La habitación se encontraba en completa obscuridad. Te encontrabas acostada sobre el pecho de tu novio y con los ojos cerrados trazaste figuras si sentido en su pecho, escuchando al compás su corazón contra tu oído y disfrutando de su cercanía.
Tenían bastante rato en esa posición, inclusive pensabas que en algún punto se había quedado dormido, pero cuando sentiste sus dedos delineando el tirante de tu blusa para dormir y su incontrolable movimiento en el pie, todas tus dudas se disiparon.
Pero los temores y las inseguridades salieron a flote.
Había noches, como esa, en la que no podías pegar el ojo en toda la noche porque tus inseguridades salían y un hilo de pensamientos aterradores te embarcaban. Pero jamás le habías dicho porque no querías agobiarlo, suficiente tenía con sus problemas como para también dejarle los tuyos.
—Amor, me gusta estar así contigo pero mañana debo de trabajar y...
—¡No! Por favor, no.—Exclamaste con temor, aferrándote a su camiseta.
—¿Qué ocurre?—atrayéndote a su cuerpo, tomó asiento sobre la cama y con su espalda pegada contra el cabecero.—Y no me mientas, sé que algo ocurre por tu forma de actuar. No es que me moleste, pero no te has despegado de mi en toda la noche y me deja pensando cosas.
Mordiste tu labio y bajaste la mirada. —No es nada.
—Cariño, sabes que estoy aquí para ti ¿Verdad? Y no me importa las circunstancias, ni en que términos estemos, yo estoy aquí para cualquier cosa que necesites, ¿Lo entiendes?—Cuando asentiste, siguió.—Entonces, ¿Qué es lo que pasa?
—Sueño contigo.
—¿Qué?—No esperaba esa respuesta.
—Quédate esta noche conmigo, por favor.—La súplica en tus ojos lo hizo suspirar y no poder negarse ante tu petición.—¿Y si te pido quedarte conmigo por el resto de nuestros días?
—Yo pertenezco donde tu estés, ¿Eso es lo suficientemente claro para ti?
Asentiste emocionada y te colocaste sobre su regazo, colocando la palma de su mano contra la tuya.—Me gustan tus manos, hacen ver a las mías como unas miniaturas.
—A mi me gustas tú.
Logró que te sonrojaras pero seguiste. —También me gusta que seas tan mal bailarín, así no tienes necesidad de impresionar a las chicas con tus pasos de baile. Eso los tengo nada más yo.—Besaste su frente y luego bajaste hasta sus párpados, haciendo que cerrara sus ojos y depositando un suave beso sobre cada uno.
—¿Entonces agradeces que tenga dos pies izquierdos?
—Así es, también me gusta tu cabello, a veces parece un nido de pájaros pero casi siempre parece tan sedoso y frondoso que quiero tocarlo todo el tiempo.
Tu comentario hizo que soltara una carcajada y negara con la cabeza.—Tienes una forma particular de decir que te gusto.
—¿Pero sabes qué es lo que más me gusta?—Cuando asintió para que siguieras, te inclinaste lo más que podías sobre su cuerpo hasta que sus narices se tocaban levemente y sus respiraciones se mezclaban. —Que todo esto lo haces conmigo, lo compartes conmigo y que soy la afortunada de vivirlas.
—Amor...—Lo callaste con un dedo sobre sus labios.
—Aún no termino. Y es que me gusta todo de ti, aunque tengamos diferencias y muchas veces quiero lanzarte el macetero sobre tu rostro, pero sabes como calmarme, sabes lo que me gusta y lo que detesto, me conoces mejor que yo misma y eso es algo sorprende. Jamás permití entrar a alguien en mi vida como lo estoy haciendo contigo, así que te pido por favor que no me arruines, porque estoy segura que eres la única persona que podría permitir que arruinara mi vida por mero consentimiento.
—Yo no podría lastimarte, de ninguna manera. Porque primero estás sobre todas las cosas, y cuando despierto solo pienso en verte y cuando duermo deseo que no despiertes con la idea de que te aburras de mi, de ser lo suficientemente bueno para ti.
Pegaste tu frente con la de él y cerraste los ojos, el deseo de llorar estaba instalado en tu pecho. —Te amo, demasiado como para mi propio bien.
—Déjame amarte de todas las maneras que conocemos, y en el proceso, descubrir nuevas formas de amar, porque me haces sentir quisquilloso todo el tiempo a tu alrededor, me haces desear ser lo mejor para ti.
Y con una promesa en camino, sellaron el pacto con un abrasador beso que luego se convirtió en respiraciones pesadas resonando por la habitación.
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✎ Imaginas (II) ✓
RomanceSegundo libro lleno de imaginas. Fecha de inicio: 12-09-21. Fecha de terminación: 28-02-22.