Capítulo 59

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UN NUEVO COMIENZO


JIN


EL SOL APENAS SE ASOMA sobre el horizonte cuando comenzamos la procesión ceremonial hacia el panteón en Hiddenville. Es un hermoso camposanto justo al pie de una montaña, donde las tumbas de la familia de Yoongi se encuentran descansando. Dos de esas lápidas han sido colocadas como recordatorio de que ellos existieron alguna vez. Pero, aunque sus cuerpos no estén, sé que el simbolismo le da al corazón de Yoongi cierta paz, y eso es todo lo que importa. La decisión de sepultar a mis padres allí fue, más que nada, un último deseo de mi madre por estar junto a Ohgwang. Imaginarla reuniéndose con él en el cielo me llena de tranquilidad, pues ellos también merecen tener una reconciliación.

Por otro lado, el aire está cargado de tristeza y solemnidad, y cada paso que doy junto a los féretros de mis padres me pesa en el alma. Los ataúdes, adornados con flores, cintas y amuletos, son llevados por los hombres más fuertes de Reserva, quienes caminan con cuidado y respeto mientras el resto nos sigue detrás. A mi lado, Taehyung sostiene un retrato de ellos.

El pueblo de Reserva ha regresado poco a poco de los refugios, y una gran parte ahora están presentes en el funeral. La presencia de tantos rostros conocidos me reconforta, pero también intensifica el dolor de la pérdida.

Mientras avanzamos, veo a los líderes de los pueblos aliados, como el alfa Lee, Kang y Jeon. Se me hace un nudo en el estómago al mirarlos. Ellos mantienen un porte serio, pero sus ojos dicen que están avergonzados. Y con justa razón, ninguno estuvo dispuesto a ayudarnos en la guerra. Aunque puedo entender sus razones, el resentimiento todavía permanece en mi interior.

Decido ignorarlos por ahora, enfocándome en lo que es realmente importante. Sé que habrá tiempo para dialogar con ellos más adelante, para resolver cualquier malentendido y forjar nuevas alianzas. Pero hoy, todo lo que importa es honrar a mis padres.

Cuando finalmente llegamos al panteón de Hiddenville, el ambiente se siente más pesado. Los ataúdes son cuidadosamente bajados y colocados frente a las tumbas abiertas. La vista de esas fosas me arranca un suspiro, mientras el aguijón se profundiza en mi pecho. A mi lado, siento la mano de Yoongi apretando la mía, un recordatorio silencioso de que no estoy solo en este momento.

Me acerco a los ataúdes, dispuesto a decir unas últimas palabras. La mirada de Yoongi me da fuerza, y aunque sé que está luchando con su propio dolor, su apoyo es incondicional.

—Madre, padre —comienzo, mi voz temblando—, prometo que haré todo lo posible para que estén orgullosos. Reserva se levantará de las cenizas, y su sacrificio no será en vano. Siempre estarán en nuestros corazones, guiándonos con su sabiduría y amor. Los amo, y los amaré por el resto de mi vida.

Taehyung se acerca, se para junto a mí y sonríe entre el llanto.

—Y yo cuidaré de él. Alguien tiene que vigilarlo —bromea, tal como lo hacíamos cuando todos estaban juntos reunidos en la mesa, cuando éramos una verdadera familia. Su pena me destroza, pero no puedo evitar contagiarme ante los bellos recuerdos.

Sus palabras finales son similares a las mías. Al concluir, Taehyung toma mi mano y recarga su cabeza en mi hombro mientras compartimos el silencio. Las lágrimas corren por mi rostro y escucho sollozos entre la multitud, demostrando una catarsis colectiva.

—Gracias por todo —termino, dando un paso atrás para que los hombres empiecen a cubrir los ataúdes con tierra.

Junto a mí, Yoongi regresa para tomar mi mano, y no hay mucho que pueda decir. Tengo a mi hermano y a mi compañero sosteniéndome fuerte, por lo que no puedo derrumbarme. Ellos son mi pilar, el motivo que me llenará de fuerzas para continuar.

WOLF SONG 》JINSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora