Capítulo 42

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DESILUSIÓN


YOOYOUNG


ASPIRO CON FUERZA, como si mis pulmones estuvieran vacíos y me hiciera falta el aire con desesperación. Se necesita de toda tu energía para traer desde el interior el alma de otro ser vivo, y mucha concentración para desgarrar sólo una parte y resguardarla sin que se escape.

En el pasado, había hecho este tipo de práctica tan sólo con animalitos. Ellos eran fáciles, ya que se dejaban guiar tan sólo por su instinto. Pensar que es un ser humano el que está colocando su esperanza en mis manos me hace tambalear en mi decisión.

Pero, ¿qué otra opción tenía? Había encontrado al chico mientras buscaba plantas medicinales y bichos para mis hechizos. Él agonizaba, se doblaba con el dolor y gritaba cosas incoherentes. Era una parte de lo que alguna vez había sido un hombre, y su apariencia bestial hizo que se me ablandara el corazón. Él estaba delirando, casi en su lecho de muerte. Por esa razón, y aun sabiendo que el resultado era incierto, apliqué mi conocimiento para atarlo de nuevo a su raciocinio.

Nunca creí que encontraría más en este acto desinteresado y aleatorio.

Finalmente, colocando ese pedazo de alma en su lugar, abro los ojos para procesar el resultado. Mi mente da vueltas provocando que me aturda, pero, al divisar a la persona bajo mi cuerpo, sé que el esfuerzo ha valido la pena.

Él está allí, tirado y medio desnudo, respirando con plena normalidad. Su frente está perlada con sudor y gotas de lluvia, mientras sus ojos permanecen cerrados soñando e imaginando. Tiene algunas cicatrices rosadas e imperceptibles salpicadas en el torso, y sus piernas están rasguñadas por heridas que él mismo se causó.

Sin embargo, su cabeza es un revoltijo de pensamientos que me lleva a apretar mis sienes, con una melodía desconocida que comienza a darme un terrible dolor de cabeza, y no sé cómo demonios detenerla.

Es el hilo espiritual. Reconozco el sentir porque mis libros de conocimiento mágico dicen que puede haber una avalancha de recuerdos ajenos inundando cada esquina de tu mente. Que quiera gritar por desesperación significa que el alma con la que me he anclado está luchando contra mi dominio, ya que no somos realmente compatibles.

Dos personas semejantes se anclan sin esfuerzo. No hay necesidad de magia, ni hechizos, ni de ninguna otra cosa, sólo querer. Se entrelazan, se amarran solas con el contacto de la piel, con el eco de sus almas. Su corazón lo acepta, se adhiere y se emprima hasta que no hay espacio para nadie más. Por otro lado, cuando ambas especies carecen de armonía, cuesta procesar al individuo dentro de tu mente. No es imposible, pero se tiene que luchar.

El desconocido y yo no tenemos absolutamente nada en común, y él aseguró que no podría ser mío. No es como si hubiera querido tenerlo bajo mi guarda, pero era necesario para ayudarlo a sobrevivir. La oscuridad había consumido gran parte en su interior, y la luz requería un empujón para iluminar el fondo de su locura. No podía hacer nada más que anclarme a él, y ahora que lo he hecho siento como si estuviera tratando de asesinarme.

Cayendo a su lado, me hago un ovillo y me aprieto más fuerte. Hay voces que salpican cada uno de mis pensamientos, e imágenes extrañas mancillan mis propios recuerdos. Quiero sacarlo de ahí para que deje de contaminar lo único que me ha mantenido cuerda a lo largo de los años. Pero, mientras encuentro la forma de silenciarlo, una figura se proyecta sobre mí, y es así como puedo verlo. En ese instante, aparece Jay.

¡Oh, joder!

Cuando vuelvo a abrir los ojos, el día se ha ido al mismo tiempo que los murmullos en mi cabeza. Me siento mejor, mucho mejor. Soltando una espiración, giro para mirar al chico que sigue inconsciente junto a mis pies. Todavía será incapaz de despertar gracias al sufrimiento que lo ha dejado inmóvil y agotado, pero estará bien si lo llevo cerca del lugar al que pertenece.

WOLF SONG 》JINSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora