Capítulo 20.

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Viktoria.

Sentia que mi vida colapsaba a mi alrededor, no solo por el hecho que Cayden sepa la verdad sino tambien por el simple minúsculo momento en que mis ojos dieron con Natasha, sentí que todo se volvia a mi y en mi contra. Ella no tiene la culpa, ambas somos víctimas de la misma persona que marcó nuestras vidas y pensé que había superado cada uno de mis traumas del pasado, pero estaba equivocada.
Necesito ayuda, solo que no puedo dejar a él sin la mía, escuchó de mi boca que solo era una misión que debía cumplir y es absolutamente mentira, el vínculo nuestro siempre fue diferente.

Tío Odik me lleva en sus brazos mientras subimos las escaleras de su avión privado, mis ojos dan a los de Cayden que esta en el avión de enfrente subiendo siguiendo a Alexandr porque el ya tenía un plan para trabajar en contra de la mafia española.

— No puedo dejar que se vaya sin escucharme — le dio a mi tío.

— En este momento no es correcto. Él está enojado y tú débil, no quiero que te lastime — contesta con contundencia.

— Él me odia, tio — afirmo escondiendo mi rostro en su pecho.

— No lo hace, solo esta confundido y dolido por saber la verdad — comenta apoyándome en uno de los asientos del avión.

— Me odia — declaro suspirando.

Alexandr y tío Odik nos estaban obligando a separarnos, queria que Cayden me escuche solo que mi cuerpo no ayudaba en el proceso, me sentia tan agotada que no podia ni responder.

— ¿A dónde vamos? — murmuro con mis ojos cerrados.

— Novosibirsk, a casa — responde mi tio.

Novosibirsk, no esa ciudad ya no la sentia como mi casa.

No tenía fuerzas para protestar, solo se que me acomodé bien el asiento de ese avión y deje que todo mi cansancio se apodere se mi, durante las horas que tardabamos de Berlín hasta Novosibirsk.
Sentí a mi tío volver a cargarme cuando entre sueños me dijo que habiamos llegado. No me queje, solo dejé que me llevará porque en verdad no me sentia demasiado bien. Ya no sabía si esto era producto del cansancio físico o el emocional que cargaba.

Dormí alrededor de catorce horas, mi cabeza o mejor dicho mis ideas se econtraban más en orden cuando abrí los ojos y me encontré en mi antigua habitación.

Me sentía tan vacia, como si hubiera perdido una parte de mi en estas ultimas horas.

— Basta de esto — me auto regañe mientras salía de la cama y caminaba directamente al baño dentro de mi habitación.

Una larga ducha y cuando estuve presentable baje para encontrarme con tío Odik acompañado de una pelirroja de ojos verdes en la cocina de nuestra casa.

— Vik — me saluda con una gran sonrisa. — Te presento a Dasha, mi prometida. Dash ella es Viktoria, mi sobrina la mayor — nos presenta.

Incomoda tomo su mano para estrecharla con la mujer que resulta ser la famosa prometida de mi tío.

— Un gusto conocerte — digo de forma cortez.

— El gusto es mío, escuche tantas cosas de ti que tenia demasiada curiosidad en conocerte — comenta sonriendo.

Dasha es una maquina de hablar, es graciosa y bastante espontánea. Tiene treinta y ocho años, divorciada. Es la dueña de una tienda de corbatas, donde justo un día tío Odik pasa por casualidad. No se si habrá sido de esa forma, en la vida de mi tío nada es por azar, pero no me voy a meter, se lo ve feliz y siempre quiero lo mejor para él.

Difícil de Entender (6° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora