Don't - Flashback

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N/A. 

Solo será un flashback, el contexto completo, del imagina anterior. No es necesario leer la primera parte porque puede ser muy independiente el uno del otro; Sin más, espero que lo disfruten <33.

Se recomienda leer con la canción en multimedia.


Sabías que las cosas no se encontraban bien, pero no esperabas aquella confirmación a la que tanto temías.

Su relación se había deteriorado con el paso del tiempo, y en las últimas semanas el distanciamiento era notorio. Aún y viviendo en la misma casa era rara la ocasión en la que se encontraban, él se iba temprano a trabajar y volvía hasta tarde, inclusive se quedaba a dormir en la habitación de invitados o en la sala, poniendo cualquier barrera entre ustedes.

Y no entendías la razón de su comportamiento.

¿Estabas haciendo algo malo? ¿Su relación se había vuelto monótona? ¿El amor que tanto jurar tenerte por siempre, simplemente se esfumó? 

Ese día estabas decidida a reparar las cosas, habías preparado la comida favorita que tanto le gustaba que prepararas, te arreglaste para demostrar que te encontrabas mejor y dispuesta a arreglar los malos inconvenientes, que estabas decidida a dar lo mejor de ti en esa relación.

Pero no fue así.

Escuchaste la puerta de la entrada abrirse y azotarse contra el marco, provocando que brincaras en tu lugar por la sorpresiva explosión. Saliste de la cocina quitando el broche de tu cabello para dejarlo caer libre y te dirigiste a la sala donde sabrías que reposaba tu novio cada vez que regresaba de trabajar, pero lo viste subir las escaleras con prisa.

—Hola, cariño. ¿Cómo te fue en el trabajo?—Recogiste su saco del trabajo y subiste detrás suyo con una sonrisa.

No recibiste respuesta, solo viste como ingresaba a la habitación que compartían y como se dirigía al clóset, sacando dos maletas ya hechas de esta.

Eso no lo esperabas.

—¿Ocurrió algo en el trabajo? ¿Un viaje de negocios?—Cuestionaste reposando el saco sobre la cama y viendo como abría los cajones donde reposaba su ropa.

—Me voy.

Esas dos palabras las intentaste procesar, pero nada bueno resultaba. —¿Qué? ¿Irte a donde?

—Lejos, no sé, posiblemente con un amigo o no sé, simplemente tengo que irme.—Sacó un par de camisas y las metió con brusquedad a una de las bolsas de viaje que se encontraba debajo de su cama.

—¿Por qué? No entiendo, me estás asustando.—Querías tratar de formar en tu mente el escenario completo, comprenderlo, pero todo arrojaba a una respuesta que temías.

—¿¡Por qué no lo entiendes!? Es fácil, me voy de la casa, me voy de ti porque no soporto estar un segundo más aquí fingiendo. 

Sus palabras fueron como un balde de agua fría, dejándote estática en tu lugar.

—No finjas que no lo sabías, esto ya no funciona y hoy en el trabajo pensé las cosas y lo mejor es irme. Te quedarás con la casa, yo me puedo quedar con un amigo o quedarme en un hotel de pasada mientras veo que hago, no me debes nada.—Cerró la bolsa y la colgó sobre su hombro. Agarró el borde de las dos maletas y se dispuso a salir de la habitación. 

Por inercia reaccionaste y corriste en busca de su cuerpo, agarrando su brazo y tratando de evitar que saliera de ahí.

—No, no hagas esto, podemos hablar y arreglarlo, las cosas se solucionan hablando y aún podemos hacerlo.

—¿Acaso no lo sigues entendiendo? ¡Esto ya no va a funcionar! No podemos seguir intentando algo que jamás tuvo que existir en primer lugar.

—¿Te-te estás arrepintiendo de lo nu-nuestro?—Sentías tus ojos llorosos y el molesto nudo en tu garganta.

—Lo pensé bien, jamás tuvimos que estar juntos, al final íbamos a colisionar.

—No hagas esto, podemos solucionarlo. No tires por la borda algo que nos costó formar, por favor.—De un tirón libró su brazo de tu agarre y siguió con su camino.

Ignoró tus palabras y caminó hasta el inicio de las escaleras, pero seguiste sus pasos hasta quedar detrás suyo donde envolviste tus brazos a la altura de su cintura y enterraste tu rostro en su espalda.

—No derrumbes algo que con tanto esmero construimos, no puede ser nuestro final de esta manera.

—No tiene sentido, no luches contra lo inevitable.—Bramó entre dientes, soportando el fuerte agarre que tenías en él.

—Hemos superado cosas peores, podremos luchar contra esto.—Para ese momento tu voz era un hilo que pendía ligeramente, en cualquier instante podría romperse y aún querías mantenerte fuerte.

Aunque sintieras una horrible sensación en tu pecho.

—Necesito tiempo para mi, para mi trabajo, necesito espacio.

—¿Entonces solo soy un estorbo para ti?—Las palabras calaron en tu piel, haciendo que el agarre se volviera insignificante, logrando alejarse una vez más.

—Yo- yo no quise ponerlo de esa manera, simplemente necesitamos dejar de tener este agarre tan asfixiante entre nosotros, necesitamos otros aires, necesitamos conocer más del exterior.

—¿Quieres... acaso conocer a más personas? ¿Te aburrí?—El llanto que ya no pudiste retener se reflejaba en tus mejillas empapadas, en la punta de tu nariz que se estaba volviendo de un tono rojizo y tus ojos flaqueando, volviéndose cada vez pesados y tortuosos.

No respondió y llegó hasta la entrada, donde buscó las llaves que reposaban en el cuenco de cristal de la mesa y agarró el abrigo del pechero.

—Por favor, no te vayas, no de esta manera.—Tu voz se volvió en un leve susurro, tus piernas se sentían débiles al igual que todas tus extremidades en general, haciendo que tu mano se aferrara al barandal de la escalera.

—Estarás mejor sin mi, prometo que no volverás a verme ni yo volveré a verte, es una promesa que si cumpliré a cambio de las otras.—Y fueron las últimas palabras que escuchaste pronunciarle antes de que abriera la puerta y saliera con sus cosas.

Y cuando cerró la puerta detrás suyo, selló el final inminente que no creían tener.

—Quédate aquí, no te vayas.—Susurraste por última vez antes de caer de rodillas sobre el peldaño y te aferraste al barandal, sollozando.

Tu piel quemaba, tu corazón latía desbocadamente y tu mente maquinaba a gran velocidad en busca de respuestas ante lo ocurrido. Tus nudillos se volvieron blancos por la presión ejercida a la madera y pequeños hipos salían de tu boca al no dejarte derrumbar por completo.

Recargaste tu mejilla contra tu mano reposada en la madera y fijaste tu mirada en la puerta, con la esperanza de verlo cruzar por esta y decir palabras afectuosas de disculpas.

Esperaste que regresara y te envolviera entre sus brazos como siempre lo hacía para calmarte en tus peores momentos.

Esperaste los siguientes minutos hasta que se convirtieron en horas, hasta que la noche cayó y te diste cuenta que ya no regresaría, porque ese había sido su final.

—Sabes que estás rompiendo mi corazón.—Murmuraste hacia la nada en particular, a ese punto tus mejillas adornaban lágrimas secas, tus ojos se encontraban cansados y pesados, ya no tenías más por llorar.—Y aún así decidiste irte, rompiendo tus promesas.

¿Cuánto tardaría en sanar un corazón roto?

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¡Hola! Estaba leyendo mis imaginas del primer libro y me quedé procesando y deseando volver a escribir así, siento que cambié mi forma de escritura a una más simple, pero prometo volver a lo de antes <3.

Stream Don't, alto tema que es para llorar.

✎ Imaginas (II) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora