Jin tiene dos grandes secretos; a pesar de tantos años juntos y ser como hermanos los miembros de BTS desconocen estos secretos, pero aquello está a punto de cambiar por una sola cosa : No hay leche de fresa.
Kim Mi-Suk había despertado sobresaltada y buscó ver su mano de inmediato.
¡No había sido un sueño! Volteó a ver a su lado para ver a Namjoon y le dio un golpe en el brazo.
— ¡Oy! ¿Por qué fue eso? – se quejó el líder sin comprender lo que pasaba.
— ¡Me diste un anillo de compromiso! – gritó ella mostrando su mano — ¡De Disney! –
— Sí, lo hice – contestó Namjoon tranquilo y sabiendo a dónde iba aquella conversación.
— Pero... Es que... ¡Kim Namjoon! Esas cosas no me pasan a mí... Esas cosas no son para mí... Yo no soy la clase de persona que tiene un final de cuentos de hadas ni la que deba casarse... No creo que quieras estar toda la vida atascado con una persona como yo... ¿Y si te arrepientes? Y si no soy quien quieres realmente, no sé si deba de – fue interrumpida con un beso.
— Yo, Kim Namjoon no quiero a nadie más que a ti Kim Mi-Suk. Porque para mí eres la indicada, no quiero que pienses que estoy estancado contigo eso sería una mentira. Todos estos años no estuve con nadie más porque eras tú con quién yo quería estar y así quiero que sea toda la vida – admitió Namjoon dándole otro beso.
Jinnie no dijo nada por un momento hasta que por fin comprendió algo.
— Entonces... ¿Puedo decirle a mi mamá? – dijo dudosa pero con una sonrisa en sus labios.
— Puedes decirle a quien quieras, yo no voy a cambiar de opinión – le aseguró abrazándola.
En ese momento Mi-Suk le mandó un mensaje a su madre pidiendo que le dijera cuando estuviera despierta.
Una vez pasado tiempo le había contestado preguntando si algo pasaba y ella simplemente le mando una foto.
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Su madre no se tardó ni un minuto en marcar por teléfono en ese instante.
— ¿Es lo que creo que es, hija? – preguntó con emoción.
— Si, mamá. Me lo pidió ayer – respondió Jinnie intentando no llorar.
— Ay, hija ¡me alegro demasiado! Namjoon-ah siempre ha estado a tu lado, me da muchísimo gusto que haya decidido hacerte parte de su vida por completo – siguió diciendo su mamá e incluso podía notar que estaba sonriendo aunque no estuviera ahí.
— Gracias, mamá – dijo antes de que comenzaran a hablar sobre los preparativos que debían de tener.
No la había soltado por más de dos horas, así que en cuanto colgó incluso le dolía la oreja.
Vió algunas cosas en su teléfono antes de finalmente voltear a ver a su novio, prometido, su prometido. Sonrió ante la idea hasta que le llegó una notificación de instagram, la había etiquetado en una foto.
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En la descripción se leía "No me quiere decir que está viendo ಠ_ಠ ".
— ¡Oy! ¡Namjoon-ah! ¿Quién te dio permiso de subir una foto en la que me veo tan mal? – le preguntó molesta.
— Tú siempre te ves bien y no me estabas haciendo caso, llevas un buen tiempo ahí sentada – se quejó él.
— No pues... No estaba viendo... Nada – se excusó ella sonrojándose.
— ¿Nada? Vamos... No puedo creerte con tal sonrojo – dijo Nam recogiendo un poco su cabello y besando su cuello.
— Ve-ves-vestidos... – admitió finalmente alejándose un poco de él porque tenerlo tan cerca siempre le producía demasiadas sensaciones como para concentrarse.
— Vestidos... ¿ya estás pensando en lo hermosa que te vas a poner ese día? – preguntó acercándose nuevamente a ella.
— Bu-bue-bueno no.. no está de más... Pensarlo – dijo torpemente.
— Kim Mi-Suk... No puedo esperar a que seas mi esposa – admitió Namjoon dándole un beso cálido.
Mi-Suk profundizó más aquel beso, no sentía tan cerca a su novio como quisiera.
— Te amo... – dijo entre besos.
— Yo te amo más – respondió él antes de sumirse en el cuerpo de su amada.
Sería curioso el viaje que les esperaba por delante, esperaba que todo saliera tal y como ella quería.
