Habían llegado a casa después de de una interminable cena familiar entre sus padres; No es que no disfrutaras de pasar tiempo con tus padres y suegros, pero tener contigo un embarazo de siete mes y tu vientre ya abultado, sin duda era un pesar para ti tener que salir de casa por mucho tiempo.
Te metiste al baño en cuanto llegaron a casa y te libraste de todos los broches que sujetaban tu cabello y te desprendiste del vestido que llevabas; Los zapatos ya te los habías quitado en el auto y volviste a la habitación para dirigirte al clóset y sacar una de las camiseta de tu prometido. Cuando te la colocaste, alzaste tu cabello y fuiste a la cama con la intención de reposar y dormir, pero tu bebé tenía otras intenciones.
Cuando sentiste que pataleaba y no te dejaba acomodarte para dormir, te diste por vencida y te levantaste en busca de tu prometido. Tanto tú como la bebé no podían dormir si no lo sentían cerca, y viendo que había ido a su despacho para hacer unas llamadas y terminar de firmar unos papeles decidiste ir a buscarlo.
Bostezando y tallando tus ojos con tus manos, abriste la puerta del despacho mientras lo veías sentado detrás de su escritorio mientras anotaba algo en su libreta del trabajo.
—Cariño, pensé que ya estabas acostada.—Murmuró al levantar la mirada y verte frente suyo.
Te encogiste de hombros y caminaste hasta quedar a su lado, tomando asiento sobre su regazo. —Eso hacía, pero tu bebé empezó a patalear y no podemos dormir si no estás con nosotras.
Sonrió cuando hiciste un puchero al terminar de hablar y dejó las carpetas de papeles apiladas antes de ayudarte a levantar y acto seguido él se levantó. —Pudiste haberme marcado o mandado un mensaje, ya estuviste demasiado tiempo de pie y caminando.
Le restaste importancia con un gesto de mano. —Sería ridículo llamarte estando en la misma casa.
—Eso no decías la otra vez cuando estabas en la sala y yo en la cocina y querías de tu cereal favorito. Bien podías gritarme pero decidiste marcarme y salir corriendo para ver que deseabas.
Sonreíste apenada y extendiste tus brazos en su dirección, señal de que querías que te cargara. Negó divertido y se agachó levemente para pasar su brazo a la altura de tus rodillas y el otro por tu espalda, mientras que tu envolvías los tuyos sobre su cuello.
—¿Te causo molestias?—Cuestionaste reposando tu rostro en la base de su cuello.
—¿Qué?
—Es que muchas de las veces siento que te exijo muchas cosas, tienes que soportar mis cambios de humor y exigencias, te distraigo de tu trabajo y simplemente no veo muchas veces todo el esfuerzo que haces por mi.
Cuando llegaron a la habitación, te depositó en la cama y te arropó con las sábanas para luego desprenderse de la parte de arriba del traje y dejar sus zapatos de vestir en su lugar.
—Claro que no, cariño, entiendo por lo que estás pasando y me gustaría poder evitarte el dolor que atraviesas en ocasiones y los desvelos, y lo que conllevará una vez en el parto, no es un trabajo o pesar hacer esto porque lo hago con todo gusto y porque te amo.—Cuando salió vestido con un par de pantalones para dormir y nada más, se fue acostar a tu lado y te envolvió en sus brazos.
—Gracias.—Susurraste mientras depositabas un beso sobre su mano, la cual estaba en busca de la tuya para entrelazar sus dedos.
—Ahora vamos a dormir, debes de estar cansada y mañana volvemos a la rutina de siempre.
Asentiste y te acomodaste entre sus brazos mientras que reposaba sus manos sobre tu vientre y la bebé dejaba de patear después de un rato. Te sentiste cálida ante su presencia y agradeciste tenerlo en tu vida antes de cerrar los ojos y caer rendida.
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Yo ayer: No tengo imaginación.
Yo hoy en tiktok: Esperen un maratón por wattpad.
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✎ Imaginas (II) ✓
RomanceSegundo libro lleno de imaginas. Fecha de inicio: 12-09-21. Fecha de terminación: 28-02-22.