que aún sostenía tu esposo.

—¿Bebé?

—Sí, amor. Tendrás un hermanito, serás la hermana mayor que lo cuidará y que jugará con él, aunque aún no sabemos si será hermanito o hermanita pero te querrá porque serás su ejemplo a seguir, ¿Cómo te sientes?

La pequeña apretó sus manos en tus mejillas y chilló emocionada, canturreando que tendría un hermanito y empezaba hacer planes de lo que le enseñaría a jugar y como pasarían el tiempo juntos.

Sin duda la llegada de ese bebé solo alegraba más sus vidas.

______________________________________________________

La escritora de esta obra se encuentra llorando por no asistir al Permission to dance on stage en Los Ángeles, tengo a BTS a 3 horas de donde vivo lloro.

✎ Imaginas (II) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora