7- No hay un lugar como Hoenn

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Pasamos por la Ruta 102 sin ningún contratiempo, sin contar a los niños chillones que estaban jugando con sus Pokémon y llegamos a Ciudad Petalburgo, la cual era una ciudad pequeña y sin ningún punto turístico que la distinguiera. En el camino nos topamos con un póster del padre de May.

-Vaya, un póster de papá- dijo May sorprendida.

-Así que él es tu padre- dije mirando al póster de cerca. Sí que era tal cual lo había visto en el informe que había leído antes.

-Así es Kathleen, él es un gran hombre amable, fuerte y como puedes ver, guapo- me dijo May sintiéndose orgullosa de su padre.

-Sí que es una buena persona tu padre. ¿Y él nació aquí como tú?- le dije.

-No, el nació de Ciudad Olivo, de la Región de Johto, pero cuando se volvió adulto de mudó aquí y al poco tiempo conoció a mi madre. Ya que estamos aquí te podría presentar a mi familia- dijo May.

-Sería un gran placer. ¿Estará tu padre en el Gimnasio?- le dije.

-No lo sé, tal vez estén en la casa, será mejor revisar. Yo voy a ir a mi casa a ver si están mientras que ustedes pueden ir al Gimnasio para ver si ahí está mi papá. Si encuentro a mis padres en la casa iremos con ustedes- dijo May.

-Suena bien- le dije.

May nos dio la dirección del Gimnasio y luego nos separamos, partiendo Meloetta y yo en dirección al Gimnasio de su papá.

-May es una buena persona, no quiero que la involucres más en esto- me dijo Meloetta en un tono serio y un poco suplicante.

-Yo no la metí, ella sola se metió y no es como si yo quisiera andar cuidando a una inútil que me estorbara- le dije.

A los pocos minutos llegamos al Gimnasio, el cual tenía la apariencia de una casa tradicional japonesa con las puertas y la parte inferior de la casa de madera, las paredes de color blanco y tejas de color azul marino con dos logos de Pokébolas en lo alto del Gimnasio. Ingresamos al Gimnasio, el cual tenía el piso de madera, la mitad inferior de las paredes de madera y el resto pintado de un blanco amarillento y la luz entraba por las ventanas, que no tenían vidrio. El Gimnasio estaba vacío. Continuamos avanzando hasta llegar al campo de batalla del Gimnasio, el cual se distinguía por tener un rectángulo largo de tierra.

-¿Hay alguien aquí? ¿Hola?- dije entrando al cuarto de batalla.

-Podrías bajar la voz, en este momento estoy viendo un vídeo de la Conferencia Plateada- dijo un niño detrás de nosotras.

Nos volteamos y vi a un niño pequeño de como 8 años. Tenía el cabello corto, negro y ojos marrones. Vestía una camiseta de color verde oscuro con cuello y botón blancos, pantalones cortos de color carbón y zapatos sin cordones verdes, negros y blancos sin calcetines. También usaba anteojos negros en forma de media luna. Tenía en su mano izquierda una libreta azul.

Me molestó bastante que un don nadie me estuviera ordenando que me callara, pero mantuve la compostura.

-Lo siento niño- me disculpe de forma educada.

El al vernos puso cara de sorpresa, lo que nos sorprendió.

-¡Wow, pero si eres tú!- dijo el niño sorprendido señalando a Meloetta con el dedo.

-¿A sí?- dijo Meloetta confundida.

-Sí, eres la Pokémon Legendaria Meloetta. He leído mucho sobre ti y de tus hermosas melodías. ¿Podrías darme un autógrafo?- dijo el niño sorprendido y abriendo su libreta y sacando una pluma.

Reporte de misión: Operación PangeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora