Capítulo 32.

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Cayden.

Sevilla.

Desde que había llegado a Sevilla me sentía en alerta, se que algo iba a suceder y no sabía cual iba ser el primer problema. Si la loca de Emilia explotaba antes o mi padre nos atacaba a nosotros primero. No confío en nadie y que me mantenga lejos de la casa todo el día me hacia demasiado raro, se que quiere que aprenda a controlar todo lo relacionado del narcotrafico, la llegada de los camiones luego para que vayan a su punto de destino que es en cada ciudad española.

Mil veces prefiero estar lejos de esa casa.

Además mientras el viejo este contento no podría darse cuenta que usaré su punto débil a mi favor y Emilia inestable como está, es un arma que debo usar en contra de nuestro progenitor.

— Desde que esta usted, no tenemos poblemas con la policía ni con la mafia Italiana — acota Jacobo, uno de los hombres que considero leales.

— Una vez que uno usa la cabeza y alinea las cosas a nivel que la justicia no joda, todo irá mejor y en ascenso. Con respecto a la mafia Italiana, no tengo problemas con ellos, además creo que tenemos que buscar aliados, cuántos más sean mejor nos irá en el tráfico de la droga a cada parte del mundo — determino.

— Tiene mucha razón, señor — responde otro de los hombres.

— Ojalá su padre se muera pronto — escucho que dicen.

Suelto una carcajada.

— Ese viejo tiene vida para rato — bromeo.

Aunque por dentro deseo lo mismo no puedo dejar que ellos sepan lo que pienso o siento, sino mostrarme que no me molestaba sus comentarios y sobre todo hscerles entender que estaba de su lado para ponernos a cambiar el futuro de La Garduña si fuera necesario.

Cuando llego a la mansión, directamente me manda a llamar a su despacho, donde lo veo sentado con una sonrisa arrogante en su rostro.

— ¿Qué sucede? — pregunto.

— La verdad que cada día estoy orgulloso de tenerte como hijo — dice haciendo que frunza el ceño confundido.

¿Qué se trae el viejo?

No le creo nada de lo que salga de su boca.

— ¿A qué se debe tanto halago? — indago.

— Siéntate que tengo varios puntos — comienza a hablar. — Los cargamentos llegan a destino sin problemas, pusiste una paz con cada mafia italiana, incluso con el mismísimo Il capo de tutti, tienes alianza con la mafia rusa y para completar dejaste embarazada a la hermana de lider de la Bratva ...

— ¿Qué demonios dices? — mascullo.

Le hace señas a uno de sus hombres que está en la puerta, abren y siento que me quedo sin aliento cuando veo a Viktoria caminar con seguridad hacia a nosotros.

No.

No, esto no puede estar pasando.

— Como vas a mantener lejos a la mujer que lleva tu heredero en su vientre — acota sonriendo.

Vuelvo a mirar a Vik, ella sonríe y como si nada pasara se sienta a mi lado mirando al bastardo de mi progenitor.

— No tenía idea que su apellido era Sokolava y la hermana mayor del Rey de La Bratva — dice sin borrar su sonrisa.

Sabía que su apellido es ese, pero por repudio a su padre se lo había quitando para usar con orgullo el apellido de su tío. Pero en algunos momentos decir que pertenece a los Sokolov, tiene sus ventajas porque estas dejando en claro tu vínculo con la mafia rusa.

Difícil de Entender (6° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora