Cayden.
Toque fondo.
No hay salvación a lo que hice.
Soy un maldito hijo de puta, que perdido por el alcohol y el juego hizo la peor bajeza del mundo. Estoy tan arrepentido de esa noche, no debí hacerlo, pero sin importar un carajo lo hice, aposté a mis hermanas en un juego de poker. Llevaba una buena racha, seis partidas ganadas y por eso estaba seguro que iba a ganar. Ellos querían algo más que dinero, no tengo idea como se me vino la idea para hacerlo, unos segundos de fastidio entre ellos bromeando y terminé dejando que mi adicción gané la batalla, convirtiendome en una basura por apostar a lo más importante de mi vida.
Cuando Fabio ganó, su sonrisa victoriosa sumado a los comentarios mal intencionados sobre todo lo que él junto con sus amigos le harían a Faith y Ellie, me hizo volver a la realidad.La había jodido por completo.
¿Cómo fui capaz de apostar a mis hermanas?
¡Qué carajos hice!
Esa misma mañana después que salí del casino clandestino, me vi en la obligación ir directo a la casa de mis padres, no me daba la cara para mirarlo a los ojos, no después de lo que hice y cuando le confesé a mi padre vi la decepción en su rostro, las lágrimas en el de mi madre.
Soy lo peor de esta familia.
Nunca debieron adoptarme, solo lo hicieron porque ese día que fueron a ese orfanato se enamoraron de Faith, si la querían a ella también se tenían que llevar a mi. Eso los llevó a hacer esa adopción doble para no separarme de mi hermanita. Llegué a una familia donde amor y el cariño no tiene límites. Ellos me acogieron como si fuera parte de cada uno, solo que nunca en su totalidad me sentí parte de la familia Salvatore. Demian y Jazmín mis padres adoptivos me dieron todo, una casa, estabilidad económica, amor y oportunidades para que tenga la mejor educación del mundo. Gracias a su esfuerzo terminé el secundario y me gradué en la universidad como abogado.
Quería encajar en la familia, solo que nunca lo hice como se debía.
Mi irresponsabilidad puso en peligro a mis hermanas y esto no voy a perdonarme nunca.
Mi padre se puso en campaña para impedir que nada malo les suceda, trato de llegar a un acuerdo con Fabio, darle dinero para que deje de lado lo que había apostado conmigo, solo que el hijo de puta no acepto lo que me llevó a que llamará a Sasha, mi amigo para intervenir. Después de todo su mafia pudo solucionar las cosas, aunque de ahora en adelante mis hermanas estarían vigiladas por guardaespaldas gran parte del día, todo por su seguridad.
— ¡Hey Cayden! — gritan mi nombre cuando cierro la puerta de mi auto.
Busco la voz, pero no encuentro nada.
Abro la puerta trasera para bajar algunas cosas del trabajo y cuando siento que algo golpe mi espalda con fuerza. Caigo al piso descolocado observando a Fabio con una gran sonrisa de su parte.
Hijo de puta.
— Cuando menos lo espere iré por tus hermanas — siento patadas en mi estómago y en mi espalda. — Usaste a la mafia, voy a respetar mi palabra con el líder — se burla dando de nuevo ordenes a sus hombres para que me sigan pateando. — Solo por un tiempo cumpliré con mi palabra, quiero que vivas con miedo y paranoia, porque cuando menos espere me llevaré a tus lindas hermanas, serán mis putas y la de mis hombres — agrega divertido.
Con la poca fuerza que me queda me levanto para enfrentarlo, no dejaría que nada le haga a mis hermanas porque morirá en el intento. Fabio hace señas dejando que sus hombres no me hagan nada, me acerco a él cabreado.
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Difícil de Entender (6° SAP)
RomanceSexto libro de la Saga Atracciones Peligrosas. Todo tiene un límite. Cuando se toca fondo caes en la realidad de todo lo que hiciste mal durante toda la vida. Los excesos y descontrol sólo traen más problemas, eso le sucede a Cayden. Cayó en su desg...