The moonlight

Capítulo 12

Damián

Ella solo tomó mi mano, no hizo nada más que tomarla y guiarme hacia su amor. Yo confíe ciegamente en ella y jamás me arrepentiré.

Sólo entendí demasiado tarde que aunque nuestros mundos eran distintos, ella y yo teníamos todas las armas para crear uno nuevo, un mundo solamente nuestro en donde no importaba lo material si no nuestro amor, porque si, ella y yo nos enamoramos y jamás dejamos de estarlo, porque nuestras almas se unieron para siempre.

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—Tengo miedo— susurre mientras la miraba, estábamos en un pequeño cerro, no quedaba tan lejos de la ciudad pero era lo suficiente para darnos tranquilidad.

—Yo también— su mirada estaba fija en el seco pasto y sus finos dedos estaban haciendo figuras en la tierra.— Me da miedo que me piqué un bicho o peor aún, que haya arañas o víboras— y su mirada por fin conecto con la mía.

—¿Enserio?, aquí no hay nada de eso, este lugar está tan solo que ni los bichos vienen aquí— sonreí de lado—. Hablo de nosotros— nos señale— me da miedo de lo que tenemos, no se como poder avanzar, como poder cuidarte y ayudarte— la mire, pude sentir la tristeza en mi corazón.

Ese miedo siempre llega a mi, saber que podemos tener algo lindo y de la nada arruinarlo todo y pasar de ser dos adolescentes enamorados a ser dos extraños que se recuerdan con dolor por algo que no pudo ser.

—Ya sabía a lo que te referías, solo que también tengo miedo de hablar sobre eso— miro mi mano y la tomo, dándole una sensación cálida que recorrió por todo mi cuerpo.

—No se que esta pasando, y lastimarte sería algo que jamás me perdonaría, pero también se que eres lo más hermoso que le pasó a mi vida, no necesito haber tenido varias parejas para confirmar lo que se siente que una persona llegue a tu vida y la cambie por completo con solo una mirada— apreté su mano con fuerza.

—Damián, ambos somos principiantes en esto, aún no sabemos cómo manejar todo lo que sentimos, es algo nuevo pero de alguna forma me gusta sentir esto y me gusta sentirlo contigo— me regalo una leve sonrisa.

—Selina... —

—Shh... No me llamo así— después de que interrumpiera mis palabras soltó una leve risa.

—bueno Elina— remarque el nombre que le había puesto hace unas semanas atrás.— Elina me gustas, y me gustas demasiado— y saqué de mi corazón las palabras más sinceras.

Pude notar como su boca se abrió un poco, tal vez por la sorpresa o por la emoción que la hicieron sentir mis palabras, y por el lado negativo podía ser porque no sentía lo mismo y trataba de formular alguna respuesta para decirme que no sentía lo mismo que yo.

—Damián— suspiró— quita la cara de asustado porque le quitas la seriedad al tema— y su sonrisa volvió a salir de sus labios.— con todo lo que te dije esta más que claro que me gustas también, pero te lo puedo confirmar— y en un movimiento acerco más su cuerpo hacia el mío.— me gustas y mucho, te confieso que jamas pensé que esto me pasaría, se me hacía imposible pensar que un día un chico me gustara, y llegaste tu y cambiaste mis pensamientos. De hecho era más fácil que me gustara una mujer que un hombre— y soltó su risa que al instante me contagio.

—Esta claro que ambos sentimos lo mismo, no hay que darle tanta vueltas— ambos bajamos las miradas y sonreímos.

¿Así se sentía el amor? Así se siente el amor adolescente, mi primer amor, el único sentimiento que se ha quedado en mi y que me gusta sentirlo, ese sentimiento de felicidad y mariposas en el estómago cada vez que ella esta a mi lado, el sonido de mi corazón acelerado cada vez que escucho su voz, y como mi cuerpo reacciona con el calor de sus labios. Si, así se siente mi amor por ella.