Jimin no sabía qué hacer, no podía empezar una escena. No quería llamar la atención y si quitaba a la pequeña Mi-Suk de ahí, lo más probable era que llorara.
También no quería llamar la atención de todos al cargarla y era muy obvio que la bebé no podía sostenerse.
Así que no tenía de otra, tal vez moriría en el intento pero no veía otra opción.
Sacó su celular y marcó rápidamente el número.
— Hyung... Tengo un gran problema – comenzó diciendo.
Namjoon había ido inmediatamente mientras seguía gritándole por teléfono que había sido muy irresponsable de su parte dejar sola a su compañera sabiendo que había secciones que no podía ir.
Gracias a la gran labia del líder pudo convencer a la persona encargada del lugar que bloquearan el paso durante un tiempo.
— Hola, mi bebita – dijo una vez frente aquella chica.
Jinnie rió y aplaudió para luego alzar las manitas hacia él.
La cargó con cariño y le dio un beso en la mejilla.
— Ahora sí que eres muy pequeñita, ¿eh? – continuó hablando con ella mientras envolvía una manta a su al rededor. No era buena idea que una bebé tuviera un vestido como el suyo.
Obtuvo un par de balbuceos como respuesta y risitas.
Comenzó a caminar con ella cuando sus balbuceos hicieron que parara.
— Sito... Sito... – decía a punto de llorar.
El líder la vio tratando de comprender lo que decía hasta que volteó.
— ¿Quieres el gran osito? – preguntó entre risas solo para obtener un lindo asentir de su pequeña.
Después volvió a balbucear y apuntar a otro lugar donde se encontraban aquellos chupetes en el suelo.
— De acuerdo, de acuerdo – aceptó.
Pidió a Jimin que comprara aquellas cosas en lo que llevaba a Jinnie a la camioneta.
Tuvo que utilizar el asiento de en medio para asegurar bien a la pequeña y dio gracias de que al menos era una bebé que se podía sostener sentadita.
En cuanto Jimin llegó puso el osito enorme a su lado haciéndola sonreír.
Durante todo el camino fue balbuceando palabras ininteligibles hacia el osito como si estuvieran platicando y lo abrazaba de vez en cuando.
Namjoon checaba cada que podía a la pequeña mientras seguía diciéndole a Jimin que no podía volver a hacer eso. El menor solo se limitaba a asentir porque sabía que tenía razón.
Al llegar a casa lo primero que hizo Namjoon fue cambiarla por algo más cómodo para dejarla gatear por toda la casa.
Tenía algo de tiempo que no usaba sus mamelucos, por lo que no pudo evitar pensar que se veía hermosa y tierna.
Le dio un beso en cada mejilla haciéndola reír.
— Estás muy risueña – comentó haciéndole más cariños.
La cargó y dejó en el piso de la sala donde se encontraban Tae y Jungkook.
— Hola, pequeña – dijo el menor mientras movía su mano en forma de saludo.
Ella se le quedó viendo un momento e imitó el movimiento de mano.
— ¿No habla hoy? – preguntó entonces Tae viendo a su líder, quién estaba detrás de ellos en el comedor.
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Un pequeño cuento de hadas 👑 | Finalizada |
Fiksi PenggemarJin tiene dos grandes secretos; a pesar de tantos años juntos y ser como hermanos los miembros de BTS desconocen estos secretos, pero aquello está a punto de cambiar por una sola cosa : No hay leche de fresa.