Capítulo 27

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Selina

—Cuñada necesitamos que confirmes de una vez si, ¿servimos primero el pollo a la naranja o dicen su pequeño discurso?— Nancy quien era hermana de mi futuro esposo, y una de mis madrinas de boda, llego con una hoja con los horarios de la boda.

—Oh, no se, ¿será mejor comer el pollo no?— sonreí nerviosa mientras ajustaba mi vestido.

—Te ves hermosa— suspiro mirándome por el espejo, cualquier novia sueña con este tipo de bodas.

—Lo se, es un sueño— sonreí a más no poder— nunca me imagine que Rodrigo tuviera familia aquí, siempre pensé que tlaxcala era un sitio sin habitantes— trate de bromear y que saliera lo más natural posible.

—Es lo que todos dicen, que mi estado no existe pero lo hacen de broma— negó riendo— mi mamá se caso aquí también, es una tradición familiar casarse en la parroquia de san lorenzo, dicen que te trae buena suerte en tu vida de casada.

—Eso espero— murmure— Como me veo— salí por completo del cuarto de baño con el vestido blanco tipo princesa.

Era muy largo y ancho debido a mi vientre que tenía 5 meses, la tela era demasiado brillante, las mangas las había diseñado yo con un encaje fino y pequeños diamantes plateados.

Se sentía de en sueño todo esto. Pero me faltaba cierta emoción, estaba nerviosa pero no por casarme, si no por saber que uniría mi vida a algo desconocido y totalmente nuevo.

—Te ves hermosa— sus ojos se hicieron agua— mi hermano tiene tanta suerte de haberte encontrado— tomo el velo entre sus manos y camino hacia mí— eres como cenicienta con tu color de cabello, el rubio te queda bastante bien.

—Vida nueva, look nuevo— sonreí mientras le daba la espalda para colocarme el velo—ya era de un tono rubio, pero me gustó hacerlo mas rubio y corto, creo me queda bastante bien— me mire al espejo.

—Eres bastante linda Elina, es hora de irnos, faltan 9 minutos para la ceremonia— aplaudió— mi mamá y tus damas de honor ya están en la iglesia, y... — arrastró las palabras— tu futuro esposo también está llegando.

Pego un grito y salimos de la casa, la cual era antes de sus abuelos.

Olvidaba contar que días antes cambie había hecho un cambió a mis papeles, cambié mi nombre y apellido paterno. Se sentía bien haberlo hecho, ya no quedaba nada de aquella chica de 17 años que vivía encerrada en cuatro paredes y su propósito era complacer a sus padres.

Ya no quedaba una niña enamorada ni con ilusiones de un futuro con alguien a quien amaba tan intensamente, ese amor se convirtió en cenizas, ese amor quedo atrapado en un fuego intenso y jamas logro salir.

Trate de retirar mis pensamientos, le había prometido a Rodrigo olvidar mi pasado, borrar cualquier rastro de sentimientos por Damián, cualquier historia, foto, recuerdo, besos, y sería difícil hacerlo, olvidar a un hombre al cual ame, para estar con otro al cual intentaría llegar a quererlo.

Solo que había hecho trampa, el no decirle que me había puesto el nombre que Damián me puso la primera vez que nos conocimos era un secreto nuestro y así se quedaría. Nadie tenía porque saberlo. Quería olvidar todo lo que viví meses atrás, sabía que Damián hubiera querido eso que yo volviera a hacer mi vida nuevamente.

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