Hoseok estaba triste, intentaba no pensar en aquello mientras bailaba en la compañía.
Normalmente eso funcionaba pero no había sido gran solución esta vez.
Aparte era una tontería, solo era que su noona estaba ocupada. No había querido decirle a nadie lo que tenía planeado y se la pasaba practicando algo y después dijo que grabaría...
Eso hacía sentir mal a Hobi y no entendía la razón...
Suspiró dejando de bailar, ni siquiera podía concentrarse bien.
Decidió salir de aquel lugar y darse un paseo para despejar su mente.
Estaba tan en su propio mundo que no se fijó que alguien más venía de frente.
Y por coincidencia había sido Yeonjun quien chocó con él, comenzó a reírse de aquello ¿cuántas probabilidades tenía de que eso pasara?
Nunca se lo encontraba pero hoy que necesitaba a alguien... Ahí estaba.
— Lo... Lo siento – dijo apenado.
— No, no te preocupes hyung... – contestó aquel chico sonrojándose muy notoriamente.
Los demás miembros de TXT soltaron risitas por aquello, casi no veían a los dos juntos.
— Pensé que estarías ensayando – comentó Yeonjun.
— Ah... Eso estaba haciendo... Pero... Am... Bueno... Yo... – comenzó a balbucear, las palabras se le estaban yendo de los pensamientos — Eh... Amm... – aquello era desesperante para él, de por sí era difícil admitir ser Little pero regresar involuntariamente por cosas así era peor.
Para su suerte, Yeonjun ya sabía aquellas señales y no tardó en abrazarlo.
— Está bien, Seokie. Calma, haz la frase despacito – dijo él mientras los demás miembros lo veían sorprendidos.
— Jinnie... Ocupada... Y... Y... Seokie extraña... – terminó diciendo con ojos llorosos.
Oh, no... No podía dejar a su pequeño así y mucho menos en medio del pasillo. Estaban cerca de la sala en la que practicarían así que Yeonjun no dudó en cargarlo y llevarlo dentro de aquel lugar haciéndole saber a los demás que lo acompañaran.
Una vez adentro sentó a Seokie en una banca y le limpió las lágrimas.
— No llores, pequeño. No es como que Jinnie no quiera jugar contigo, solo está ocupada ahorita y debe ser niña grande – intentó explicarle Yeonjun.
Pero Hobi no parecía dejar de llorar.
— Puedes hacer algo para ella mientras, hacerle dibujitos para dárselos cuando regrese y pueda ser pequeñita de nuevo – continuó Yeonjun para calmarlo.
Aquella idea le gustó mucho a Hobi y asintió con la cabeza emocionado.
Yeonjun fue entonces con Huening Kai con un poco de pena.
— Hyuka... ¿podría utilizar... Seokie tus crayones para hacer dibujos? – pidió intentando no sentirse avergonzado.
Pero obtuvo una gran sonrisa de parte de aquel chico.
— Claro, hyung. Ahí están mis cositas y también hay papel – dijo Kai muy feliz.
El pequeño Hobi se había sentado en el piso abriendo sus piernitas para colocar ahí el papel y comenzó a dibujar muy feliz.
Los chicos practicaron mientras él estaba distraído pero no mucho tiempo después Kai había tenido una caída.
— No... No es nada estoy bien – dijo.
Pero cuando volvieron a empezar comenzó a equivocarse.
— Lo siento... Una vez más... – dijo convencido de que lo lograría.
No fue así y Soobin solo rió antes de irlo a abrazar.
— Tú... Estás muy pequeñito para practicar – lo acusó su líder mientras de los bolsillos de Kai sacaba un chupete y se lo ponía en su boquita.
El menor estaba a punto de negar aquello pero ahora con chupete en boca era difícil decir lo contrario.
Soobin lo alentó a ir con el pequeño Seokie para que jugaran.
— Holiiiiii, soy Kai – dijo sonriendo y acercándose al pequeño.
La respuesta de Hobi había sido alejarse un poco y verlo algo extrañado.
— Soy... Seokie... – contestó.
No estaba nada acostumbrado a estar con más littles que no fueran sus hermanitos y aquello era raro.
— ¿Puelo dibujar contigo? – pidió Kai con inocencia.
Hobi asintió dándole papel y acercando los crayones.
Ambos estuvieron por un momento callados hasta que Hyuka le habló.
— Eres tú – declaró enseñando su dibujo.
Los ojitos de Seokie brillaron ¡alguien más lo había dibujado y había quedado precioso!
— ¡Grwacias, Kai! – dijo abrazándolo inmediatamente.
Después de aquello la sala de prácticas se volvió un lugar de caos por aquellos pequeños corriendo y gritando.
Correr era un decir, los pequeños solo daban pasitos rápidos tratando de no caerse mientras se perseguían.
Sus prácticas habían terminado por eso mismo, pues tanto Yeonjun como Soobin estaban más concentrados en qué no se cayeran que en la coreografía.
Yeonjun no quería que el día terminara, quería seguir con su pequeño y Kai también pues quería hacer una pijamada.
Así que agradeció por tener una excusa y habló con Namjoon para pedirle permiso de quedarse con el pequeño.
El líder no tardó en aceptar la propuesta, al parecer estaba lidiando con muchas cosas también y le vendría bien un poco de ayuda.
Seokie no podía parar de dar brinquitos cuando le dijo que iría a casa con él.
Debido a que fue improvisado Kai tuvo que compartir sus cosas con Seokie, pero eso no le importó. Ya quería mucho al pequeño que podría darle todas sus cosas sin problema alguno.
Les dieron un baño, los pusieron en pijama y comenzó el maratón de caricaturas.
Para el cuarto episodio los dos pequeños ya estaban roncando, Yeonjun cargó a Hobi a su habitación.
Era hermoso verlo dormir... Nunca se había quedado con él tan tarde y mucho menos había podido abrazarlo por las noches.
Normalmente siempre regresaba con los chicos cuando lograba dormirlo en su departamento pero ahora estaba ahí siendo un bebito tan lindo.
Acarició su mejilla y le dio un beso en la frente antes de abrazarlo.
Hobi automáticamente se había acomodado para estar más cerca de él y tomó la playera de su pijama con sus manitas.
No quería soltarlo para nada.
Tenía los ojos cerrados pero pudo balbucear un lindo:
— Te amo, daddy... –
Aquello derritió aún más el corazón de aquel chico, eran raras las veces que le decía aquel apodo... Normalmente le decía "Yeonnie".
— Yo también te amo, bebé – contestó antes de cerrar los ojos y quedarse dormido junto a su pequeño.
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Un pequeño cuento de hadas 👑 | Finalizada |
FanfictionJin tiene dos grandes secretos; a pesar de tantos años juntos y ser como hermanos los miembros de BTS desconocen estos secretos, pero aquello está a punto de cambiar por una sola cosa : No hay leche de fresa.