FUEGO +18 [2] ✓ [Borrador]

25° Al fin juntos

Arabella

Camino decidida a mi objetivo por todo el pasillo. Recuerdos fugaces pasan por mi mente al transcurrir por ese sitio y ser besada por mi idiota, la recepcionista me ve nerviosa; no necesito ser anunciada para ver al maldito de mi marido. Una fila de soldados me comen con la mirada, les sonrío coqueta no todos los días tienen la oportunidad de admirar ha alguien como yo. Llego a la puerta de su oficina sin más abro la puerta, tiene a su prima abiertas de piernas sobre la mesa, ninguno se da cuenta de mi presencia por lo que cojo mi móvil y comienzo a grabar.

Me da igual con quien se acueste ¿pero con su prima? Que aberración. Por lo visto él agarró el dicho que dice carne de primo se come y bien que se la está comiendo; guardo el móvil para luego cerrar la puerta con enojo.

Que comience el show

Ellos se sobresaltan al verme allí parada, coloco la cara de indignada con los ojos cristalizados. Owen sale de ella rápidamente y se mete entre el pantalón su asquerosa verga, Adriana su prima me mira con temor cosa que pillo inmediatamente ya que si a mi me da la gana lo puedo divulgar al medio del espectáculo y por supuesto lo haré pero a mi manera. Él se acerca a mi con las manos temblorosas intenta tocarme por lo que me echo hacia atrás.

- No me toques con tus repugnantes manos - digo con un supuesto dolor en mi corazón - tantas mujeres en el mundo ¿Y me vas a engañar con tú prima?. Son un par de degenerados, quiero el divorcio.

- Mi enana todo tiene una explicación - trata de justificarse - llegué del operativo y no te vi en nuestro ático. Me volví como loco al no saber en donde carajo te habías metido además te llevaste a mis hijos sin mi consentimiento - que él diga que los mellizos son sus hijos me da asco - eres mi mujer Arabella jamás te daré el divorcio.

Sonrío. - Claro entonces como yo a veces me siento aburrida tengo un desliz con el primer hombre que se me atraviese. No estaría mal meterme con tú primo o mejor con tú papá, él es un maduron sensual - se le tensa la mandíbula - por lo visto te encanta disfrutar con tu propia sangre así que también quiero saber lo que se siente.

- Ary te lo podemos explicar pero no digas nada - se acerca Adriana - no queremos escándalo y sé que tú tampoco los quieres. ¿Cuánto quieres?

- A mi me vale mierda el escándalo niñata. Tengo más dinero que tú y toda la familia Laurent, si quiero me baño con dinero así que no pierdas saliva conmigo. La única opción es darme el divorcio y aquí nada pasó.

- Dáselo Owen - le ordena la rubia.

- No se lo voy a dar, asi tengas que estar amarrada a mí siempre serás Arabella de Laurent - la cara de ella es de total cabreo.

- Querida Adriana no te molestes que te van a salir arrugas, si de por sí eres menor que yo y aún así me veo más joven que tú entonces con arrugas serás mi hermana mayor - me rio - aunque me cueste admitirlo con tú horrible primo me lo comía y saboreaba a mi antojo. Pero eso es cosa de ayer - me giro para encararlo - en dos semanas tenemos la entrevista y tranquilo que esto no se sabrá pero advierto que me voy a follar quien a mi me de la gana, maldito cabron.

Salgo de allí sin mirar atrás. Esto no me pudo salir mejor, a esa estúpida familia les encanta ser respetados como el papá de Owen. Y allí es por donde empezaré, Antonio Laurent es un hombre de familia con muchas empresas en toda Europa como en Latinoamérica, su mujer es pura silicona no tiene nada natural porque hasta los ojos son falsos, la pequeña de esa familia es todo un amor. No tiene nada que ver con ellos, por ella me quemaría hasta con los ojos cerrados; siempre me quiso decir la verdad y su hermano la mandó ha Australia, durante esos meses me sentí mal porque hice una linda amistad con ella cosa que a Owen no le convenía. Me subo a mi coche y me encamino a la empresa de mi suegro, su empresa trata de las armas que utilizan los militares y rangos policiales. Cuando el iba a visitar a sus "nietos" él me miraba de una forma muy extraña pero no le daba importancia así que hoy lo descubriré, no me interesa si me tachan de puta ya que no como de ellos; Dios me dió una cara bonita y la tengo que aprovechar al máximo, por mi sangre se disuelve pura sed de venganza y no me importa a quien tenga que arrastrar, no les importó mi sufrimiento, mis lamentos ni mucho menos mis lágrimas ¿para qué tener consideración si nadie la tuvo conmigo?. Mi hermano y mi padre es una venganza que disfrutaré mucho pobre de mi madre que tendrá que presenciar todo esto al igual que mis hermanos gemelos.