Capítulo 45

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REMINISCENCIA


JIN


—¿YOONGI SE LO DIJO? —pregunto, obligándome a tragar esta maldita piedra y el impulso de correr muy lejos.

Reconozco que la señora Kyung tenía que saber mi verdad en algún momento, pero, escucharlo súbitamente, añadiendo esta terrible sensación de que algo anda mal, me ha dejado tan descolocado como perplejo.

Supuse que Yoongi me incluiría en la conversación sobre licántropos con su madre. Algo me decía que, a pesar de todas las inseguridades y consecuencias, haríamos esto juntos. Por supuesto, no es como si yo hubiera actuado de la misma forma al invitarlo oficialmente a una reunión con mi madre, sin embargo, dejarme indispuesto, sin saber cómo defenderme de una situación como esta, es algo que jamás imaginé.

Sobre todo, ¿qué es eso de llevarme a Yoongi?, ¿ella siempre supo sobre mi familia? Y, lo más importante, ¿ellos sabían que Min Ohgwang murió por nuestra culpa?

Mientras un extraño sudor recorre mi espalda, pienso en todas las respuestas posibles. Ninguna hace que esto sea más fácil de digerir.

—Sí —dice, sorbiendo su aflicción, misma que me perfora de mil maneras distintas—. Él me contó tu secreto, Jin. ¿Es verdad?, ¿acaso eres un lobo?

Dejando salir el aire, respondo: —Lo soy.

—Entonces es cierto —ríe, como si tratara de evitar lo que siente con algo de locura—. Te metiste en su vida para arrebatármelo porque ese ha sido siempre tu objetivo. ¡Tú, miserable criatura, quieres llevarte a mi hijo!

—Espere —quiero acercarme, pero ella retrocede enseguida. Rígida, asustada y con una tristeza que se marca en cada arruga y curva de su piel, la madre de Yoongi hace que el cargo de conciencia reaparezca.

Ella está culpándome de las faltas que mi familia cometió en el pasado. Por mucho que me repetí que no dejaría que sus acciones me definieran o me convirtieran en su reflejo, muchas de las repercusiones siguen tan vivas como lo fueron hace años, y me ha tocado llevar sobre los hombros esa carga que se ha convertido en mi mayor obstáculo.

Si todo se complica gracias a este descubrimiento, temo que no pueda seguir soportando.

Intentando de nuevo, llamo su nombre, pero ella niega.

—No, por favor. No quieras engañarme como lo hizo tu familia.

Dejando atrás la cobardía, me atrevo a preguntar: —¿Cuánto sabe sobre mi familia?, y no me malentienda, es una pregunta genuina. Quiero que sepa, señora Kyung, que yo ni siquiera sé mucho al respecto. Tomar responsabilidad por algo en lo que jamás fui involucrado me parece injusto. Que me acuse de cosas que jamás haré también es doloroso.

—Lo suficiente. Tú naciste para seguir sus pasos, estoy segura.

—Se equivoca —sin más rodeos, tomo las manos de la señora Kyung en un acercamiento ágil y decisivo. Ella se alarma, pero dándole la mirada más sincera que puedo tener, mis ojos se clavan en los suyos para demostrarle que hablo completamente enserio—. Fue mi abuelo quien eligió ese camino, y mi madre lo siguió porque tuvo que aprender desde niña lo que era la pérdida y la responsabilidad de dirigir a un pueblo que no creía en su convicción. Creció sola con enseñanzas antiguas, y se aferró con todas sus fuerzas a ello porque era lo único que conocía. Pero no más. No fui criado para seguir el sendero lleno de errores que ellos dejaron atrás. Señora Kyung, existo porque es mi deber formar un cambio. Existo para llevar la solución a los problemas que nos han perseguido por décadas. Y, sobre todo, existo para amar a su hijo.

WOLF SONG 》JINSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora