Capítulo 52

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LUNA DE SANGRE: EL ECLIPSE


03 DE DICIEMBRE

22:45pm


¿POR QUÉ LOS SENTIMIENTOS pueden ser tan contradictorios en el corazón de una persona, y a la vez, sentirse tan correctos?

Yoongi pensaba a menudo en que las emociones que causaban ambos tipos de sentimientos –positivos y negativos– podían ser, hasta cierto punto, perjudiciales para el ser humano cuando estos se daban repentinamente, incesante, y con demasiada intensidad.

Por ejemplo, recordaba el día en que se encontró con Jin por primera vez. Él, como reacción inmediata, había sentido interés por el chico, seguido de eso, curiosidad, para entonces evolucionar a la alegría, tristeza y, por último, nostalgia. Todo en muy poco tiempo. Por otro lado, también pensaba en la felicidad que sintió al regreso de Jin. En ese instante, Yoongi estaba preso del júbilo, pero a su vez, aun cuando tenía una sonrisa en el rostro y sabía en sus huesos que Jin no volvería a dejarlo, la aprensión lo embargó, y aquel enojo del pasado opacaba el hecho de que Jin estuviese ahí, con él.

Procesar el cúmulo de emociones que lo golpeaban con frecuencia lo desgastaban. Era como si su cerebro estuviese programado para repasar cada una hasta dar con la razón del por cual nacían. Extrañamente, se estaba acostumbrando a ello, al dolor inicial y a la fatiga venidera.

Como ahora.

Mientras estaba sentado sobre la hierba, junto a hojas secas y el zumbido de insectos, Yoongi sentía que los pulmones le ardían cuando respiraba el aire frío de la noche, y su corazón comenzó a pesar con el reconocimiento de su desconsuelo. Estaba cansado.

Pese a su ira, rencor y frustración, también sentía miedo, aceptación y anticipación. La mezcla era devastadora, hasta el punto de estar confundido. ¿Cómo una guerra podía causar tanto conflicto en él?, ¿cómo sería capaz de soportar la abstinencia de no poder estar cara a cara con el enemigo? Yoongi anhelaba la lucha, pues vengarse era su principal objetivo, sin embargo, el terror al imaginar lo mucho que perdería en el proceso sometía su convencimiento, dejándolo con la mente en blanco en una soledad que resultaba asfixiante.

Afortunadamente para él, no tuvo que lidiar con esto por mucho tiempo.

—Te vas a congelar.

Yoongi se encogió de hombros.

—Estoy bien, en cambio tú pareces necesitar otro suéter.

Aquella ligera risa lo hizo sonreír, y Yoongi se movió cuando lo empujaron astutamente, haciendo espacio para ella.

—Es cierto, por eso dejarás que te abrace. Hay que calentarnos mutuamente.

—Si tu hermano escuchara esto desde otro ángulo, se vería mal, Nambu.

—Lo sé, y Jin me arrastraría lejos de aquí.

Luego de compartir traviesas burlas, el silencio hizo pausa a sus ajetreados pensamientos. Nambu enganchó su brazo al de Yoongi, y recargó su rostro en el hombro acolchado. Por consecuente, Yoongi dejó que su cabeza también se inclinara, y percibió el delicado aroma de su amiga, absorbiendo de este con los ojos cerrados. Había pasado demasiado desde la última vez que ellos estuvieron a solas. Eran mejores amigos, pero ninguno había podido darse el placer de disfrutar de la compañía del otro.

—Sabes —inició Nambu—, me gusta este sitio. Había olvidado que Reserva tenía este lugar. No he venido desde que era una niña. Así que, gracias por invitarme.

WOLF SONG 》JINSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora