The moonlight

Capítulo 14

Selina

Mis fríos dedos pasaban por los estantes del local de antigüedades.

Miraba con detalle cada cosa que había, como relojes, alcancías en forma de niños o de animales, también habían un par de muebles viejos.

—Esto se ve de la época victoriana— mi prima Sofía señaló un libro viejo con la tapa gruesa color cobrizo y con figuras realmente extrañas— olvidalo parece un libro de brujería.

—Es solamente un libro— lo tomé en mis manos y traté de abrirlo pero este no se dejaba debido a una cerradura que contenía a su costado.— es un tipo diario— se lo devolví

—Porque lo venderán aquí, si dudo que tengan la llave aun— hizo una mueca— ya me vas a decir que hacemos aquí?.

—Quiero darle un detalle a Damián — sonreí leve mientras caminábamos en donde había más libros

—Y el mejor lugar para hacerlo es este?— me miro extrañada— porque no le compras, una bufanda o un par de calcetines, eso está de rebaja en estas épocas navideñas— alzó los hombros— ¡ya se!, mejor un gorro para el frío eso es muy útil también

—No le voy a comprar nada de eso Sofía, no creo que le guste, siento que a él le llama más este tipo de cosas antiguas— sonreí al recordar su habitación llena de pinturas viejas y cosas de este tipo

—Bien, como tu digas— murmuró— dale este de regalo— me mostró una escultura de media luna y sol— son muy ustedes— soltó una risa.

—¿Porque nosotros?— pregunté curiosa.

—Porque tu eres como la luna, eres hermosa, porque tu brillas sin necesidad de tener estrellas a tu alrededor, pero algunas veces la oscuridad de la noche te consume haciendo que tu brillo no sea tan fuerte como quisieras— ladeo su cabeza— y el sol es como Damián, por el color de sus ojos y por el tono medio dorado de su cabello.

—Damián y yo tenemos casi el mismo color de ojos, y nuestro cabello es casi del mismo color— tome un libro blanco del estante

—Es que me quede sin adjetivos para decir sobre Damián— soltó una media risa— pero tu fácilmente puedes ser la luna y el sol

—Que te parece este— le mostré el libro con tapa blanca.

—¿Un libro?, de que trata— quiso mirarlo pero se lo arrebate de inmediato.

—Eso nadie lo sabrá— lo tome y fui a la caja para pagarlo.

—No entiendo que tiene de maravilloso regalar un libro blanco— escuche su voz detrás mío

—No lo es, pero si le das un significado esto se podría volver un libro mágico que en algún futuro su valor sería mayor— ella solo me miraba raro, provocando mi risa

—Claro, yo pagaría por tener un libro blanco que antes pertecia a una pareja y que ahora los hijos de esa pareja lo están subastando— su sarcasmo llegó hacia el cajero quien soltó una risa leve.

—Me voy a enfadar contigo— la mire mal, mi vista se fue al frente para ver de la misma forma al cajero.— cuanto es— le hablé de mala manera.

—Quinientos sesenta y dos pesos— me miro mal.

—Bien— mire el billete y se lo tendi— no se equivoque con mi cambio por favor— lo mire burlona.

—Donde sacaste todo ese dinero— Sofía me miro asombrada— mis padres me dan cada domingo cuarenta pesos y eso para mi es mucho