Cayden.
Conseguir un avión equipado fue fácil, sobre todo si hablas con tu amigo que tiene uno y no dudo en prestarlo sin preguntar para que lo necesitaba. Después sacar a Noah de esa clínica con ayuda de Viktoria, que no estaba demasiado de acuerdo con el plan fue bastante arriesgado y fácil porque subirlo a una silla de rueda haciendo que daríamos un paseo nos hizo sencillo salir por la puerta grande sin alertar a nadie.
Luego de ahí nos subimos en un auto que nos llevó directo a la zona de embarque donde el avión prestado por Sasha nos esperaba a los tres.Hace mucho tiempo no viajaba, ahora iba a rumbo a Berlín acompañando a Noah para reencontrarse con Katherine y saber bien lo que sucedía con ella.
¿Loco?
Demasiado loco, que no había tenido tiempo de avisar a mis tíos de mi improvisado viaje que volverá locos a mis padres cuando lo sepan, pero no debían preocuparse, traje conmigo a mi cable a tierra y la que me mantiene alejado de todo lo malo que hay en mi vida.
— La debes amar mucho — digo captando la atención de Noah.
— ¿Qué te hace pensar eso? — contraataca a la defensiva.
Noah es abogado, ambos compartimos la misma profesión y es por eso que sabemos como no decir nada envolviendo a las personas.
— Creo que es obvio, no estaría en un avión complicando su salud sino amará a esa chica — habla Viktoria teniendo toda mi atención en ella mientras la veo colocar el oxímetro en el dedo de Noah controlando su nivel de oxígeno a estas alturas.
Pensar que hace unas horas me pedía que seamos profesionales y luego en mi departamento si esa llamada no nos interrumpía ninguno había reparado en ser profesional uno con el otro.
— No pedimos tu opinión — sisea siendo descortés.
— No le hables de esa forma, Noah — mascullo mirándolo de la peor forma.
No iba a dejar que Noah le falte el respeto a Viktoria.
— Puedo defenderme solo, no necesito que nadie me defienda — me dice frunciendo el ceño.
— Mejor no hables — le pide Noah de forma ruda.
Noah siempre fue de esta forma, pero con este aura de moribundo se volvió más hostil e irritable de lo que recordaba.
— Los hombres como tú son una porquería — declara ella poniendo algo en la nariz de mi amigo.
Viktoria se aleja de nosotros rumbo al baño.
— Te dije que es sincera — comento.
— Es una perra — acota.
— Un poco, es sincera y esa sinceridad duele cuando te dice las cosas — digo suspirando.
— Compadezco que vivas con ella, ya la hubiera matado — murmura tras un largo suspiro y lo veo cerrar los ojos.
Algo me hace levantarme de mi asiento para ir detrás de Viktoria, abre la puerta del baño y la tomó de sorpresa cuando ingreso encerrandonos a los dos en ese minúsculo lugar.
— ¿Qué demonios haces? — me pregunta.
— Nada — contesto.
Ella queda presionada contra el lavado y mi cuerpo.
— Dijimos que íbamos a ser profesionales — dice poniendo sus manos en mi pecho tratando de separarnos un poco más.
— Lo somos, solo quiero pedirte disculpas por el comportamiento de Noah, no está pasando un buen momento...
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Difícil de Entender (6° SAP)
RomanceSexto libro de la Saga Atracciones Peligrosas. Todo tiene un límite. Cuando se toca fondo caes en la realidad de todo lo que hiciste mal durante toda la vida. Los excesos y descontrol sólo traen más problemas, eso le sucede a Cayden. Cayó en su desg...