Capítulo 29.

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Cayden.

No tenía una mala familia, sino todo lo contrario, es una de las mejores. El recibimiento por la próxima llegada de mi hija lo habían tomado de la mejor forma, Minerva va a ser demasiado amada por toda la familia, una sola parte lo sabe, esperen a que mis abuelos, mis demás primos e incluso mis tíos se enteren de que tendríamos una princesa en la familia.

Mis padres volaban de euforia, mis hermanos varones no paraban de repetir que sería su consentida y Faith no paraba su parloteo sobre el tema del baby shower de su sobrina, solo faltaba Ellie, pero se como es ella, nos tenemos que sentar a hablar, solo que la conozco demasiado bien para saber que nunca va a perdonarme por lo que hice, solo me gustaría que mi hija no pague las consecuencias de sus destratos.

— ¿Cómo haz llevado el embarazo? — escucho la pregunta de mi madre.

— Demasiado bien, solo un poco sueño los primeros meses, luego se ha normalizado — responde Viktoria.

— Como es posible que Inzie lo sepa — se queja Faith.

— Se lo habrá contado, Alexandr. Mi hermano fue una de las primeras personas que se enteraron y seguro que él le contó — acota.

— Cuando hablamos de Alexandr, ¿es Sasha? — inquiere Nick con su ceño fruncido.

— Si, de él está hablando — contesto.

— ¿Eres hermana de Sasha? — inquiere mi padre.

— Soy su hermana mayor — determina Viktoria.

— No teníamos idea de eso ...

— Mi sobrina será la lider de la Bratva — murmura Julián anonadado.

Miro a Viktoria con los ojos bien abiertos, no se me había pasado jamás por la cabeza algo como esto.

— No, solo un Sokolov legítimo puede tomar ese puesto. Minerva tendrá el apellido Salvatore y el mio que es Brankovič, pero si la deja como sucesora tuya dentro de La Garduña — comenta.

Me veo en la obligación de sentarme.

¡No puede ser!

Tengo que hablar con Emilia, luego que nuestro trato termine y su padre este muerto, no pienso hacerme cargo de la mafia. No quiero un futuro siendo su lider y mucho menos exponer a mi hija a un legado dentro de una organización criminal.

— Ya vuelvo — me disculpo saliendo un poco.

Necesito aire.

Necesito empezar a organizar mi vida.

¿Qué voy hacer?

Viktoria no lo ve como algo loco y peligroso, bueno ella si se crío en este ambiente, pero de mi lado lo veía tan preocupante que no sabía por donde arrancar para empezar a organizar todo mi vida completa para cuando Minerva decida llegar a este mundo.

— Hijo — la voz de mi madre me hace volver de mis pensamientos. — ¿Qué tanto te asusta? — pregunta al acercarse donde estoy apoyado.

— La vida, la idea de ser padre y el tema de la mafia — reconozco siendo sincero con ella.

Jazmín, mi mamá, es la mejor de todas. La hice sufrir tanto cuando era un estúpido adolescente y de adulto también. Ella no merecía nada de todo lo que hice, me adoptó y nunca se cansaron junto con mi padre a mi desprecio o ser un caso perdido, sino todo lo contrario estuvieron para levantarme en cada caída, sin rendirse. Por eso cuando la vi, la abracé como lo hice, fui un mal hijo todos estos años y quiero cambiar.

— La vida es siempre un desafío, solo debemos aprender a lidiar con los desafíos y las pruebas que cada día uno tiene que superar — acaricia mi mejilla. — nunca uno está preparado para ser padre, genera temor, dudas e infinidades de cosas, pero sabes algo se que serás un gran papá para Minerva, no dudes de eso. Viktoria y tú juntos van a criar una niña fuerte, decidida y que luche por sus sueños — me abraza y no dudo en hacerlo tambien. — Con respecto a la mafia se que tomarás la mejor decisión y ahí estaremos con tu padre incluso tus hermanos apoyando lo que decidas que es mejor — finaliza.

Difícil de Entender (6° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora