Capítulo 13.

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Cayden.

Se lo dije, cobarde de mi parte en afirmar que ese beso fue un error producto del alcohol. Tal vez lo era, pero dentro mío fueron más lo celos que por la ingesta del Ginebra, estaba tan cabreado con la idea de ella casándose con otro que me hizo cometer una completa estupidez y de la cual aprendí que no debo dejar que mis sentimientos influyan mi tratamiento.
Quiero recuperarme, sentirme libre de mis asfixiantes adicciones, ser otro hombre que está dispuesto a luchar contra todo, pero para ello debo confiar tanto en mí como el Viktoria, además de mostrarle que podemos volver a generar ese vínculo de confianza.

Quiero que ella confíe en mí.

Solo habían pasado tres días desde ese beso, todo se volvió tenso y complicado entre nosotros, ambos los sabemos pero estamos empeñados en hacer como que nada sucedió.

Fue un simple beso, no debes hacerte la cabeza, Cayden.

— ¿Qué estás haciendo? — su voz me saca de mi atención a unos documentos que estaba leyendo para un caso.

— Es un caso relacionado a una demanda de trabajo, ella quedó embarazada y la empresa donde trabajaba la despidió sin contemplaciones — le cuento mientras me sirvo una taza de café y también cargo una para ella.

— Tenía entendido que eso no se podía hacer — acota con su ceño fruncido.

— Existen empresas que tienen sus requisitos, contratos donde se estipula que durante un plazo no pueden quedar embarazadas. Uno lee eso, firma estando de acuerdo, pero lo que hable con mi cliente esto es algo que esta fuera de manos ...

— Pero si no quería quedar embarazada existen métodos para impedirlo — contesta.

— Si, los hay — es lo único que digo.

— ¿Hay algo más turbio, no? — indaga.

— Víctima de abuso sexual — declaro.

— Seguro que su victimario es alguien de esa empresa que hoy está despidiendola — afirma con su quijada tensa.

— Esta en lo cierto, doctora Brankovič — afirmo.

— Nunca te pregunté a qué rama de la abogacía ejerces — comenta pensativa.

— Me gusta la rama de la abogacía laboral, este caso llegó por mano de mi tía Amy, ella me lo asignó y luego de tirar un hilo, la mujer me contó todo — cuento recordando ese día que hable con la chica.

— Cuando una persona es víctima de violación les cuesta reconocer, hay cuatro estadios, la negación, la culpa, el miedo y por último el grito de ayuda. Existen muchas no llegan al último, prefieren cerrar sus bocas por ese mismo miedo que podria pasar lo mismo — me informa.

Su cuerpo está tenso y la veo suspirar con resignación.

— Quiero ayudar a esta chica — sentencio.

— La vamos a ayudar, necesita apoyo psicológico y psiquiátrico. Tal vez deberías también contactar con tu madre, ella es psicóloga podría orientar, si me dejas quisiera ayudar. Se lo que es ser víctima de una persona que tiene poder y no poder hablar por miedo — comenta viendo como su mandíbula se tensa.

— ¿Tú....

No voy a negar que sus palabras dejaron un gran pregunta en mi cabeza, no se como hablar para preguntarle si ella fue víctima de abuso.

— ¿Qué decisión tomaste? — interviene cambiando el rumbo de nuestra conversación.

Suspiro.

Difícil de Entender (6° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora