Cayden.
Es una sorpresa ver a mis hermanos merodeando y a su vez invadiendo mi espacio personal. Cuando Viktoria abrió la puerta a las personas que menos esperaba ver estaban ahí parados con una sonrisa, Faith me perdona toda, ella tiene un corazón de oro, Juli y Nick, si que eran sorpresa, la última vez que nos vimos se encontraban cabreados por exponer a nuestras hermanas al peligro como lo había hecho, también conocía su curiosidad extrema y si creo que están más aquí para conocer a la doctora que en si para verme.
Son mis hermanos, se como son. La que se que nunca vendría y dudo que en algún momento quiera perdonar es Ellie, ella me lo dijo en la cara, no tengo más un hermano mayor. Vi en su mirada decepción, tristeza y mucho enojo, ella nunca me perdonaría, lo merezco, pero duele mucho eso.Como decía los acaparadores se sentaron a desayunar, obviamente no iban a perder la oportunidad de observar a la doctora e invitarla a que se sume con nosotros, tampoco podían quitar sus ojos de ella, les doy la razón a mis hermanos varones, ella tenía un pijama demasiado sexy y vaya que sí podía hacer funcionar la imaginación levantando ciertas partes de nuestros cuerpos.
La doctora Brankovič es sexy, demasiadas para mis ojos y un problema que sea mi compañera de departamento.
— Gracias por la invitación y esas donas — habla levantándose de la mesa.
— Nada como desayunar con una hermosa mujer — acota Nick de forma galante.
Pongo los ojos en blanco, Julián y Nicholas no perdían la oportunidad para coquetear con ella.
— En unos días, llamaré a cada uno — les informa.
— ¿Para qué? — consulto con mi ceño fruncido.
— Ya lo verán — responde misteriosa y sonriendo sale de la cocina para dejarnos solos.
¿Con que vendrás ahora, doctora?
Suspiro resignado sabiendo que no me voy a poner negar a ninguna de sus locas ideas y terapias alternativas.
— Es sexy — habla Julián.
— Demasiado y no se como puedes convivir con ella de esa forma mientras se pasea con ese sexy pijama, debes tener las bolas azules — asegura Nick.
— ¡Nicholas! — chilla Faith.
— Es la verdad, dudo que ambos puedan aguantar — lo miro enarcando una de mis cejas. — es notable la tensión sexual y no va a durar mucho — afirma con seguridad.
— Yo les doy dos semanas, he escuchado que hay una nueva terapia en baso al sexo y es muy eficaz — acota Juli.
— ¿Existe eso? — consulto.
— Tú si que le crees todo, están inventando — comenta Faith rodando los ojos.
— Puede que lo hagamos, pero a Cayden le interesa la idea — bromea uno de mis hermanos subiendo y bajando las cejas de manera sugerente.
No puedo con ellos.
— ¿Y Ellie, cómo está? — pregunto tomando mi segundo café del día.
— Enojada, con un instinto asesino que quiere cortarte el pene y darle de comer a los cerdos con el — dice Nick suspirando.
— No es para menos, la jodí por completo — reconozco.
— Es pasajero, dale su tiempo — me pide mi hermana apoyando su mano sobre la mía con calma.
Si todos tenemos nuestros tiempos, solo que un enojo de Ellie Salvatore solo significaba que nunca más volvería a dirigirte la palabra. Para ella no existen las segundas oportunidades, ni había término medio para las cosas, es blanco o negro y es por eso que ese día cuando se enteró de la apuesta me gritó que nunca vuelva a decirle hermana porque ya no me consideraba su hermano mayor. Fuerte y doloroso, pero tenía razón en cada una de sus hirientes palabras.
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Difícil de Entender (6° SAP)
RomanceSexto libro de la Saga Atracciones Peligrosas. Todo tiene un límite. Cuando se toca fondo caes en la realidad de todo lo que hiciste mal durante toda la vida. Los excesos y descontrol sólo traen más problemas, eso le sucede a Cayden. Cayó en su desg...