Capítulo 30

890 103 139
                                    

ELECCIÓN PRECIPITADA


YOONGI


PARA CUANDO BAJO A DESAYUNAR, Jin ya está sentado en la isla de la cocina charlando con mi madre.

Antes de llegar hasta ellos, me permito observar sus rostros en la lejanía, y una especie de alivio hace que sonría al darme cuenta que son idénticos a dos gotas de agua.

La curva en sus labios es tan cálida que inevitablemente te contagian su alegría. Ambos tienen ese aire de sinceridad que te obliga a ser igual de franco cuando hablas. Y cuando están juntos, son como una caja llena de sorpresas: nunca sabrás lo que tienen para ti, y jamás podrás negarles nada, aunque quieras.

Como ahora. Soy incapaz de seguir mirando cuando Jin se gira y me encuentra con sus traviesos ojos coquetos. Me pregunto sobre lo que está pasando por su mente, pero al ver aquellos labios curvarse con malicia, me muerdo el interior de la mejilla para no parecer como un idiota que no puede controlarse cuando está frente a la persona que ama.

Espera.

Me paralizo con ese último pensamiento, y Jin frunce el ceño mientras me mira con curiosa preocupación.

—¡Yoonie! Buenos días hijo —el saludo de mi madre me regresa al mundo real, y voy directamente hacia ella para depositar un beso sobre su frente.

—Hola mamá.

—Jin vino demasiado temprano hoy. Ni siquiera tenía listo el desayuno —ella acusa, pero detrás de nosotros Jin se carcajea sin tomarle mucha importancia.

—Lo siento señora Kang, en verdad no me di cuenta de la hora.

—Más te vale que no se haga costumbre —ella advierte—. Y ya te he dicho que me digas Kyung, ¿de acuerdo? —Jin hace la promesa colocando una mano sobre su pecho, y ambos comparten más palabras divertidas sólo para molestarse.

Amar es una palabra tan compleja que no puedo imaginar la importancia de la misma. Incluso, cuando pensé que había conocido su magnitud con mi familia, me di cuenta tardíamente que hay demasiada variedad en ese instintivo sentimiento.

Viendo a mi mamá sonreír tan espléndidamente, sé que su cariño hacia otras personas es completo y sin prejuicios. Observando sus mejillas alzadas hasta el cielo, siento que cada vez es más grande mi amor por ella.

Con mis amigos pasa exactamente lo mismo. Verlos tan unidos me hace recapitular el concepto de familia. Ser testigo de su afecto entre ellos me hace desear quererlos por siempre.

Sin embargo, con Jin es distinto, y eso me aterra. ¿Cuán especial tiene que ser una persona para sentir que inevitablemente la amas? ¿Por qué el amor es así de incierto, y a su vez, tan maravilloso? ¿Está bien sentir amor por alguien a quien apenas conoces?

Pero, ¿qué sé yo sobre todas las clases de amor existentes?

Jin me encuentra con la mirada y su expresión me pregunta si todo está bien. Pero en vez de asentir respondiendo silenciosamente, me quedo prendado en el fascinante color de su iris, en la clara imagen de mi reflejo refulgente. ¿Es así como Jin me ve a través de sus ojos? ¿Cuánto habrá tardado el sol en amar a la luna?

—Jin —llama mi mamá mientras sirve frente a nosotros dos platos repletos de comida—. He querido hacerte una pregunta desde el día en que te conocí, pero no me he atrevido.

—Por favor, sólo hágalo señora Kyung. Puede preguntarme lo que sea —Jin no parece sopesar sus palabras, y toma entre sus manos el tenedor preparándose para llenar su boca de tocino y puré de papa.

WOLF SONG 》JINSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora