Capítulo 32

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CONFÍA EN MÍ


YOONGI


LA PRIMERA SEMANA TRANSCURRIÓ lentamente, pero sin afectarme demasiado la ausencia de Jin. Como lo imaginé, sólo recibí un texto de él muy tarde por la noche, y sucedió cuando me encontraba durmiendo y no me di cuenta hasta el día siguiente.

Una extraña sensación me llenó cuando descubrí que no podía regresarle los mensajes porque él no los leía. Y su falta empezó a inquietarme al comienzo de la segunda semana, cuando ni siquiera logró ponerse en contacto conmigo ni una sola vez.

Me llené de una tristeza inexplicable, y culpé a Jin por haber estado presente en cada uno de mis días. Lo extrañaba, y ese vacío que una vez existió dentro de mí regresó únicamente para recordarme que Jin no estaba a mi lado, ni lo estaría aún por un tiempo indefinido.

Una tarde, cuando desayunábamos juntos, a Nambu se le había escapado un dato sumamente preocupante. Dijo que había escuchado de su padre que el Equipo de Patrullaje estaría fuera no sólo dos semanas, sino un tiempo ilimitado hasta que lograran completar con éxito su misión. Puesto que no sabían con lo que estaban tratando, desconocían si ellos lograrían terminarlo en tan solo un mes.

Mi corazón se apretó con esa nueva información, y ver a mis amigos decaídos por el mismo conocimiento sólo hizo que me sintiera peor.

Ahora, mirando fijamente por la ventana de mi habitación el cielo oscurecido, mi corazón palpita rápidamente mientras cuento las horas para volver a ver a Jin por lo menos un momento antes de que tenga que irse.

Debería sentir un poco de consuelo, pero la verdad es que siento desesperación. El amor es increíblemente extraño, y pienso con diversión que estar enamorado hace que todo sea definitivamente complicado. ¿Cómo te deshaces de esta preocupación, de este vacío y añoranza, si no puedes dejar de pensar en la persona a la que amas?

Porque sí. He tenido el tiempo suficiente para pensar, y he llegado a la conclusión de que he caído inevitablemente enamorado de Jin. No voy a negarlo, pero las palabras todavía son difíciles de pronunciar y he estado repasándolas una y otra vez en mi mente para acostumbrarme a su forma.

Jin, me gustas. Jin, estoy enamorado de ti. Jin, te quiero.

¿Cuántas veces tendré que decir su nombre para que al fin se digne en aparecer?

Cerrando con frustración las cortinas, me arrastro fuera del cuarto y bajo con pesadumbre las escaleras. El reloj que cuelga en la pared tiene las manecillas marcando las diez de la noche, y la última vez que me fijé, eran las nueve y media. ¿Tan sólo ha transcurrido treinta minutos?

El silencio que hay en mi hogar hace que el crujir de la madera bajo mis pies sea mucho más evidente. Luego, como quien busca una distracción, me arrodillo para verificar desde dónde se ha provocado la falla.

Con sumo cuidado, me deslizo sobre mis rodillas y continúo dejando una marca sutil con mi uña como si de alguna manera tuviera la intención de componerla después. Han pasado años desde que el piso tiene vida propia, y muy difícilmente podría arreglarlo por mí mismo, aunque me lo propusiera.

De todas formas, tal como un detective de cuentos infantiles, anoto mentalmente el camino trazado y la ruta más eficiente para que mis pies pisen sin tener que hacer ruido. El modo en que estoy tratando de gastar el tiempo podría hacer reír a cualquiera, pero, sinceramente, no sé cómo hacer que los minutos vuelen y las horas terminen por desaparecer.

WOLF SONG 》JINSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora