Rude boy.

2.4K 162 55
                                    

Llegaste a tu departamento y fuiste a echarte sobre el sillón, prendiendo la televisión con desinterés y reproduciendo en tu mente la conversación que hora antes habías escuchado. Una parte de ti se sentía culpable por escuchar a escondidas, y la otra solo se recordaba de que si no fuera por aquel impulso de querer sorprenderlo, seguirías viviendo una mentira de que probablemente tu relación no había sido como lo habías imaginado y solo se basó en la conveniencia de él.

No querías sacar conclusiones apresuradas, sabías que tenías que hablarlo con él, pero sentías que su respuesta no te gustaría, por lo que decidiste prepararte mental y emocionalmente para cuando llegara el momento. Deseaste que, por primera vez, no cumpliera su palabra de visitarte después de la carrera, querías pensar las cosas sin tener que presenciar su persona y hacerte derrumbar. 

Agarraste tu celular y fuiste a la galería donde permanecía la carpeta donde recopilaste todas las fotos que tenías con él y de él, desde poses divertidas hasta de momentos capturados en momentos desprevenidos donde captabas su perfil o cuando se encontraba demasiado feliz, en momentos donde se encontraba demasiado concentrado o pensativo. 

Sonreíste cuando la imagen de ustedes dos se plasmó sobre la pantalla; En ella se retrataban afuera del evento de una boda que habían asistido por parte de su familia, su traje con tu vestido iban combinados y estaban tan absortos en la belleza del otro que no se dieron cuenta cuando su madre se acercó y tomó la foto hasta que el flash salió y voltearon sorprendidos, pero adoraron tanto la foto que la habían compartido y llevado a imprimir para mirarla sobre el tocador de sus habitaciones o en cualquier lugar que desearan. 

Tu visión se volvió borrosa y simplemente bloqueaste tu celular para depositarlo sobre la mesa de centro y enterrar tu rostro sobre la almohada, soportando el dolor que cargabas en el pecho y las malas ideas que se formaban en tu mente, deseando que fuera una mentira. Sollozaste hasta que sentiste los párpados pesados, te sentías agotada y no querías moverte de ahí, por lo que de un momento a otro te sumergiste en un leve sueño entre los lloriqueos y en tu propio dolor. 

No sabías cuanto tiempo había pasado cuando escuchaste la puerta de la entrada siendo abierta y la voz emerger cuando se cerró.

—¡Amor! Ya llegué, te mandé mensaje para ver que querías de cenar pero no contestaste, por lo que decidí traer comida china ya que tenemos tiempo sin comer y no puedes resistirte cuando compramos.—Habló mientras dejaba su chamarra sobre el perchero y las llaves sobre la mesita, para luego dirigirse a la sala con la bolsa de comida en mano.

Decidiste no hacer caso a su llamado, por lo que apretaste tus manos bajo tu barbilla y mantuviste la postura erguida mientras lo escuchaste cada vez más cerca.

—Amor, hora de despertar.—Dejó la comida sobre la mesa y se acuclilló frente a ti, apartando un mechón de tu cabello de tu rostro pero frunció el ceño al ver las lágrimas secas sobre tus mejillas y tu nariz roja por los pañuelos.—Hey, ¿Qué fue lo que pasó?

—Nada.—Murmuraste por lo bajo, aferrando tus manos a tu suéter para ocultar tu rostro pero interceptó tu agarre.

—No, algo pasó y necesito saber que fue lo que te molestó o te hizo sentir así, habla conmigo.—Pidió apartando tus manos lejos del agarre que sostenías y abriste los ojos, viendo su semblante preocupado y queriendo saber tu respuesta. 

—No pasó nada.

—Sé que no te pones de esa manera solo por nada, algo ocurrió y quiero saber que fue como para ponerte de esa manera, no tienes porqué resguardarte de mi.—Cuando se dio cuenta del otro detalle, frunció más su ceño.—¿Acaso tu amiga hizo algo malo? ¿Te dejó plantada? Si es así, no tienes porqué sentirte de esta manera, pudiste haberme llamado y vendría inmediatamente por ti y saldríamos si era lo que querías, ¿Estuviste aquí todo este tiempo? 

✎ Imaginas (II) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora