WOLF SONG 》JINSU

Capítulo 15

TRANSICIÓN

JIN NO SABÍA CÓMO, desde cuándo, por qué. Pero por alguna razón, Yoongi lo había escuchado, aunque entre ellos no existiera un vínculo en común. Al menos, no como tal.

Yoongi podía ser su predestinado, alguien con quien la madre luna lo enlazó, pero Jin tenía conocimiento de que los lobos no podían formar un hilo espiritual sin antes haber marcado a su pareja. Entre familiares era normal, ellos estaban entrelazados con líneas que venían desde su padre o madre, pero, ¿un lobo con un humano? Esto era distinto. Por mucho.

Así que cuando Yoongi volvió a acariciar el pelaje cobrizo de su hocico manchado en sangre, simplemente dijo: "¿Cómo?"

Yoongi, aun estando en su dolor, sonrió.

—Estabas allí. Te he oído... Te conozco.

Jin estaba a punto de responder a esa afirmación inentendible, cuando Taehyung, quien se había alejado unos pasos y estaba detrás de todos, dio un grito y cayó al suelo de rodillas con las manos envueltas alrededor de su estómago.

—¿Qué está pasando? —dijo Nambu, y enseguida se dirigió a él apoyando una mano en su hombro—. ¿Qué tienes Tae? ¿Estás herido?

—D-duele, duele —gimió Taehyung, y se dejó caer en el pasto retorciéndose por el dolor—. ¡Arde!

Jin entonces supo lo que eso significaba: su hermano estaba a punto de entrar en celo y definirse como omega o alfa. Cualquiera que hubiese pasado por ello sabía el inmenso dolor que se suscita al momento de la transición. Y cualquier lobo que hubiera sobrevivido al cambio, sabía que tenían que actuar, y rápido.

Entonces, como si todos allí lo tuvieran en cuenta, se giraron hacia Taehyung. Incluso Namjoon y Jungkook, quien con dificultad mantenían a Joohyuk sometido y trataban de convencerlo de que volviese a su forma humana, lo observaron con ojos asustados.

Jimin también se volvió, y cuando Taehyung cruzó miradas con él, el lobo entonces aulló con desconsuelo y comenzó a cambiar. Y cambiar era algo complicado de afirmar. Taehyung parecía estar luchando consigo mismo: con el lado animal que quería salir, y con el lado humano que se aferraba a no dejarlo hacerlo.

Cuando Jin se dio la vuelta, miró con temor a su hermano. Sus manos estaban hechas garras, su rostro tenía las facciones mezcladas entre animal y persona, y sus ojos comenzaron a tornarse rojos, tan rojos como Jin también los tenía.

Esto no podía –no debía– estar pasando.

—¡Jin! —gritó Namjoon a lo lejos—. ¡Tienes que llevarlo a la Reserva!

—Dios —dijo Nambu, alejándose tan pronto como los movimientos de Taehyung se volvieron erráticos—. No puede estar pasando, no aquí.

—¡Jin! —volvió a gritar Namjoon. Pero incluso, cuando Jin tenía la intención de hacerlo –el pensamiento lógico de ayudar a Taehyung– su instinto primitivo no lo dejó transformarse. Algo dentro de él se aferró a su cuerpo descomunal, a su espíritu animal que comenzaba a arraigarse en su interior.

Y no pudo cambiar. Algo en Jin deseaba quedarse tal y como estaba y esa necesidad era fuerte. Quizá era el hecho de que Yoongi lo había escuchado aun estando transformado lo que hizo que su lobo se aferrara a ello. Quizá haber probado la ira, el odio, la sangre de otro animal con su propia lengua, lo hizo permanecer tal y como estaba porque simplemente le había gustado; no podía negar que la adrenalina y su naturaleza bestial habían sustituido esa parte mortal y débil en su interior.

Entonces, todas las voces comenzaron a volverse un sonido irritable. Los gritos de Namjoon, las reprimendas de Nambu a su lado, Jungkook llamándole con temor, el quejido doloroso que Taehyung gritaba sin cansancio...