Capítulo 22.

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Cayden.

Las ideas de Emilia, no terminaban de cerrarme, sobre todo ahora al enterarme quien es una de las amantes de su esposo y lo que ellos hicieron en contra de la dama de la mafia Italiana que es la madre biológica de mi mejor amigo.
La Garduña no me cierra, algo más esconden y se que todos me quieren usar para su beneficio, es por eso que debo ser mucho más inteligente ante ellos. Por eso antes de presentarme a mi padre debo prepararme, no solo fisica sino que mentalmente.

Esto no es un juego, es la mafia.

El señor Gauss era el que me estaba dando un rápido master, que sea abogado beneficiaba porque tenía conocimiento en leyes. De lo bien y el mal, solo que no tenía idea lo detrás. Sasha junto Ignati me asesororaban en todo lo que conllevaba lo administrativo y la forma de traspasar dotaciones de droga, después de todo la Garduña se especializa en el narcotrafico.
Toda mi vida del lado de la ley y ahora me metía de lleno en el mundo criminal para salvar a la mujer que llegó a mi vida a base de mentiras.

Viktoria.

Seguía enojado con ella, pero a la vez tenía esa necesidad de verla de nuevo.

— ¿Alguna vez empuñaste una pistola de ese calibre? — inquiere Gavriel, el rey de la Bratva.

— La verdad no, pero tengo conocimiento de lo que puede hacer un proyectil de ese calibre — comento.

— Eso facilita las cosas, porque un solo disparo certero de ese calibre puede generar una gran hemorragia interna...

El señor Gavriel comienza a explicarme cada cosa, la forma en la que debo moverme y como disparar. Donde debo ocultar, el tema de mejorar mis reflejos y varias cosas más respecto a la coordinación.

— ¿Alguna vez mataste a alguien? — todo mi cuerpo se tensa al escuchar su pregunta.  — aquí nadie va a juzgarte. A lo largo de mi vida, la muerte es una opción si tu vida a de las personas que te importan corren peligro — agrega apoyando su mano en mi hombro.

— Una vez lo hice. Tenía diez años — comento.

— Si hiciste algo fue para salvarte o salvar a alguien...

— Salvé a mi hermanita que solo tenia ocho meses — agrego.

— ¿Volverias a hacerlo? — me pregunta.

— Si — contesto con contundencia.

— La vida es así, Cayden — acota palmeando mi hombro.

Solo tenía diez años cuando sucedió todo lo que cambió de mi vida. Nunca puedo
arrepentirme porque salvé a Faith de esa lacra. Lo mate, no dude, solo sabía que debía salvar a mi pequeña hermanita de ese desgraciado que quería abusar de ella.

El rey de la Bratva sigue con su entrenamiento y luego llama a uno de sus hombres para enseñarme defensa personal.

Definitivamente no sabía que ellos debían formarse de esa forma.

Es un gran trabajo y disciplina.

Esto no es fácil, pero voy encaminado.

— ¿Y qué dices de Emilia? — pregunta Ignati.

Me encontraba reunido con Sasha, Ignati y Jade trazando el plan que pondríamos en marcha en unas semanas.

— La pregunta correcta es ¿Qué dice Donovan de Emilia? — inquiere Sasha mirando a su hermanastra.

— La verdad no hablamos de ella — contesta la rubia mordiendo su labio.

— Estoy seguro que Geronimo no sabe nada que tú eres su amante — comenta mi amigo bufando.

Difícil de Entender (6° SAP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora